¿El sexo importa? Jugando a ser Cupido

De los archivos de la doctora

P: ¿Cómo puedo convertir el día de San Valentín en una cita romántica que valga la pena recordar?

R: Puedo sugerir una serie de consejos para aprovechar al máximo el 14 de febrero. El más importante, sin embargo, es hacer de la fiesta una celebración de su relación.

En primer lugar, esté atento a la imagen que su pareja tiene de San Valentín. A algunas parejas les gusta compartir una cena romántica, otras intercambian tarjetas de felicitación, otras quieren regalar y lucir lencería sexy.

Puede que el Día de San Valentín haya evolucionado hacia la idea de que los hombres compren a las mujeres muchas joyas, flores, dulces y lencería, pero creo que una experiencia compartida, en la que las mujeres den tanto como los hombres, es el mejor enfoque. Aun así, habla de tus expectativas románticas de antemano para minimizar la decepción. Las ideas divergentes pueden provocar un pequeño desengaño.

A continuación, crea un plan. Cuando salía con mi futuro marido, una de mis actividades favoritas para el día de San Valentín era crear una búsqueda del tesoro en la que él conducía de un lado a otro, encontrando pequeños regalos y pistas sobre el lugar al que debía ir. Al final, se encontraba en un destino donde yo tenía una buena comida, bebidas y música romántica.

Pero no siempre debe ser uno de los cónyuges el que invite al otro. Hagan turnos. Alterne los años en cuanto a quién se encarga de crear el ambiente. Así, dos conjuntos de planes bienintencionados no chocan entre sí, estropeando el resultado.

Si ambos trabajan muchas horas, considera la posibilidad de celebrarlo el fin de semana anterior. El Día de San Valentín cae el 14 de febrero, pero no hay razón para limitarse a ello: el objetivo es compartir un momento especial. Si tienes hijos pequeños, acuéstalos pronto e intercambia regalos, aunque sea una sola rosa y una tarjeta.

Para las parejas que pasan por momentos poco estelares, como una enfermedad grave o contratiempos laborales, lo más romántico es apoyarse mutuamente. Es difícil que las personas se tranquilicen a sí mismas y a la vez ofrezcan apoyo a sus parejas. El amor maduro hace ambas cosas, y me gustaría que más tarjetas de San Valentín reflejaran una sensibilidad de apoyo al compañero a largo plazo.

En cuanto a la intimidad sexual en la gran noche (o en la mañana, o en la tarde), pon una nota en el maletín, la fiambrera o la cartera de tu pareja con una lista de actividades sexuales que te gustaría ofrecer cuando os reunáis más tarde. Él o ella puede devolverle la nota (¡con sus opciones!) y así podréis seguir adelante. O considere la posibilidad de utilizar aceites de masaje, juguetes sexuales (incluso una pluma puede ser muy excitante) o vídeos para adultos para añadir chispa a la ocasión.

Aunque tengas problemas de libido, no le quites importancia a las fantasías. Utiliza estas imágenes en tu mente para pensar en esa dirección el día de San Valentín. Al fin y al cabo, es un día para el amor.

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