Manténgase conectado
1/15
La intimidad con la pareja es uno de los mayores placeres de la vida. Pero un problema de salud a largo plazo puede acabar con el placer del sexo. Puede que no quieras tenerlo, que no te excites lo suficiente o que tengas problemas para llegar al orgasmo. Saber cuál es el problema puede ser el primer paso para encontrar soluciones.
Diabetes
2/15
Un nivel alto de azúcar en la sangre daña los vasos sanguíneos y los nervios con el tiempo. Esto puede dificultar el flujo de sangre a los órganos sexuales. Los hombres pueden tener problemas de erección y eyaculación. Las mujeres pueden tener pérdida de deseo, sequedad vaginal, relaciones sexuales dolorosas y problemas con el orgasmo. Si controlas tu diabetes, te mantienes activo y comes bien, puedes mantener a raya los problemas sexuales y de otro tipo. Si siguen ocurriendo, coméntaselo a tu médico.
Enfermedades del corazón
3/15
Como en el caso de la diabetes, el problema es el daño a los vasos sanguíneos que puede provocar problemas sexuales. Y algunos medicamentos, como los de la presión arterial alta, también pueden causar problemas. Los cambios en el estilo de vida -especialmente en la dieta y la forma física- pueden suponer una gran diferencia. Si ha sufrido un infarto y le preocupa que las relaciones sexuales puedan desencadenar otro, pregunte a su médico cuándo puede volver a ser sexualmente activo.
Depresión
4/15
Tu mente y tu cuerpo van de la mano. Uno de los síntomas de la depresión puede ser la disminución de tu deseo sexual. Si te sientes mal desde hace tiempo, díselo a tu médico o a un terapeuta. El tratamiento, que puede incluir una conversación con un consejero, cambios en el estilo de vida y medicamentos, puede ayudar. Algunos antidepresivos pueden disminuir el deseo y provocar problemas de erección en los hombres. Reducir la dosis o cambiar de medicamento puede ayudar.
Cáncer
5/15
El sexo puede ser lo último en lo que pienses cuando tengas cáncer. Pero cuando estás preparado para tener intimidad, la enfermedad y algunos de los tratamientos pueden dificultar esa posibilidad. La quimioterapia puede hacer que esté demasiado cansado o enfermo para tener relaciones sexuales. Las terapias hormonales pueden afectar a su deseo sexual. Y algunas cirugías pueden afectar a su imagen corporal. Conéctate de otras maneras hasta que estés preparada para el sexo.
Dolor crónico
6/15
Es difícil pensar en el sexo, y mucho más hacerlo, si tienes un dolor que no cesa. Si tus medicamentos no controlan bien el dolor, puede que tu médico tenga que cambiar la dosis o cambiar de medicamento. O el medicamento puede ser el problema. Algunos medicamentos para el dolor tienen efectos secundarios sexuales porque afectan al sistema nervioso. En cualquier caso, habla con tu médico.
Artritis
7/15
El dolor de las articulaciones y otros síntomas de la artritis pueden dificultar tu vida sexual. Pero aún puedes tener intimidad y estar cómodo si piensas con antelación:
-
Planifica el sexo para el momento del día en que normalmente te sientes mejor.
-
Toma tu analgésico al menos 30 minutos antes.
-
Apoya tus articulaciones con almohadas o sábanas enrolladas.
-
Utilice el masaje para calmar los músculos y las articulaciones doloridas y como juego previo.
-
Dormir la siesta antes del sexo si el cansancio es un problema.
Testosterona baja (T baja)
8/15
Los hombres que no producen suficiente testosterona, la hormona masculina, pueden sentir que su deseo sexual está en punto muerto. A veces se debe a un problema en las áreas del cerebro que indican a los testículos que deben producir testosterona. La diabetes de tipo 2 y las enfermedades hepáticas o renales también lo hacen más probable. Tu médico puede hacerte un análisis de sangre para comprobarlo. Los cambios en el estilo de vida y el cuidado de cualquier otra enfermedad que tenga pueden ayudar. Algunos hombres pueden necesitar un reemplazo de testosterona.
Menopausia
9/15
La menopausia natural, el momento de la vida de una mujer en el que los niveles de estrógeno descienden y la menstruación cesa, no es una condición médica. Pero la caída de estrógenos puede provocar sequedad y adelgazamiento vaginal. Eso puede hacer que el sexo duela. Los humectantes y lubricantes vaginales pueden ayudar. Una dosis baja de estrógeno que se pone dentro de la vagina revierte la sequedad y el adelgazamiento. Si también tienes sofocos, la terapia hormonal sustitutiva puede ser una opción. Habla con tu médico sobre los pros y los contras.
El VIH y el SIDA
10/15
El VIH afecta a la capacidad de tu cuerpo para producir hormonas. Esto incluye la testosterona y el estrógeno, lo que puede provocar problemas con el sexo y el deseo... Los medicamentos que mantienen el virus bajo control también pueden dificultar tu vida sexual. Los inhibidores de la proteasa están relacionados con la disfunción eréctil en los hombres. Tu médico puede sugerirte asesoramiento u otros tratamientos.
Esclerosis múltiple (EM)
11/15
La EM afecta a tu sistema nervioso. El deseo sexual comienza en el cerebro.? Éste envía mensajes al resto del cuerpo a través de los nervios que recorren la médula espinal. Si la EM daña estas vías, puede afectar al movimiento, la excitación y el orgasmo. También puede provocar cansancio y espasmos musculares. Pero puede haber tratamientos que te ayuden, así que cuéntale a tu médico lo que te ocurre.
Enfermedad de Parkinson
12/15
Como afecta al movimiento, el Parkinson puede dificultar las relaciones sexuales. También puede acarrear falta de deseo, dolor y problemas de orgasmo. Algunos de los tratamientos pueden provocar el problema contrario. Los medicamentos que aumentan los niveles de una sustancia química del cerebro llamada dopamina pueden dificultar el control de tus impulsos, lo que para algunas personas puede causar problemas, incluida la adicción al sexo. Es posible que tu médico tenga que ajustar tu dosis.
Pérdida del control de la vejiga
13/15
Esto es más común en las personas mayores, especialmente en las mujeres. La presión adicional en el vientre durante las relaciones sexuales puede hacer que pierdas orina. Es posible que evites la intimidad. Pruebe a cambiar de posición y a ir al baño antes de mantener relaciones sexuales. Consulte a su médico, ya que el tratamiento suele ser útil.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
14/15
Si tienes la enfermedad de Crohn o colitis, los síntomas digestivos (como la necesidad de ir mucho al baño), el dolor y la fatiga pueden entorpecer las relaciones sexuales. Es importante que tomes tus medicamentos según las indicaciones, incluso cuando los síntomas no sean graves, para que puedas seguir sintiéndote bien. Algunas personas necesitan una cirugía intestinal para que las heces se acumulen en una bolsa que se lleva fuera del cuerpo. Los grupos de apoyo o la terapia pueden ayudarle a adaptarse a estos cambios.
TEPT (trastorno de estrés postraumático)
15/15
El TEPT puede producirse si has sufrido o visto un suceso aterrador, como una agresión, un accidente de tráfico o un combate. Los síntomas incluyen flashbacks, que se sienten como si se reviviera el trauma. Si tiene TEPT, puede sentir miedo en lugar de placer. Un experto en salud mental con experiencia en TEPT puede ayudarle. La terapia de conversación y los medicamentos pueden tratarla con éxito.