Los cambios hormonales y las molestias físicas asociadas al embarazo pueden afectar a la calidad del sueño de una mujer embarazada. Cada trimestre del embarazo conlleva sus propios retos para el sueño. Según la Fundación Nacional del Sueño, los siguientes son los cambios de sueño más comunes que pueden ocurrir en cada trimestre:
El sueño en el primer trimestre del embarazo
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Despertares frecuentes debido a una mayor necesidad de ir al baño
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Alteraciones del sueño como consecuencia del estrés físico y emocional asociado al embarazo
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Aumento de la somnolencia diurna
El sueño en el segundo trimestre del embarazo
El sueño durante el segundo trimestre del embarazo mejora para muchas mujeres, porque la micción nocturna se convierte en un problema menor, ya que el feto en crecimiento reduce la presión sobre la vejiga al desplazarse por encima de ella. Aun así, la calidad del sueño puede seguir siendo escasa como consecuencia del crecimiento del bebé y del estrés emocional asociado al embarazo.
El sueño en el tercer trimestre del embarazo
Es probable que durante este trimestre experimentes los mayores problemas de sueño como consecuencia de lo siguiente:
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Molestias debidas al crecimiento de tu vientre.
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Ardor de estómago, calambres en las piernas y congestión de los senos nasales
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Vuelven las micciones nocturnas frecuentes, porque el cambio de posición del bebé vuelve a presionar la vejiga.
Consejos para dormir bien en el embarazo
Uno o varios de los siguientes consejos pueden ayudarte a conseguir el sueño que necesitas durante el embarazo. Sin embargo, si sus alteraciones del sueño son graves, hable con su médico.
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Almohadas adicionales: Se pueden utilizar almohadas para apoyar tanto la barriga como la espalda. Una almohada entre las piernas puede ayudar a sostener la parte baja de la espalda y facilitar el dormir de lado. Algunos tipos específicos de almohadas son la almohada en forma de cuña y la almohada de cuerpo entero.
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Nutrición: Beber un vaso de leche caliente puede ayudar a conciliar el sueño. Los alimentos ricos en hidratos de carbono, como el pan o las galletas, también pueden favorecer el sueño. Además, un tentempié rico en proteínas puede mantener los niveles de azúcar en sangre y podría ayudar a prevenir los malos sueños, los dolores de cabeza y los sofocos.
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Técnicas de relajación: La relajación puede ayudar a calmar la mente y relajar los músculos. Estas técnicas incluyen los estiramientos, el yoga, los masajes, la respiración profunda y un baño o ducha caliente antes de acostarse.
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Ejercicio: El ejercicio regular durante el embarazo favorece la salud física y mental. El ejercicio también puede ayudar a dormir más profundamente. Sin embargo, debe evitarse el ejercicio vigoroso dentro de las cuatro horas anteriores a la hora de acostarse.
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Medicamentos con y sin receta: Lo ideal es evitar todos los medicamentos (incluidos los de venta libre) durante el embarazo. Algunos medicamentos pueden perjudicar al bebé en desarrollo. Sin embargo, hay algunos medicamentos que se consideran seguros durante el embarazo y que podrían ayudarte a dormir mejor. Habla siempre con tu médico antes de tomar cualquier tipo de medicamento. Esto incluye los medicamentos de venta libre, las hierbas y los suplementos dietéticos.