La ansiedad es cuando te sientes tenso y preocupado. Todo el mundo pasa por eso a veces. Pero si te sientes así a menudo, puede tratarse de un trastorno de ansiedad. Puede provocar ataques intensos que aceleran el ritmo cardíaco, aumentan la presión arterial y te hacen sudar o marearte. También puede afectar a tu sueño.
El insomnio es cuando tienes problemas para conciliar el sueño o para mantenerlo. Si esto le ocurre al menos tres veces por semana durante más de tres meses, se denomina insomnio crónico. Con el tiempo, puede hacer más probable que tengas otras condiciones de salud, incluyendo un trastorno de ansiedad.
La relación entre la ansiedad y el insomnio
La preocupación constante durante el día suele trasladarse a la noche. Eso puede provocar una hiperactividad mental, que puede impedirte conciliar el sueño.
Una vez que se consigue conciliar el sueño, un trastorno de ansiedad también puede impedir que se permanezca dormido el tiempo suficiente para sentirse totalmente descansado. La ansiedad se ha comparado con el sistema de alarma de su cuerpo: puede ayudarle a mantenerse a salvo y fuera de situaciones potencialmente peligrosas. Pero si esa alarma suena todo el tiempo y sin ninguna razón real, como ocurre con el trastorno de ansiedad, puede impedirle dormir lo suficiente.
Todo esto puede generar estrés por no poder conciliar el sueño o dormir lo suficiente. Y eso puede provocar aún más ansiedad.
Los investigadores también han encontrado pruebas de que la falta crónica de sueño puede afectar a la salud emocional. Los estudios demuestran que las personas que padecen apnea obstructiva del sueño, que hace que te despiertes continuamente durante la noche, son más propensas a padecer trastornos de salud mental como ansiedad, trastorno de pánico y depresión.
Podría tener insomnio o un trastorno de ansiedad?
El insomnio crónico se define claramente cuando tienes problemas para conciliar o mantener el sueño al menos tres veces por semana durante más de 3 meses. Pero un trastorno de ansiedad es más difícil de diagnosticar.
Además de la tensión continua, la preocupación y los problemas para dormir, otros signos de un trastorno de ansiedad son:
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Alejarse de las situaciones que desencadenan sus miedos
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Nerviosismo, inquietud
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Sensación de peligro inminente
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Aumento de la frecuencia cardíaca o de la respiración
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Sudoración o temblores
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Problemas de concentración
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Problemas de digestión
Consulte a su médico si tiene estos síntomas o su nivel de preocupación ha cambiado drásticamente su estilo de vida o está afectando al trabajo o a la escuela. Llama al 911 si empiezas a tener pensamientos de hacerte daño o suicidarte.
Lo que puedes hacer
Los trastornos del sueño y la ansiedad son tratables.
Si tiene un trastorno de ansiedad, su médico puede recomendarle un especialista en salud mental. Es probable que le sugieran medicamentos, técnicas de relajación y terapia cognitiva conductual para ayudarle a entender y controlar mejor sus emociones y su comportamiento.
Si tienes insomnio crónico, el tratamiento depende de la causa. A veces, la realización de un polisomnograma, o estudio del sueño, puede ayudarle a averiguar qué está pasando. El plan puede incluir medicamentos, asesoramiento y aprendizaje de buenos hábitos de sueño.
También puedes hacer algunas cosas para ayudar a romper el ciclo entre la ansiedad y el insomnio:
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Haz ejercicio con regularidad.
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Practica la meditación.
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Poner música suave antes de acostarse.
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Prioriza y delega tu lista de tareas.