Vientres de alquiler sexuales: Qué hacen y cuándo acudir a uno

La sustitución sexual es una práctica terapéutica diseñada para ayudar a una persona a sentirse más cómoda con el sexo, su cuerpo y/o las habilidades emocionales y físicas que necesita para la intimidad.

El cliente trabaja junto con un terapeuta sexual autorizado y un sustituto sexual, o pareja sustituta. Mientras que otras formas de terapia sexual no incluyen la posibilidad de contacto físico o intimidad, la subrogación sexual sí lo hace.

La subrogación sexual es una forma de terapia controvertida y comúnmente malinterpretada. Debido a sus posibles complicaciones éticas y legales, no se ha publicado ninguna investigación sobre la sustitución sexual. Pero hay pruebas anecdóticas de que puede ser una parte eficaz de la terapia sexual para algunas personas.

Otros nombres para la subrogación sexual

Otro término para referirse a la subrogación sexual es terapia de pareja subrogada (SPT). Los sustitutos sexuales también reciben el título de pareja subrogada.

Mitos y conceptos erróneos sobre la subrogación sexual

El mayor mito que rodea a la subrogación sexual es que es una forma de prostitución... Pero hay diferencias importantes. Las trabajadoras del sexo se centran únicamente en dar satisfacción sexual a un cliente. Sin embargo, el objetivo de las parejas de alquiler no es la satisfacción o la estimulación sexual, sino ayudar a la persona a superar los problemas que tiene en relación con el sexo y la intimidad, ya sean físicos, sociales o emocionales. Pueden centrarse en áreas como la relajación, la comunicación y el entrenamiento de habilidades sociales. En algunos casos, las parejas de alquiler nunca tienen contacto físico con su cliente.

Sin embargo, la legalidad de la terapia de pareja sustituta es complicada. No hay leyes específicas que lo prohíban. Pero las principales organizaciones profesionales en los campos de la psicología y el trabajo social también se han abstenido de hacer ninguna declaración oficial sobre la ética de la remisión de parejas sustitutas... Mucha gente está de acuerdo en que la clave es trabajar con un terapeuta sexual autorizado que pueda guiar el proceso.

La International Professional Surrogates Association, una organización profesional para quienes se dedican a la terapia de pareja subrogada, "garantiza que sus miembros reciben formación, adquieren competencia y mantienen un código ético específico".

Algunas personas creen que las parejas sustitutas sólo deben formar parte de la terapia para personas con limitaciones físicas que afectan a su vida sexual. Sin embargo, la TSP puede tratar una gran variedad de problemas.

Cómo funciona la sustitución sexual

La subrogación sexual implica un equipo de tres personas: el terapeuta sexual, el sustituto sexual y el cliente.

La terapia de pareja subrogada comienza cuando un terapeuta autorizado determina con su cliente que sus objetivos se cumplirían mejor con la ayuda de un sustituto sexual. Podrían recomendar este enfoque para ayudar con varios tipos de condiciones:

  • Discapacidad física o mental

  • Ansiedad o temores en torno al sexo y la intimidad

  • Dismorfia corporal

  • Cuestiones de identidad sexual

  • Afecciones como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o el vaginismo, un problema con los músculos de la vagina

  • Traumatismo sexual

Más recientemente, algunos expertos han propuesto la TSP como una herramienta potencial para ayudar a las personas que se han sometido recientemente a una cirugía de confirmación de género.

Dependiendo del objetivo, el terapeuta autorizado y el cliente trabajan con el sustituto para diseñar experiencias terapéuticas. Según la Asociación Internacional de Sustitutos Profesionales, estas experiencias incluyen el trabajo en pareja de la relajación, la comunicación efectiva, el contacto sensual y sexual, y las habilidades sociales.

El terapeuta sexual mantiene un papel activo durante todo el proceso. En el acuerdo más habitual, el terapeuta se reúne con el cliente y la madre de alquiler, de forma independiente, cada semana. Después de estas reuniones, el cliente se reunirá con el sustituto. Cuando el proceso de terapia concluye, la relación entre el cliente y la pareja sustituta también termina, lo que permite que no haya más contacto.

Consejos de seguridad y consideraciones especiales

Si cree que la terapia de pareja sustituta podría ser una buena opción para usted, hable con un terapeuta sexual autorizado sobre esta posibilidad. Sólo debe seguir esta terapia con la orientación de un profesional cualificado, nunca por su cuenta. Utiliza sólo referencias de confianza que mantengan un estricto código ético de conducta.

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