¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas parecen descansar bien por la noche mientras tú das vueltas en la cama durante horas o te despiertas una y otra vez?
El problema puede ser su higiene del sueño. Una buena higiene del sueño es una combinación de condiciones de sueño y hábitos de estilo de vida que le ayudan a conseguir un sueño constante e ininterrumpido.
Beneficios de una buena higiene del sueño
Una buena higiene del sueño puede ayudarte de muchas maneras. Cuando duermes lo suficiente -los expertos recomiendan entre 7 y 8 horas por noche- puedes:
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Enfermarse con menos frecuencia
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Mantener un peso saludable
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Prevenir problemas de salud como la diabetes y las enfermedades cardíacas
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Sentirse más feliz y menos estresado
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Ser capaz de pensar con más claridad durante el día
Piensa en hacer cambios en tu rutina de sueño si tienes problemas para conciliar el sueño, si no puedes permanecer dormido o si a menudo te sientes somnoliento durante el día. Estos pueden ser signos de una mala higiene del sueño.
Cómo tener una buena higiene del sueño
Puedes tomar medidas sencillas para acabar con los malos hábitos y dormir mejor.
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Sé constante. Puede ser fácil quedarse despierto hasta tarde viendo a tu equipo favorito jugar un partido o dormir hasta tarde los sábados y domingos. Hay algunas excepciones, pero dormirás mejor si te acuestas a la misma hora cada noche y te levantas a la misma hora por la mañana. Esto hace que tu cuerpo entre en una rutina que te ayudará a sentir sueño a la misma hora cada noche y a despertarte renovado por la mañana.
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Mantén tu dormitorio tranquilo y oscuro, y a una buena temperatura para dormir. Depende de la persona, pero muchos médicos recomiendan entre 60 y 67 grados F.
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Haz que tu dormitorio sea relajante, lo que para ti puede significar que esté limpio y libre de desorden.
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Prueba una rutina de relajación antes de acostarte, como meditación, yoga o estiramientos.
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Limita las siestas durante el día.
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Haz de tu cama una zona sólo para dormir. No leas ni veas la televisión allí.
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No lleves aparatos electrónicos al dormitorio. Si el iPad, el portátil, el teléfono y el televisor no están en la habitación, tendrás menos tentaciones de consultar el correo electrónico o los mensajes de texto justo antes de irte a la cama, o de quedarte hasta tarde viendo una serie. También emiten luz azul que puede afectar a la producción de melatonina del cuerpo.
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No ingiera comidas copiosas y pesadas antes de acostarse. Limite la cafeína y el alcohol.
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Haz ejercicio durante el día. Moverse -ya sea un paseo durante la comida o una clase de ciclismo antes de que se despierte tu familia- puede ayudarte a conciliar el sueño más fácilmente.
Cuándo acudir a su médico
Si has hecho cambios y no parecen estar ayudando, habla con tu médico. Es posible que tengas un trastorno del sueño, como la apnea del sueño, que necesita tratamiento médico.
Su médico también podría recomendarle:
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Medicamentos como la melatonina, que es producida por el cuerpo y ayuda a promover el sueño
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Terapia de luz
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Terapia cognitivo-conductual, en la que un terapeuta puede ayudarte a identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos en torno al sueño.