Disforia de género: el género asignado frente a la identidad de género

La disforia de género es una afección que provoca angustia y malestar cuando el género con el que te identificas entra en conflicto con el sexo que te asignaron al nacer. Es posible que te hayan asignado un sexo masculino al nacer pero que te sientas mujer, o viceversa. O puedes creer que no eres de ninguno de los dos sexos, o algo intermedio o fluido.

Esta desconexión entre la forma en que la sociedad te considera y cómo te sientes física y mentalmente puede causar una gran angustia, ansiedad y depresión. La disforia de género solía llamarse "trastorno de identidad de género". Pero no es una enfermedad mental.

La disforia de género no es lo mismo que la orientación sexual.

El término "no conforme con el género" incluye a las personas cuya identidad de género no es estrictamente femenina o masculina o se mueve entre ambas. Otros términos para ello son genderqueer, gender creative, gender independent, bigender, noncisgender, nonbinary y third sex.

Síntomas y diagnóstico

Tienes disforia de género si tienes angustia o problemas persistentes sobre tu género asignado que duran 6 meses o más.

En los niños, estos síntomas incluyen al menos seis de los siguientes:

  • Insistir o desear fuertemente el género que difiere del asignado al nacer

  • Querer llevar la ropa del género con el que se identifican

  • Preferir fuertemente a los amigos del... género... con el que se identifican

  • Preferir fuertemente los juguetes, actividades y juegos típicamente dirigidos al género con el que se identifican

  • Preferencia por los roles de género cruzado durante el juego o la simulación

  • Rechazar juguetes, juegos y actividades masculinas o femeninas que no coinciden con su identidad de género

  • Profunda aversión a los genitales con los que han nacido

  • Fuerte deseo de tener características sexuales, como pechos o pene, que coincidan con su identidad de género

En los... adolescentes... y adultos, el diagnóstico requiere al menos dos de estos rasgos:

  • Certeza de que su género no coincide con su cuerpo físico

  • Fuerte deseo de deshacerse de sus genitales y otros rasgos sexuales

  • Profundo deseo de tener las características sexuales del género con el que se identifican

  • Fuerte deseo de ser un género diferente

  • Fuerte deseo de ser tratado como un género diferente

  • Profunda convicción de que sus sentimientos y reacciones son típicos de su identidad de género

Los niños o los adultos podrían vestirse y presentarse como el género que creen que son.

Disforia de género no diagnosticada o no tratada

La disforia de género no es una enfermedad. Pero la angustia que provoca puede estar relacionada con problemas de salud mental, como trastornos de ansiedad, esquizofrenia, depresión, trastornos por abuso de sustancias, trastornos alimentarios e intentos de suicidio. Algunas estimaciones dicen que 7 de cada 10 personas con disforia de género tendrán algún otro diagnóstico de salud mental en su vida.

Tratamiento

El objetivo no es cambiar lo que la persona siente sobre su género. En cambio, el tratamiento consiste en abordar su angustia y otros daños emocionales.

La terapia de conversación con un psicólogo o psiquiatra es una parte fundamental del tratamiento de la disforia de género. Muchas personas también deciden tomar al menos algunas medidas para adecuar su aspecto físico a cómo se sienten por dentro. Pueden cambiar su forma de vestir o elegir un nombre diferente. También pueden tomar hormonas y otros medicamentos o someterse a una intervención quirúrgica. Los tratamientos incluyen:

  • Bloqueadores de la pubertad. Son hormonas que suprimen los cambios físicos de la pubertad. Para alguien que es una mujer asignada, los bloqueadores pueden retener el crecimiento de los senos.

  • Hormonas. Los adolescentes o los adultos pueden tomar las hormonas sexuales... estrógeno... o testosterona para desarrollar rasgos del sexo con el que se identifican.

  • Algunas personas deciden someterse a una cirugía de reasignación de sexo o de afirmación del género tras un año de tratamiento hormonal. Esto solía llamarse operación de cambio de sexo. Los expertos recomiendan la cirugía sólo después de los 18 años y después de que la persona haya vivido en su género deseado durante 2 años.

Con la ayuda de terapeutas y médicos, las personas pueden elegir el tratamiento que más les conviene. Eso puede depender en parte de si están satisfechos con su nuevo papel social, de los efectos secundarios hormonales y de si quieren cambios quirúrgicos.

Tras la transición al género deseado, la persona puede beneficiarse de la terapia. Es posible que los amigos, la familia y otras personas no comprendan o apoyen del todo los cambios. La persona también tendrá que seguir viendo a su médico para la terapia hormonal y la transición.

Los niños y la disforia de género

Los niños de tan solo 2 años pueden empezar a mostrar comportamientos de género cruzado. No todos ellos seguirán sintiendo disforia de género hasta la adolescencia o la edad adulta. Los niños que expresan una fuerte opinión de que están en el género equivocado (como un niño que dice: "Soy una niña") tienen más probabilidades de convertirse en adultos transgénero.

Los expertos aconsejan que tome la iniciativa de su hijo. Deje que su hijo sea quien es, y busque ayuda si usted o su hijo la necesitan.

Si la disforia de género se prolonga más allá de la pubertad, los estudios demuestran que el joven probablemente seguirá sintiéndose así. Para ellos, su sentido interno del género no es una elección. Es lo que son, y necesitan apoyo profesional y social.

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