Los niños y la narcolepsia: Cómo manejar la escuela

La escuela puede suponer un reto especial para los niños con narcolepsia. Pero su hijo puede tener éxito con los cambios adecuados en su rutina y el apoyo de su médico, sus profesores y el personal de la escuela. Conozca los pasos que puede dar para preparar a su hijo para el éxito.

Trabaje con los profesores

Pídale al médico de su hijo que escriba una nota para los maestros y otro personal escolar, como los consejeros y la enfermera de la escuela. La nota debe explicar qué es la narcolepsia y cómo afecta al trabajo escolar de su hijo. El médico debe dar instrucciones detalladas sobre los medicamentos que su hijo o hija debe tomar durante la jornada escolar.

La narcolepsia puede dificultar que los niños se mantengan despiertos durante las clases, que presten atención durante largos períodos y que terminen los deberes. Los profesores suelen notar estos problemas. Consulte regularmente a los profesores de su hijo sobre lo que han visto en clase. La enfermera del colegio también puede mantener informados a los padres y a los médicos.

Planes de educación especial

Los niños con narcolepsia tienen necesidades diferentes para tener éxito en la escuela. Puedes hacer un plan formal para organizar las adaptaciones adecuadas para tu hijo.

Hay dos tipos de planes de educación especial: Los planes 504 y los programas educativos individualizados (IEP).

Los planes 504:

  • Obtienen su nombre de la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de Estados Unidos de 1973 para ayudar a los estudiantes con discapacidades en las escuelas públicas o en las escuelas privadas financiadas con fondos públicos

  • Pretenden ayudar a los alumnos a rendir en las aulas ordinarias, con el apoyo de su profesor

Los PEI:

  • Son para los estudiantes elegibles bajo la Ley de Educación para Personas con Discapacidades

  • Suelen cubrir a los niños que reciben servicios en un aula de educación especial, gestionados por personal de apoyo escolar

Hable con el director de su hijo o con el orientador de la escuela sobre el desarrollo de un plan de educación especial si cree que la narcolepsia está afectando a su aprendizaje. El director trabajará con usted, los profesores de su hijo y otros miembros del personal -como la enfermera del colegio, los psicólogos o los trabajadores sociales- para decidir qué adaptaciones le ayudarán.

Acomodaciones útiles

No hay un menú fijo de adaptaciones que un niño con narcolepsia pueda recibir. Usted, su hijo, el médico y la escuela pueden decidir lo que le ayudará. Algunos padres piden:

Actividad durante la clase. Puede ser útil ponerse de pie, caminar o tomar algo. Masticar chicle, sentarse en la primera fila y hacer preguntas pueden mantener al alumno ocupado.

Descansos para la siesta. Una siesta de 15 a 20 minutos durante la jornada escolar puede ayudar a su hijo a mantenerse alerta el resto del día. Pregunte a los administradores cuál es el mejor lugar para ello. La oficina de las enfermeras puede ser una buena opción.

Tiempo extra para los exámenes o un breve descanso durante los mismos. El tiempo extra o los descansos cortos pueden ayudar a su estudiante a mantener la concentración.

Versiones de audio de los libros de texto o grabaciones de las clases. Los estudiantes con narcolepsia pueden perder la concentración durante las tareas de lectura o las conferencias largas.

Ayuda con los apuntes. Los profesores pueden compartir los apuntes de clase o las diapositivas. En algunos casos, otra persona puede servir para tomar apuntes a los niños con necesidades especiales.

Programación especial de los exámenes. Si hay momentos del día en los que la somnolencia excesiva es peor o en los que los ataques de sueño se producen con mayor frecuencia, se puede solicitar que los exámenes se realicen fuera de ese horario.

Hábitos útiles fuera de la escuela

La rutina de su hijo fuera de la escuela también puede ayudar a mejorar el rendimiento escolar. Las siguientes son partes importantes de esa rutina.

Un horario fijo de sueño. Su hijo debe acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana. Esto facilita que se duerma y se despierte. Asegúrese de que este horario de sueño le permita descansar lo suficiente. Los niños de 5 a 12 años deben dormir de 10 a 11 horas por noche. Los adolescentes deben dormir de 8,5 a 9,5 horas.

Siesta programada. Una siesta después del colegio y antes de los entrenamientos deportivos o de las reuniones del club puede ayudar a dar a tu hijo un poco de energía extra. Pero no programes en exceso las actividades extraescolares a costa de que duerma lo suficiente.

Ejercicio regular. La actividad física puede dar a tu hijo un impulso de alerta antes de estudiar. También puede ayudarles a dormir mejor por la noche.

Revisiones periódicas con el médico. Los planes de tratamiento para la narcolepsia pueden necesitar cambios y actualizaciones de vez en cuando. Consulta al médico con regularidad para asegurarte de que tu hijo recibe la mejor medicación, dosis y horario.

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