De los archivos del médico
¿Quiere reducir el dramatismo insano de su relación? Puede hacerlo, una vez que sepa cómo desactivar las discusiones y las rencillas no resueltas.
Las peleas masivas y sin cuartel son malas para ti. Aceleran el corazón, causan estrés y pueden desencadenar problemas como las migrañas, dice el psicoterapeuta Jonathan Alpert. Por otro lado, aprender a tener buenas conversaciones mantiene tu relación sana.
He aquí seis maneras de asegurar que tu próxima discusión tenga un buen resultado.
Mantener la calma y seguir adelante
Si te hierve la sangre y apenas recuerdas lo que empezó la pelea, pide un tiempo muerto.
Es casi imposible ser lógico, y mucho menos empático, en un estado de exaltación, dice Alpert.
Retomen la discusión cuando ambos se sientan equilibrados.
Si no puedes bajar la voz, es posible que no estés preparado para mantener la conversación.
Conoce tu objetivo
Antes de sentarte a hablar, Alpert recomienda que te preguntes: "¿Qué quiero conseguir aquí? Quiero herir a mi pareja o trabajar para lograr una resolución?".
Céntrese en encontrar una solución positiva desde el principio. Así es más probable que le escuche y se quede pensativo.
Las personas que se guardan sus sentimientos de enfado pueden ser más propensas a desarrollar problemas de salud como la presión arterial alta.
Cumplir con la tarea
Mantén tu argumento breve y centrado.
Deja el pasado en el pasado. No saques a relucir todos los problemas anteriores relacionados con el que estás discutiendo. En su lugar, resuelve una cosa a la vez, dice la psicoterapeuta Tina Tessina, PhD. Limita las declaraciones a dos o tres frases. Así no parecerá que intentas dominar la conversación y será más fácil que tu pareja entienda lo que dices.
Saber lo que necesitas
En lugar de criticar los hábitos o valores de tu pareja, sé específico, dice Tessina. Por ejemplo, diga: "Significaría mucho para mí que dejaras de usar el móvil durante la cena", en lugar de: "Creo que eres adicto a Facebook".
Además, evita palabras como "siempre" y "nunca". Generalizar en exceso es molesto y, además, suele ser falso, dice Tessina.
Consúltalo con la almohada
La falta de sueño hace que los conflictos sean más difíciles de resolver, según un estudio reciente. Si estás agotado o frito, no pasa nada por irte a la cama enfadado si ambos acordáis dejar las conversaciones en suspenso hasta el día siguiente, dice Alpert.
Pausa entre declaraciones
Hay que trabajar para cambiar la forma de comunicarse. Sugerencia: Discute un tema candente cuando no estés enfadado.
Deja que tu pareja haga una declaración sobre el problema, pero tómate al menos 10 minutos para pensar en lo que ha dicho antes de responder, dice el doctor Gerald Goodman, psicólogo y profesor emérito de la UCLA. A continuación, resume lo que ha dicho tu compañero y haz tu propia declaración. Ve y vuelve unas cuantas veces. Puede llevar varias horas o días, pero dará sus frutos.
¿Te resulta difícil hacer una pausa entre las declaraciones? Mis investigaciones demuestran que aprender a retrasar la respuesta ayuda a mantener la calma y a encontrar soluciones durante los conflictos importantes, dice Goodman.
Entre las pausas, aprovecha el tiempo para escuchar a tu pareja, dice Alpert. Cuanto más en sintonía estén, más fácil será resolver las peleas de forma rápida y justa.