Casi 1 de cada 5 mujeres y más de un tercio de los hombres de Estados Unidos padecen apnea del sueño. Este trastorno del sueño tan común hace que se deje de respirar repetidamente mientras se duerme. No sólo le hace sentirse aturdido durante el día, sino que también puede duplicar o incluso triplicar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud graves.
Desde principios de los años 80, la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) ha sido el principal tratamiento de la apnea del sueño. Esta mascarilla, que se lleva sobre la nariz y la boca mientras se duerme, se conecta a una máquina y utiliza una suave presión de aire para mantener abiertas las vías respiratorias y poder respirar por la noche. Pero no todo el mundo se siente cómodo llevando la aparatosa máscara. Por eso, alrededor del 50% de las personas que prueban la CPAP dejan de usarla durante el primer año.
Los investigadores han buscado nuevas formas de tratar la apnea del sueño y prevenir sus complicaciones.
Diagnóstico de la apnea del sueño
Síntomas como los ronquidos nocturnos y la somnolencia diurna apuntan a la apnea del sueño, pero los médicos piden un estudio del sueño para confirmar el diagnóstico. Mientras duermes en un laboratorio, un equipo monitoriza tu respiración, la función cardíaca y pulmonar y los niveles de oxígeno.
Pero ahora, gracias a las nuevas herramientas de monitorización portátiles, es posible realizar el estudio del sueño en casa, en su propia cama, en lugar de dormir en un laboratorio.
En el pasado, muchas mujeres no recibían un diagnóstico correcto de la apnea del sueño porque los médicos la consideraban una enfermedad de hombres. Esa visión está cambiando.
Después de la menopausia, las mujeres tienen casi la misma probabilidad de padecer apnea del sueño que los hombres, aunque sus síntomas pueden ser diferentes. Las mujeres no roncan tanto ni se sienten tan somnolientas durante el día como los hombres.
Los investigadores están aprendiendo más sobre las diferencias de la apnea del sueño entre hombres y mujeres. Por ejemplo, han descubierto que las mujeres tienen menos pausas respiratorias que los hombres durante la fase inicial del sueño no REM. Pero cuando entran en la fase REM más profunda, su respiración se detiene tantas veces como la de los hombres.
El descubrimiento de estas diferencias de género podría orientar algún día a los investigadores hacia nuevos tratamientos dirigidos a las mujeres.
Proteger el cerebro y el corazón
Los investigadores están estudiando las conexiones entre la apnea del sueño, la demencia y las enfermedades del corazón para tratar de reducir los riesgos de estas enfermedades.
Los científicos han descubierto que la misma proteína anormal que se aglutina y daña el cerebro de los enfermos de Alzheimer se encuentra también en el cerebro de las personas con apnea del sueño. Entender la razón de este vínculo compartido podría conducir a nuevos tratamientos y formas de prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Tratar la apnea del sueño puede ayudar a prevenir la demencia. En un estudio, los adultos mayores con apnea del sueño que utilizaban CPAP eran menos propensos a desarrollar demencia o una pérdida de memoria en fase inicial denominada deterioro cognitivo leve que las personas que no utilizaban este tratamiento.
La CPAP también podría proteger el corazón. Las personas con prediabetes que utilizaban este tratamiento tenían una frecuencia cardiaca en reposo más baja, es decir, el número de veces que el corazón late por minuto mientras se está en reposo. Tener una frecuencia cardíaca en reposo más baja podría reducir la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco.
Los estudios descubren que las personas que siguen su tratamiento con CPAP a largo plazo tienen menos probabilidades de padecer enfermedades cardíacas, diabetes de tipo 2 y un ataque al corazón que los que no se tratan.
Nuevos tratamientos
La CPAP ha sido el principal tratamiento para la apnea del sueño en las últimas 4 décadas, pero no es para todos. Las personas que no se sienten cómodas llevando la mascarilla a la cama pueden considerar la cirugía para ampliar sus vías respiratorias.
La uvulopalatofaringoplastia (UPPP) es la principal cirugía para la apnea del sueño. En ella se extirpan las amígdalas y el tejido de la parte posterior de la garganta para abrir las vías respiratorias y ayudarle a respirar mejor mientras duerme. Las desventajas de la UPPP son los efectos secundarios, como los problemas para tragar y los cambios en la voz.
Un nuevo tipo de cirugía "multinivel" elimina las amígdalas, ajusta la colocación del paladar (techo de la boca) y utiliza energía de radiofrecuencia para reducir ligeramente el tamaño de la lengua. En un estudio, este tratamiento redujo los episodios de apnea del sueño y mejoró la somnolencia diurna en personas con apnea del sueño moderada o grave que no habían mejorado con la CPAP.
Las investigaciones recientes se han centrado en las causas de la apnea del sueño para encontrar nuevas formas de tratarla.
Un nuevo procedimiento actúa sobre el nervio hipogloso que controla la lengua. Un pequeño dispositivo implantado en el pecho detecta cuándo se empieza a inspirar durante el sueño. Estimula el nervio hipogloso, que empuja la lengua hacia fuera para ensanchar las vías respiratorias.
Las personas con apnea del sueño que se han sometido a este procedimiento afirman tener menos somnolencia y una mejor calidad de vida después. Un pequeño número de personas del estudio tuvo efectos secundarios graves, como hemorragias y un ataque al corazón.
Todos estos tratamientos funcionan mientras se duerme. En 2021, la FDA aprobó el primer dispositivo diurno para tratar la apnea del sueño leve.
El eXciteOSA administra un leve impulso eléctrico a los músculos de la lengua. Las personas que utilizaron este dispositivo durante 20 minutos al día a lo largo de 6 semanas, y luego una vez a la semana, roncaron menos y respiraron más fácilmente mientras dormían.
Los efectos secundarios de este tratamiento incluyen:
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Aumento de la saliva
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Molestias en la lengua o en los dientes
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Hormigueo en la lengua
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Sabor metálico en la boca
Pérdida de peso
La cirugía es una forma de reducir el tamaño de la lengua y mejorar los síntomas de la apnea del sueño. Pero si no quieres pasar por un procedimiento, perder peso también ayuda.
Los investigadores saben desde hace tiempo que la pérdida de peso mejora los síntomas de la apnea del sueño. Ahora han descubierto que perder peso también reduce la grasa de la lengua y los músculos de la mandíbula y de los lados de las vías respiratorias. La reducción de estas zonas también ayuda a mejorar los síntomas de la apnea del sueño.
El siguiente paso es averiguar qué dieta u otro método de pérdida de peso funciona mejor para reducir la grasa de la lengua.