Venas varicosas y arañas vasculares

Las varices son vasos sanguíneos grandes, elevados e hinchados que se retuercen y giran. Suelen aparecer en las piernas y pueden verse a través de la piel.

Las arañas vasculares son vasos más pequeños, de color rojo, morado y azul, que también se retuercen y giran. Las arañas vasculares también son fácilmente visibles a través de la piel. Se ven con más frecuencia en las piernas, el pecho o la cara.

Causas de las varices y las arañas vasculares

Hay una serie de factores que predisponen a una persona a padecer varices. Estos incluyen:

  • Herencia (se transmite de padres a hijos a través de los genes)

  • Ocupaciones que implican estar mucho tiempo de pie, como las que se observan entre las enfermeras, los peluqueros, los profesores y los trabajadores de las fábricas

  • Obesidad

  • Influencias hormonales durante el embarazo, la pubertad y la menopausia

  • El uso de píldoras anticonceptivas

  • La sustitución hormonal en la posmenopausia

  • Antecedentes de coágulos de sangre

  • Condiciones que provocan un aumento de la presión en el abdomen, incluyendo tumores, estreñimiento y prendas de uso externo como fajas

Otras causas señaladas son los traumatismos o las lesiones en la piel, las intervenciones quirúrgicas previas en las venas y la exposición a los rayos ultravioleta.

Otros factores de riesgo de las varices

Las varices se desarrollan con más frecuencia en las mujeres que en los hombres. Su frecuencia aumenta con la edad. Se estima que entre el 30% y el 60% de los adultos tienen varices, pero generalmente no son un problema..

Síntomas de las varices

Muchos pacientes con varices se quejan de dolor, descrito como un dolor o calambre en las piernas. Otros síntomas comunes son el cansancio, la inquietud, el ardor, las punzadas, el hormigueo o la pesadez en las piernas. El dolor causado por las varices suele aliviarse elevando las piernas o usando medias de sujeción.

En las mujeres, los síntomas pueden empeorar durante ciertas partes del ciclo menstrual o durante el embarazo. Los pacientes también pueden desarrollar hinchazón, úlceras (grandes llagas) y un aumento de la pigmentación u oscurecimiento del color de su piel, especialmente en la región de los tobillos. Ocasionalmente, las varices pueden formar un coágulo de sangre doloroso con inflamación de la vena llamada tromboflebitis.

Opciones de tratamiento para las varices

Las opciones de tratamiento para las venas varicosas incluyen:

  • Uso de medias de soporte.

    El enfoque más conservador consiste simplemente en llevar unas medias de soporte que se ajusten correctamente, especialmente cuando las venas provocan síntomas dolorosos o incómodos. Estas medias pueden adquirirse generalmente en cualquier tienda de material quirúrgico y en algunas farmacias. Las hay por debajo de la rodilla, por encima de la rodilla y en forma de pantimedias.

  • Hacer cambios en el estilo de vida.

    Una buena higiene de la piel, la pérdida de peso (si es necesario) y caminar pueden ayudar a tratar las varices. Llevar una dieta baja en sal ayuda a reducir la retención de líquidos y la hinchazón.

  • Escleroterapia.

    Este procedimiento, disponible desde la década de 1930, utiliza una solución salina (sal) altamente concentrada o un detergente especialmente fabricado que se inyecta directamente en la vena, haciendo que ésta desaparezca gradualmente a lo largo de tres a seis semanas. El procedimiento es sencillo, relativamente barato y puede realizarse de forma ambulatoria.

  • Tratamiento con láser endovenoso.

    Se inserta una pequeña fibra láser en la vena para poder emitir pulsos de luz láser dentro de la vena, lo que hace que ésta se colapse. El procedimiento se realiza de forma ambulatoria con anestesia local.

  • Oclusión por radiofrecuencia.

    Durante este procedimiento, se introduce un pequeño catéter en la vena para suministrar energía de radiofrecuencia a la pared de la vena, haciendo que se caliente, se colapse y se cierre. El procedimiento suele realizarse de forma ambulatoria o en la consulta y puede hacerse con anestesia local.

  • Cirugía.

    Las técnicas quirúrgicas para tratar las varices incluyen la ligadura (atar una vena) y el stripping (extirpar un segmento largo de vena), la flebectomía ambulatoria, que permite extirpar grandes venas superficiales a través de incisiones muy pequeñas que no necesitan puntos de sutura, y la cirugía venosa endoscópica. La cirugía puede realizarse con anestesia local, espinal o general. La mayoría de los pacientes regresan a casa el mismo día de la intervención. La cirugía se utiliza generalmente para tratar las varices grandes. La cirugía endoscópica de las venas utiliza una pequeña cámara para ver el interior y eliminar las venas.

  • Láser y luz pulsada intensa.

    Estos dispositivos utilizan energía térmica para dañar o destruir selectivamente las venas anormales. Una ventaja de estos tratamientos es que no se necesitan agujas ni soluciones esclerosantes; sin embargo, puede haber alguna molestia menor. Se producen efectos secundarios, como decoloración o manchas y formación de ampollas. Algunos ejemplos son Vasculight y PhotoDerm.

No todos los pacientes necesitan tratamiento para sus varices. Muchas personas no tienen dolor ni otros síntomas. Para estos individuos, no es necesario ningún tratamiento, a menos que quieran eliminar las venas por razones estéticas.

Cobertura del seguro para el tratamiento de las varices

Muchas compañías de seguros sí cubren el coste del tratamiento de las varices más profundas, pero generalmente no las superficiales o las arañas vasculares. Consulte con su compañía de seguros para determinar qué opción de tratamiento puede estar cubierta por su plan.

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