Repiensa tu tinta
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Los tatuajes existen desde hace miles de años, pero se han generalizado en la última década. Aun así, por muy avanzada que sea la tecnología, un tatuaje equivale a una herida punzante llena de tinta. Y para algunas personas, eso puede causar problemas, desde reacciones alérgicas hasta infecciones y más.
Reacciones alérgicas
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Algunos tintes para tatuajes, especialmente el rojo y el amarillo, pueden provocar una reacción alérgica, sobre todo cuando se exponen a la luz solar. La zona que rodea tu tatuaje puede picar o hincharse, o te puede salir una erupción. Puede ocurrir justo después de hacerse el tatuaje, o años después. Si es leve -picazón en la piel y algunos granos- trátalo con una crema de esteroides. Si la reacción empeora o no desaparece en un par de semanas, llama a tu médico. ?
Reacciones a la luz
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Algunas tintas reaccionan a la luz, especialmente a la luz solar. Por eso, si no mantienes un tatuaje nuevo cubierto durante un par de semanas, tu piel puede hincharse o ponerse roja. Esto es más común con las tintas amarillas, pero también puede ocurrir con las rojas. De nuevo, un caso leve debería mejorar con el tiempo y con antihistamínicos o cremas con esteroides, pero si no es así, consulta a tu médico.
Infecciones de la piel
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Si tu tatuador no limpia correctamente su equipo o lo utiliza en más de una persona, podrías contraer una infección. Si la piel se hincha, se enrojece o se siente sensible, o si notas que el tatuaje supura como pus, llama al médico. Es posible que necesites antibióticos para eliminarlo.
Granulomas
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A veces tu sistema inmunitario piensa que el pigmento de la tinta del tatuaje es una amenaza y envía células a la zona para combatirlo. Estas células se agrupan alrededor del tatuaje y crean nódulos que se llaman granulomas. Si los ves, habla con tu médico. Puede que te hagan pruebas para descartar otras causas. Los tratarán con esteroides, por vía oral o en forma de inyección.
Queloides
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Los queloides son zonas de tejido cicatricial que se levantan de la piel. Pueden empezar bajo el tatuaje y extenderse. Los queloides son hereditarios y es más probable que afecten a personas de piel oscura. El tratamiento comienza con productos de silicona de venta libre y con inyecciones de esteroides o cremas con receta. Si se extirpa quirúrgicamente, el queloide podría volver a crecer aún más si no se realiza un seguimiento exhaustivo por parte del médico. Si ya los tiene o alguien de su familia los tiene, es posible que quiera evitar los tatuajes.
Enfermedades de transmisión sanguínea
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Las agujas de los tatuajes pueden manchar de sangre. Si la tuya no se ha limpiado bien entre un uso y otro, podrías exponerte a enfermedades que se transmiten por la sangre, como la hepatitis B o C, el tétanos o el VIH. Elige bien a tu tatuador. Asegúrate de que las agujas y otros instrumentos están esterilizados y de que el artista lleva guantes.
Complicaciones de la resonancia magnética
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Es posible que notes que una zona tatuada se hincha o arde cuando te haces una resonancia magnética. Esto es poco frecuente y suele desaparecer sin causar problemas. Informe al radiólogo o al técnico sobre sus tatuajes para que puedan tomar precauciones. Es posible que tu piel no reaccione, pero el tatuaje podría afectar a la calidad de la imagen.
Problemas con la eliminación
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Si una reacción alérgica o una infección no desaparecen, o si simplemente odias el tatuaje, puedes eliminarlo. La tecnología de eliminación por láser ha mejorado, pero no es perfecta. Rara vez deja cicatrices, pero puede cambiar la textura o el color de tu piel, especialmente si tienes un tono más oscuro. Y puede hacer que lo que era una reacción local se extienda.