Sexo al límite: ¿Qué significa?

El edging es un método para alargar el tiempo que se tarda en llegar al orgasmo, para uno o ambos miembros de la pareja. Aunque normalmente se considera una técnica para que los hombres duren más, cualquiera puede beneficiarse del edging. Los miembros de la pareja aprenden a comunicarse y a detener completamente la estimulación sexual antes del orgasmo. Pueden explorar otras formas de tocarse, permitiendo que la pareja se enfríe antes de continuar. Esto no sólo retrasa el clímax, sino que puede hacer que los orgasmos sean más intensos cuando finalmente se producen.

Si quieres explorar el edging durante el sexo, la comunicación con tu pareja es clave. Saber cuántos ciclos de provocación pueden soportar y cómo tocarlos durante una fase de enfriamiento es vital para el éxito?

Mitos y conceptos erróneos

Algunas condiciones médicas afectan a la eyaculación (la descarga de semen del pene). No hay que confundirlas con el edging:

  • La eyaculación precoz se produce cuando se alcanza el orgasmo muy rápidamente. Las causas van desde los rasgos genéticos hasta la ansiedad. Le ocurre hasta al 40% de las personas con pene en algún momento.

  • El orgasmo retardado, o anorgasmia, es cuando no se puede alcanzar el orgasmo... en absoluto. Esta condición es rara y no se entiende bien?

  • La eyaculación retrógrada se produce cuando los músculos de la uretra no se contraen correctamente, lo que hace que el semen se devuelva a la vejiga. Se conoce como orgasmo seco porque el clímax se alcanza sin eyaculación visible. Puede ser el resultado de un daño nervioso relacionado con otras enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinsons, las lesiones de la médula espinal y algunas cirugías.

Por otro lado, el "Edging" es una forma segura y saludable de explorar el sexo. No causa ninguna afección ni efectos secundarios. Puede aumentar la satisfacción, independientemente del género o la orientación sexual, y puede practicarse solo o durante el sexo con la pareja. El edging puede centrarse en uno o ambos miembros de la pareja y puede utilizarse para aumentar la comunicación y la intimidad.

Cómo explorar el Edging

En primer lugar, decide si quieres probar el edging sola o con una pareja. Sea cual sea la forma en que quieras probarlo, recuerda que conocer tu cuerpo siempre es algo bueno. Los orgasmos más intensos son la guinda del pastel.

Por tu cuenta

Puedes utilizar las manos o los juguetes para explorar el borde. Independientemente de la forma en que lo hagas, muévete lenta y deliberadamente, prestando atención a las señales de tu cuerpo. Cuando sientas que estás a punto de llegar al orgasmo, es la señal para reducir la velocidad o parar por completo. El siguiente paso es enfriar y descansar hasta un punto en el que el orgasmo no se apodere de ti. Intenta respirar profundamente o pasar las manos por tu piel. Deja que tu cuerpo disfrute simplemente de una forma diferente de tacto. Piensa en lo que te acercó al orgasmo y observa cómo se siente tu cuerpo. Cuando estés preparada, puedes volver a empezar y realizar tantos ciclos como quieras.

Con la pareja

En la relación con la pareja pueden intervenir las manos, la boca, los órganos sexuales y los juguetes. Hablad de cómo señalar cuando uno de los dos necesita un descanso. Puede ser una palabra o un gesto, lo que mejor funcione. Experimenten con el cambio de posiciones o de intensidad cuando uno de los dos se acerque al orgasmo. Pasad del sexo pentrativo al tacto, o de la estimulación oral al uso de un juguete. Podéis empezar con un par de ciclos de estimulación, y luego ir subiendo hasta el número que queráis. Utilizad el masaje sensual entre vosotros durante los descansos. Cuantos más ciclos realices, más sangre fluirá hacia tu zona pélvica. Esto ayuda a aumentar la excitación y puede conducir a orgasmos más potentes.

El "edge" te permite explorar nuevas áreas de tu relación, encontrar nuevas formas de complacerte a ti mismo y a tu pareja, y te proporciona orgasmos más potentes. Permitirse relajarse en las sensaciones del sexo -en lugar de limitarse a trabajar para llegar al orgasmo- puede abrir la puerta a una relación más juguetona y espontánea, acercarte emocionalmente a tu pareja y ayudarte a ser un mejor amante...

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