La sudoración excesiva (también conocida como hiperhidrosis) es un problema muy real y embarazoso, pero existen algunas formas eficaces de tratarlo. Antes de que te escondas bajo abultados jerséis o te mudes a un clima más frío, puedes probar estas técnicas probadas para combatir la sudoración excesiva.
Primer paso para tratar la sudoración excesiva: Antitranspirantes
La forma más fácil de abordar la sudoración excesiva es con un antitranspirante, que la mayoría de la gente ya utiliza a diario. La mayoría de los antitranspirantes contienen sales de aluminio. Al aplicarlos sobre la piel, los antitranspirantes forman un tapón que bloquea la transpiración.
Puedes comprar un antitranspirante sin receta en tu supermercado o farmacia local, o tu médico puede recetarte uno. Los antitranspirantes de venta libre pueden ser menos irritantes que los de prescripción. Empieza con una marca de venta libre y, si no funciona, pide a tu médico que te recete uno.
Muchos antitranspirantes se venden combinados con un desodorante, que no le impedirá sudar pero le ayudará a controlar el olor del sudor.
Los antitranspirantes no son sólo para las axilas. También puedes aplicar algunos de ellos en otras zonas donde sudas, como las manos y los pies. Algunos pueden aplicarse incluso en el nacimiento del pelo.
No te limites a echarte el antitranspirante/desodorante por la mañana y olvidarte de él. Aplícalo también por la noche antes de acostarte: te ayudará a mantenerte más seco.
Próximos pasos: 4 tratamientos médicos para la sudoración intensa
Si los antitranspirantes no están impidiendo que sus manos y pies suden demasiado, su médico puede recomendarle uno de estos tratamientos médicos:
1. Iontoforesis:
Durante este tratamiento, te sientas con las manos, los pies o ambos en una bandeja poco profunda de agua durante unos 20 o 30 minutos, mientras una corriente eléctrica baja viaja a través del agua. Nadie sabe exactamente cómo funciona este tratamiento, pero los expertos creen que bloquea el sudor en la superficie de la piel. Tendrás que repetir este tratamiento al menos un par de veces a la semana, pero después de varias veces puede que dejes de sudar. Una vez que aprendas a hacer la iontoforesis, puedes comprar una máquina para usarla en casa. Algunas personas sólo necesitan un par de tratamientos al mes para su mantenimiento.
Aunque la iontoforesis es generalmente segura, debido a que utiliza una corriente eléctrica no se recomienda para las mujeres que están embarazadas y las personas que tienen marcapasos o implantes de metal (incluyendo reemplazos de articulaciones), condiciones cardíacas o epilepsia.
2. Toxina botulínica:
Otra opción de tratamiento para la sudoración intensa son las inyecciones de toxina botulínica A (Botox), el mismo medicamento utilizado para las arrugas. El Botox está aprobado por la FDA para el tratamiento de la sudoración excesiva de las axilas, pero algunos médicos también pueden utilizarlo en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
El Botox actúa impidiendo la liberación de una sustancia química que indica a las glándulas sudoríparas que se activen. Es posible que tengas que ponerte varias inyecciones de Botox, pero los resultados pueden durar casi un año.
3. Fármacos anticolinérgicos:
Cuando has probado antitranspirantes y tratamientos como la iontoforesis y el Botox y no han funcionado, tu médico puede recomendarte un medicamento recetado como los fármacos anticolinérgicos. Los fármacos anticolinérgicos orales detienen la activación de las glándulas sudoríparas, pero no son para todo el mundo porque pueden tener efectos secundarios como visión borrosa, palpitaciones, sequedad de ojos, sequedad de boca y dificultad para orinar.
4. Cirugía:
Es posible que hayas visto a cirujanos plásticos anunciando procedimientos quirúrgicos para la sudoración excesiva. La cirugía sólo se recomienda para personas con hiperhidrosis grave que no ha respondido a otros tratamientos. Durante la cirugía, el médico puede cortar, raspar o succionar las glándulas sudoríparas.
Otra opción quirúrgica es la simpatectomía torácica endoscópica (ETS), en la que el cirujano realiza incisiones muy pequeñas y corta los nervios de la axila que normalmente activan las glándulas sudoríparas. Este procedimiento es muy eficaz, pero sólo se utiliza como último recurso en personas que han probado todos los demás tratamientos. La HTA es irreversible y puede dejar cicatrices. Un efecto secundario con el que tienen que lidiar casi todos los que se someten a la HTA es la sudoración compensatoria, que es cuando el cuerpo deja de sudar en una zona, pero empieza a sudar en otra (como la cara o el pecho) para compensar.
5. Sistema MiraDry. Realizado en la consulta del médico, este procedimiento utiliza energía térmica (calor) que se dirige a las glándulas sudoríparas y odoríferas de la axila y las elimina. Una vez destruidas las glándulas, no vuelven a crecer.
4 Pasos que puedes dar en casa para controlar la sudoración intensa
Mientras pruebas diferentes antitranspirantes, o cualquier otro tratamiento que te recomiende tu médico, también puedes incorporar algunas de estas soluciones caseras para ayudar a reducir la sudoración.
No lleves ropa pesada que atrape el sudor. En su lugar, usa tejidos ligeros y transpirables, como el algodón y la seda. Lleva una camiseta extra cuando sepas que vas a hacer ejercicio o estar al aire libre con el calor. Los pies también pueden sudar, así que usa calcetines que absorban la humedad (la lana merina y el polipropileno son buenas opciones).
Dúchate o báñate todos los días con un jabón antibacteriano para controlar las bacterias que pueden habitar en tu piel sudorosa y causar olores. Sécate completamente después, y antes de aplicar el antitranspirante.
Utiliza forros para las axilas y plantillas para los zapatos para absorber el sudor y que no se estropee la ropa ni empiece a oler.
No pidas un burrito doble de jalapeños con una margarita en tu restaurante mexicano favorito. Tanto los alimentos picantes como el alcohol pueden hacerte sudar, al igual que las bebidas calientes como el té y el café.