Causas y riesgos de la narcolepsia

La narcolepsia es un trastorno crónico del sueño que provoca una gran somnolencia durante el día. Los médicos no saben cuál es su causa. Pero sí conocen algunos de los factores de riesgo y los desencadenantes que pueden provocar la enfermedad.

Entre 135.000 y 200.000 personas en Estados Unidos padecen narcolepsia. Y es probable que haya más: muchos casos no se diagnostican o se diagnostican erróneamente, sobre todo en niños.

Algunas personas con narcolepsia tienen otros síntomas además de la somnolencia, como la pérdida repentina del tono muscular (cataplexia), la parálisis momentánea al dormirse o despertarse y las alucinaciones vívidas.

No existe una cura para la narcolepsia, pero el médico puede recetar medicamentos que le ayuden a mantenerse despierto y a aprender a controlar los síntomas para poder realizar las actividades que le gustan.

Por qué se produce la narcolepsia

Los genes, el sistema inmunitario y el entorno parecen desempeñar un posible papel en la narcolepsia. Hay dos tipos de narcolepsia, y uno de ellos parece estar más estrechamente relacionado con la respuesta genética y del sistema inmunitario.

Algunos de los desencadenantes y vínculos conocidos con la narcolepsia son

Niveles bajos de una sustancia química cerebral y trastornos autoinmunes. Si tiene narcolepsia de tipo 1, es más probable que sufra cataplexia, que es una pérdida repentina de fuerza y tono muscular que puede hacer que se caiga o se debilite. Las personas con este tipo de narcolepsia también tienen niveles bajos de una sustancia química cerebral llamada hipocretina, que ayuda a controlar la función del sueño.

Los médicos no saben cuál es la causa de los bajos niveles de hipocretina, pero creen que puede estar relacionada con un trastorno autoinmune. Los trastornos autoinmunes se producen cuando el sistema inmunitario ataca por error a células o tejidos sanos en lugar de a una infección. En el caso de la narcolepsia, el sistema inmunitario parece atacar las partes del cerebro con hipocretina, lo que reduce los niveles en el organismo.

Antecedentes familiares. La narcolepsia no suele transmitirse de padres a hijos. La mayoría de los casos son esporádicos, lo que significa que no hay ninguna razón obvia para que ocurran. Pero la genética parece desempeñar algún papel en la enfermedad. Si un miembro de la familia padece narcolepsia de tipo 1, el riesgo de padecerla es mayor.

Lesiones cerebrales. Una lesión cerebral traumática, un tumor u otra enfermedad o afección médica que afecte a la parte del cerebro que regula el sueño también puede provocar narcolepsia.

Cambios hormonales. Los cambios hormonales repentinos, grandes o intensos, como los procesos de la pubertad o la menopausia, también pueden desencadenar la narcolepsia.

Una infección. Algunas personas han contraído narcolepsia después de sufrir una infección, como la faringitis estreptocócica o la gripe porcina.

La vacuna contra la gripe de 2009 utilizada en Europa. Después de que las autoridades sanitarias europeas administraran una vacuna contra la gripe llamada Pandemrix en 2009, los investigadores descubrieron que las personas que la recibieron tenían un mayor riesgo de padecer narcolepsia. La vacuna fue creada para la pandemia de gripe H1N1. No se utilizó en Estados Unidos.

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