De los archivos del médico
Incluso los buenos amantes pueden caer en malos hábitos a veces. Estos seis hábitos pueden indicar que te estás perdiendo, cuando podrías estar disfrutando, durante el sexo. Cambiarlos puede hacer que tu vida sexual vuelva a zumbar.
No te gusta que tu amante te ofrezca consejos
Es clave decirle a tu amante lo que te gusta o quieres sexualmente. Pero la gente suele ignorar un "elefante en la habitación": un problema, una preferencia o una aversión tácita. Cuanto más lo evite, mayor será el impacto que tendrá.
¿Por qué los amantes evitan la sinceridad? "Les preocupa que la otra persona piense que es un bicho raro o que empiece a llorar o se sienta criticada", dice la doctora Madeleine M. Castellanos. Es psiquiatra del Albert Einstein College of Medicine y está especializada en terapia sexual.
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"Estate abierta a las sugerencias de tu amante", dice. Escucha y respeta sus ideas en lugar de enfadarte o molestarte.
Castellanos sugiere hacer una revisión cada 6 meses aproximadamente, porque la sexualidad evoluciona con el tiempo. Pregúntense: ¿Estamos contentos con nuestra vida sexual? ¿Qué deberíamos añadir a ella? Hay algún tema importante por ahí del que no hayamos hablado?
Eres un amante distraído
Ese no eres tú, extendiendo la mano a través de las sábanas para consultar tu smartphone, ¿verdad? Un signo de buen sexo es estar totalmente en el momento... mente y cuerpo.
"Es importante crear una escena que no interrumpa", dice el doctor Pepper Schwartz, profesor de sociología de la Universidad de Washington.
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"No dejes el teléfono encendido. No revises el correo electrónico. No envíes mensajes de texto. No seas una mamá que no cierra la puerta", dice Schwartz. Si tu mente divaga, céntrate en cómo te tocan o vuelve a centrarte en tu respiración.
No das ni recibes
El orgasmo es tu único objetivo? Te gusta recibir sexo oral pero no darlo? (¿O viceversa?)
Una cosa es que tú y tu pareja no necesitéis que todo en la cama sea igual. "No a todo el mundo le gusta el sexo oral, por ejemplo", dice Castellanos. "Pero si no haces algo porque no te puedes molestar o eres egoísta, eso es más problemático".
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Lo mejor es dar y recibir. "El placer sexual requiere equilibrar el egoísmo con la entrega desinteresada", dice.
Haces el amor con el piloto automático
Preparados, listos: besar, tocar aquí, acariciar allá, ponerse en posición...
Si tu amante puede predecir todos tus movimientos, puede que ambos os estéis perdiendo algo.
"Las parejas caen en un guión bastante rápido. Saben lo que funciona", dice Ian Kerner, asesor de sexualidad certificado y autor. El "sexo de confort", como él lo llama, puede ser estupendo. Pero un menú demasiado estable puede significar aburrimiento, lo que dificulta la excitación.
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Renueva tu menú sexual. A tu cerebro le encantan las cosas nuevas. "Con el tiempo puedes llegar a tu guión habitual, pero para el primer tercio del juego sexual, empieza con algo más excitante", dice Kerner. Sugiere utilizar juguetes sexuales, hacer juegos de rol, hablarle sucio al otro o probar nuevas posiciones.
No guías a tu amante
Si te quedas totalmente quieto y en silencio, tu pareja no puede tener mucha idea de lo que te agrada o de si va por buen camino. "Ser un buen amante es ser un buen comunicador", dice Kerner.
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Utiliza tus palabras, tus sonidos y tus movimientos para ayudar a tu pareja a saber qué quieres más o menos. Permítete gemir o suspirar. Deja que tus caderas se muevan.
Tus ideas de buen sexo se basan en el porno
Te preocupa que tus pechos no sean lo suficientemente "bonitos"? O tu pene no es lo suficientemente grande? O tu pareja no está teniendo un orgasmo "real" si no gime fuerte? Cada vez más, los terapeutas sexuales dicen que la gente se pregunta: "¿Qué me pasa?", basándose en lo que han visto en revistas o vídeos pornográficos.
"Mucha gente viene pensando que su relación o sus respuestas físicas o sus cuerpos no son normales", dice Castellanos. "Pero lo son. Sólo creen que no lo son porque lo comparan con lo que no es normal".
Esa ansiedad dificulta la excitación y el disfrute del sexo. Ejerce una presión inútil sobre ambos.
Arregla:
El porno puede ponerte de humor o enseñarte nuevas técnicas, dicen los expertos en sexo. Pero define el buen sexo por lo que ocurre en tu propia cama. Explora a tu pareja. Conoce su cuerpo, su respiración y su tensión muscular. Cuanto más se relajen y vean lo que funciona para el otro, más naturalmente desarrollarán una gran vida sexual.
La pregunta no debería ser: "¿Soy normal?". Sino: "¿Nos lo estamos pasando bien mi pareja y yo?".