Ampollas: Imágenes de su aspecto, síntomas, causas y tratamiento

¿Qué son las ampollas?

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Son burbujas que surgen cuando se acumula líquido en bolsas bajo la capa superior de la piel. Pueden estar llenas de pus, sangre o la parte transparente y acuosa de tu sangre llamada suero. La mayoría tienen forma de círculo. Dependiendo de la causa, la ampolla puede picar o doler mucho o poco. Pueden aparecer como una sola burbuja o en racimos.

Fricción

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Las ampollas por fricción, llamadas así por lo que las provoca, son uno de los tipos más comunes. Haz memoria. ¿Alguna vez te has puesto un par de botas de montaña nuevas antes de estrenarlas? ¿O has rastrillado el jardín sin un par de guantes de jardinería en las manos? Esas son las cosas que podrían causar una ampolla por fricción en el talón, el dedo del pie, el pulgar o la palma de la mano.

Frío y calor

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Si vas sin guantes en invierno, puedes sufrir ampollas por congelación. Quédate demasiado tiempo al sol en verano y podrías sufrir quemaduras. Lo mismo puede ocurrir si manipulas productos congelados o tocas el quemador de la estufa. Tanto el frío como el calor se describen como ampollas por una buena razón: Las temperaturas extremas pueden dañar tu piel. Las ampollas son un signo de un tipo de quemadura de segundo grado llamada de espesor parcial.

Dermatitis de contacto

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Si te frotas contra una planta molesta como la hiedra venenosa, es posible que acabes con ampollas de otro tipo. Suelen ser un síntoma de dermatitis de contacto, que se produce cuando tocas algo a lo que eres alérgico. Pero no tiene por qué ser venenoso. Algunas personas reaccionan al jabón, el perfume, el detergente, las telas, las joyas, los guantes de látex o las cosas que se utilizan para fabricar herramientas, juguetes u otros objetos cotidianos.

Dermatitis atópica

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También conocida como eczema, esta afección suele manifestarse como una erupción. Pero con algunos tipos, también pueden aparecer ampollas llenas de líquido claro. El eczema dishidrótico provoca estas ampollas que pican mucho en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Las ampollas llenas de pus son un signo de que tu eczema se ha infectado. Si crees que puedes tener una infección en la piel, acude a tu médico.

Picaduras de insectos

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Los insectos pueden ser los culpables de algunas ampollas que pican. La sarna es un ácaro diminuto que taladra la piel, dejando a veces líneas curvas de ampollas en su camino. Suelen atacar las manos, los pies, las muñecas y las axilas. Las picaduras de pulgas y chinches también pueden provocar pequeñas ampollas. La araña reclusa parda tiene una picadura muy desagradable que se ampolla antes de reventar y formar una dolorosa llaga abierta. Si eso es lo que describe tu ampolla, acude al médico de inmediato.

Varicela y herpes zóster

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Algunos virus pueden causar ampollas. El virus del herpes es un culpable común. Está presente en la varicela, una enfermedad contagiosa que comienza con protuberancias rojas que se convierten en ampollas y luego en costras. Si has tenido varicela, también puedes contraer herpes, que afecta a los nervios y provoca una dolorosa erupción con ampollas. Los CDC dicen que las personas de 60 años o más deben vacunarse una vez para prevenir el herpes zóster. También recomiendan dos dosis de la vacuna contra la varicela para cualquier persona que no haya tenido la enfermedad.

Herpes Simplex

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Las ampollas de fiebre en los labios, la boca o los genitales son un signo del virus del herpes simple. El líquido de estas llagas transporta y transmite el virus a través de las relaciones sexuales, o al besar o compartir utensilios. Muchas personas no saben que tienen herpes porque los síntomas suelen ser leves. Si tienes ampollas de fiebre o crees que has estado expuesto al herpes, habla con tu médico. No hay cura, pero algunos medicamentos pueden prevenir o acortar los brotes.

Enfermedad mano-pie-boca

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Esta enfermedad recibe su nombre por las ampollas que provoca en estas partes del cuerpo. La infección afecta sobre todo a niños menores de 10 años. El virus se transmite por contacto con mucosidad, saliva, heces o ampollas de alguien que ya está enfermo. La infección comienza con fiebre leve, secreción nasal y dolor de garganta. Pero las ampollas son la gran pista que lleva al diagnóstico.

Mantenerlo limpio y seco

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Algunas ampollas mejoran solas. Tu piel absorbe el líquido y la ampolla se aplana y se desprende. Hasta que eso ocurra, puedes utilizar un trozo de acolchado de molesquín en forma de rosquilla o cinta adhesiva para evitar que se abra.

No reviente si no es necesario

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Resiste el impulso de reventar una ampolla a menos que sea tan grande -más grande que una moneda de cinco centavos- o dolorosa que no puedas moverte. Si ese es el caso, el médico puede decidir pincharla con una aguja estéril para que salga el líquido. Una vez que haya salido, tanto si lo hace el médico como si se rompe por sí solo, lava suavemente la zona con agua y jabón y aplica una pomada antibiótica. Cúbrela con una venda para mantenerla limpia durante el día, pero quítale la venda por la noche para que se seque.

Cuándo acudir al médico

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Acude al médico si tienes fiebre, escalofríos u otros síntomas parecidos a los de la gripe al mismo tiempo que tienes ampollas. Podrías tener un virus o una infección. Otros síntomas de infección pueden ser: dolor, hinchazón, enrojecimiento o calor, vetas rojas que salen de la ampolla o pus que sale de ella. Las ampollas alrededor de los ojos o en los genitales también son motivo de preocupación.

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