Todo el mundo tiene momentos en los que tiene ganas de sexo y otros en los que prefiere no hacerlo. Pero si tiene una pérdida persistente de interés en el sexo y una libido baja o nula, puede tener un trastorno del deseo.
También llamado trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH), esta condición es muy común. Puede ser un problema que sólo ocurre durante un tiempo, o puede ser algo con lo que se ha lidiado de por vida. Su médico o terapeuta puede ayudarle a tratar el trastorno del deseo y a tener una vida sexual más satisfactoria.
¿Qué es un trastorno del deseo?
El trastorno del deseo es una falta persistente de deseo físico por el sexo y una falta de actividad sexual, o incluso pensamientos o fantasías sexuales que le causan angustia. En el caso de los hombres, los síntomas del trastorno del deseo deben persistir durante al menos 6 meses.
Algunas personas también pueden sufrir un trastorno de aversión sexual (TAS), en el que sienten aversión a cualquier contacto sexual con su pareja.
Cómo saber si se tiene un trastorno del deseo?
Su médico puede diagnosticar su trastorno del deseo basándose en sus síntomas. Le preguntarán si:
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Su deseo es menor que en el pasado
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Su falta de deseo le causa angustia
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Tu falta de libido o de actividad sexual te causa problemas en tu relación o vida amorosa
Los síntomas del trastorno del deseo pueden incluir:
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Baja libido
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No hay fantasías sexuales ni pensamientos sexuales
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Evitar las relaciones sexuales o el contacto genital con su pareja
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Angustia ante la idea de mantener relaciones sexuales
La angustia por la falta de libido y actividad sexual es el signo más importante. Si su falta de interés por el sexo no le preocupa a usted ni a su pareja, entonces no se trata de un trastorno.
Su médico descartará cualquier causa médica o de consumo de sustancias. También puede determinar si su falta de deseo se debe a problemas de salud mental o a una nueva relación sexual.
Los hombres que tienen un trastorno del deseo pueden acudir al médico porque tienen una disfunción eréctil (DE). El médico puede hacer pruebas para detectar un nivel bajo de testosterona (T baja), que puede causar una disminución del deseo sexual. Los hombres pueden sentirse más cómodos hablando con su médico sobre la disfunción eréctil que sobre la pérdida de libido, debido al estereotipo común de que los hombres nunca pierden el deseo sexual.
Quién padece el trastorno del deseo?
El trastorno del deseo afecta tanto a mujeres como a hombres, y a personas de cualquier sexo, sexualidad o edad. Sin embargo, es más común en las mujeres que en los hombres.
Algunas estimaciones dicen que 1 de cada 10 mujeres tiene TDSH, y hasta el 32% de las mujeres y el 15% de los hombres pueden experimentar una pérdida de deseo que dura varios meses. El TEDS es mucho más raro.
Qué causa el trastorno del deseo?
Muchas condiciones físicas o emocionales comunes podrían causar el trastorno del deseo:
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Desequilibrio químico: Los niveles de las sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores pueden estar apagados, lo que altera el deseo y la función sexual.
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Salud mental:Ansiedad, depresión, estrés, problemas de imagen corporal, baja autoestima o abusos sexuales o físicos en el pasado.
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Problemas de relación: Peleas con tu pareja, falta de confianza en tu pareja
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Problemas de sueño: Estás demasiado cansado para el sexo
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Hormonales: Niveles bajos de hormonas sexuales como la testosterona o la hormona tiroidea, o la menopausia en las mujeres
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Efectos secundarios de la medicación:Antidepresivos, ansiolíticos, tratamientos para el dolor, antipsicóticos, quimioterapia, medicamentos para la presión arterial, fármacos contra el cáncer que suprimen las hormonas
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Enfermedades gastrointestinales: Enfermedad inflamatoria intestinal (EII), enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa (CU) o los medicamentos utilizados para tratar estas enfermedades
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Otras enfermedades físicas:Diabetes, cáncer, incontinencia urinaria, esclerosis múltiple (EM), enfermedad cardíaca, enfermedad tiroidea, enfermedad de Addisons, enfermedad de Cushings, lesiones cerebrales del lóbulo temporal, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular, VIH
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Maternidad:Embarazo, parto y alumbramiento o lactancia.
