Dormir, soñar: Todo sobre el insomnio

Dormir para soñar: Todo sobre el insomnio

Conciliar el sueño

Revisado médicamente por el doctor Gary D. Vogin... De los archivos del doctor

La escritora Fran Leibowitz bromeó una vez diciendo que la vida es lo que haces cuando no puedes dormir. De hecho, para muchos de nosotros, dormir bien es un objetivo importante pero esquivo. Hasta el 30% de la población general padece insomnio, y la mitad de este grupo considera que el problema es grave. Hasta el 90% de las personas mayores declaran tener algún tipo de problema de sueño. Y la somnolencia al volante puede ser la causa del 30% de los accidentes mortales al volante.

Tipos de trastornos del sueño

Los trastornos del sueño se dividen en varios tipos: dificultad para conciliar el sueño y/o permanecer dormido (insomnio), somnolencia diurna excesiva (hipersomnia), sincronización anormal de los ciclos de sueño-vigilia (trastorno del ritmo circadiano) y etapas anormales del sueño (parasomnia). Los problemas ocasionales para conciliar o mantener el sueño son normales y suelen deberse a un estrés transitorio. Pero cuando el insomnio se prolonga durante semanas o meses, es importante considerar las posibles causas.

La ansiedad y la depresión representan hasta la mitad de los casos de insomnio crónico. El tratamiento del problema subyacente suele conducir a la mejora del sueño del paciente. Aproximadamente una quinta parte de los casos de insomnio crónico son el llamado insomnio primario. Este trastorno suele estar causado por una combinación de estrés, malos hábitos de sueño y una forma de ansiedad condicionada en la que el simple hecho de meterse en la cama hace que los afectados se sientan ansiosos. De hecho, ¡estas personas duermen mejor en los laboratorios que en sus casas!

Tres afecciones que pueden alterar el sueño

A diferencia de quienes padecen insomnio crónico, sólo un pequeño porcentaje de personas con hipersomnia tiene un problema psiquiátrico subyacente. Sin embargo, casi el 85% tiene una de estas tres afecciones: apnea del sueño, narcolepsia o mioclonía. La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno respiratorio, generalmente causado por un bloqueo parcial en la parte posterior de la garganta. La AOS es frecuente en hombres de mediana edad con sobrepeso e hipertensión arterial, y se caracteriza por unos ronquidos muy fuertes, de los que a veces despiertan a los vecinos.

La narcolepsia se caracteriza por "ataques de sueño" durante el día y, en el 75% de los casos, por la pérdida repentina del tono muscular. Algunos narcolépticos también experimentan extrañas alucinaciones justo antes de quedarse dormidos y parálisis muscular al despertar. La mioclonía se refiere a las sacudidas anormales de los músculos de la pantorrilla durante el sueño, y representa alrededor del 10% de los casos de hipersomnia. Los trastornos del ritmo circadiano incluyen el común síndrome del "jet lag", así como el hecho de dormir demasiado tarde o despertarse demasiado pronto debido a un trabajo por turnos irregular, una causa común de accidentes laborales.

Parasomnias

Las parasomnias son trastornos en los que la "arquitectura" normal del sueño está distorsionada o interrumpida. Por ejemplo, el sonambulismo puede producirse durante una etapa del sueño profundo llamada sueño delta. Y las personas con sueño REM (movimiento ocular rápido) anormal, una etapa normalmente asociada a los sueños, pueden mostrar un comportamiento agitado o violento.

Qué debe hacer si tiene un problema de sueño persistente? Un examen exhaustivo por parte de su médico de cabecera o de familia es el mejor punto de partida. Los médicos suelen ser capaces de diagnosticar el problema simplemente con una historia clínica cuidadosa. En algunos casos, será necesario realizar una prueba nocturna llamada polisomnograma. Se trata de un procedimiento indoloro que mide la respiración, la actividad de las ondas cerebrales y los movimientos musculares.

Diferentes tratamientos

El tratamiento de los trastornos del sueño depende del diagnóstico específico. Para el insomnio primario, es crucial mejorar la "higiene del sueño": Mantener unas horas de sueño regulares; salir de la cama cuando no se pueda dormir; evitar la cafeína o el alcohol por la noche; y utilizar la cama sólo para dormir y tener sexo, ¡no para actividades comerciales! El tratamiento de la apnea obstructiva del sueño puede implicar la pérdida de peso, el uso de un equipo especial de respiración a la hora de acostarse o una cirugía menor para corregir la obstrucción de las vías respiratorias superiores. Los enfermos de narcolepsia deben tomar medicación.

Para algunos pacientes con insomnio grave y crónico, la medicación que induce el sueño es útil. Sin embargo, suele ser mejor limitarla a unas pocas semanas, porque algunos de estos medicamentos (como Dalmane o Halcion) pueden crear hábito. Aunque los remedios herbales para dormir, la melatonina y otros agentes de venta libre son populares, la investigación sobre su seguridad y eficacia es limitada, y su pureza varía mucho de una marca a otra.

Cuando un trastorno psiquiátrico subyacente es la causa de un trastorno del sueño, pueden ser necesarios tanto la medicación como la psicoterapia.

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