El esmegma es una sustancia espesa, blanca y cursi que se acumula bajo el prepucio del pene. Es más común en los hombres no circuncidados que no limpian bien esa zona. Las mujeres también pueden tener esmegma en la zona vaginal.
Es normal tener algo de esmegma. Y normalmente no es un problema de salud, pero pueden crecer bacterias en él y oler mal. Esas bacterias también pueden hacer que la cabeza del pene se hinche y duela.
Mantener el pene o la vagina limpios es la mejor solución.
¿Qué contiene el esmegma?
Unas glándulas diminutas llamadas glándulas sebáceas en el pene y la vagina liberan esmegma para lubricar estas zonas. Está formado por una combinación de aceites grasos, células cutáneas desprendidas y humedad como el sudor.
En los hombres, el esmegma se acumula entre el prepucio y la cabeza del pene. En las mujeres, puede acumularse entre los pliegues de la vulva y alrededor del clítoris.
Es normal tener algo de esmegma. Pero si no te lavas con cuidado, puede empezar a acumularse bajo el prepucio y la cabeza del pene, así como dentro de la vagina.
El esmegma y la salud
Las bacterias pueden acumularse en el esmegma y hacer que la cabeza del pene se enrojezca e inflame, lo que los médicos llaman balanitis. A veces la balanitis tensa el prepucio y hace que sea difícil retraerlo. Si hay enrojecimiento, hinchazón o mal olor, ponte en contacto con tu médico inmediatamente. Llama también a tu médico si te resulta difícil o imposible retraer el prepucio.
Los expertos solían pensar que las sustancias presentes en el esmegma provocaban cáncer de pene. Ahora saben que esto no es cierto, pero la irritación que provoca el esmegma podría aumentar el riesgo de padecer este cáncer. Aun así, este tipo de cáncer es poco frecuente tanto en hombres circuncidados como no circuncidados.
Consejos de limpieza
Una buena higiene es la mejor manera de prevenir la acumulación de esmegma. Lávese el pene o la zona vaginal con agua tibia una vez al día. Los hombres que aún tienen el prepucio deben limpiarse suavemente por debajo de él.
No es necesario que utilices jabón, pero si lo haces, usa uno suave para no irritar la sensible piel de los genitales. No restriegues, ni utilices limpiadores fuertes, ni apliques jabón más de una vez al día. Evita también los limpiadores perfumados o los polvos de talco, que pueden ser irritantes.
Como los niños pequeños también pueden tener esmegma, los padres deben lavar el pene suavemente con agua tibia todos los días. No intentes limpiar por debajo del prepucio en un bebé o niño pequeño. Durante los primeros años de vida, el prepucio está unido a la cabeza del pene por una membrana. Tirar con demasiada fuerza podría causar dolor, y podría dañar el pene.
Si te lavas todos los días y sigues notando una secreción cursi o mal olor, acude a tu médico.