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Envejecimiento: Algunas personas pierden la libido o el deseo de tener relaciones sexuales en la edad avanzada
La histerectomía no provoca el trastorno del deseo en las mujeres, según las investigaciones. De hecho, las mujeres que se someten a una histerectomía pueden tener el mismo o incluso mejor deseo y función sexual después de la operación.
Qué se puede hacer para tratar el trastorno del deseo?
Hable con su médico si cree que tiene síntomas de trastorno del deseo. Ellos pueden sugerir o prescribir tratamientos o remitirte a un terapeuta sexual o a un consejero de relaciones.
Estos son algunos de los posibles tratamientos para el trastorno del deseo:
Ejercicios de Kegel. Tanto las mujeres como los hombres pueden mejorar el flujo sanguíneo, la sensación y la función sexual en sus genitales con ejercicios de kegel o del suelo pélvico. El médico puede enseñarle a localizar los músculos adecuados y a apretarlos y relajarlos en repeticiones. Intente hacer series de 10-15 ejercicios de kegel tres veces al día.
Estilo de vida saludable. El ejercicio puede mejorar tu estado físico, tu estado de ánimo y tus niveles de energía. Si el estrés ha mermado tu deseo, busca formas de relajarte, como los ejercicios de respiración, la meditación o simplemente dormir más. Reduzca el consumo de alcohol, no fume y deje de consumir drogas.
La masturbación, la experimentación con juguetes sexuales o vibradores, el visionado de pornografía o la lectura de material erótico pueden ayudarle a aumentar su deseo sexual.
La terapia puede tratar el trastorno del deseo causado por problemas de salud mental o de relación:
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La psicoterapia, la terapia de pareja o la terapia sexual le permiten hablar de los síntomas del trastorno del deseo con un profesional que puede ayudarle a abordar los problemas de salud mental. Su terapeuta puede asignar juegos sexuales previos o técnicas sexuales para ayudarle a usted y a su pareja a tener una vida sexual más satisfactoria.
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La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede tratar el trastorno del deseo causado por la depresión, la ansiedad u otros trastornos mentales. El terapeuta le ayuda a centrarse en los pensamientos negativos relacionados con el sexo y a aprender a manejarlos. La TCC también puede incluir la masturbación para ayudar a los hombres a mantener la erección hasta la eyaculación.
Los medicamentos pueden ayudar a tratar los síntomas del trastorno del deseo, aumentar la libido o mejorar la función sexual. La FDA ha aprobado dos medicamentos más recientes para tratar el trastorno del deseo en mujeres premenopáusicas:
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La flibanserina (Addyi) es una píldora que se toma una vez al día. La flibanserina reequilibra los neurotransmisores, o sustancias químicas del cerebro, para restablecer la excitación y el deseo sexual.
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La bremelanotida (Vyleesi) se autoinyecta bajo la piel al menos 45 minutos antes de tener relaciones sexuales. Mejora el deseo sexual y alivia la angustia asociada al trastorno del deseo.
Los tratamientos hormonales pueden mejorar la libido y la función sexual en mujeres y hombres:
Estrógenos. En el caso de las mujeres posmenopáusicas, las cremas, anillos o comprimidos de estrógeno que se introducen en la vagina pueden mejorar el tono muscular, la flexibilidad, el flujo sanguíneo y la lubricación para que las relaciones sexuales sean más cómodas o placenteras. El estrógeno también puede hacer que el clítoris o la vagina sean más sensibles y mejorar la excitación.
Testosterona. Los hombres con trastorno del deseo pueden beneficiarse de la testosterona en gel, parche cutáneo, inyección o comprimidos de liberación lenta (Testorel). La testosterona adicional puede ayudar a los hombres a aumentar el deseo o los pensamientos sexuales. La testosterona se ha estudiado en mujeres posmenopáusicas y se ha demostrado que mejora el deseo, la fantasía, el orgasmo y la satisfacción sexual.
La DHEA-S, otro suplemento hormonal, puede aumentar el deseo sexual en las mujeres posmenopáusicas, así como en las mujeres en tratamiento con tamoxifeno para el cáncer de mama.
Otros medicamentos. Los estimulantes como la anfetamina o el antidepresivo buproprion, un inhibidor de la recaptación de norepinefrina y dopamina (NDRI), podrían aumentar el deseo sexual.
Se dice que hierbas como el yohimbe y la raíz de ginseng mejoran el deseo, pero no hay pruebas científicas de que estos suplementos funcionen realmente.