De los archivos del médico
Las personas con esquizofrenia pueden tener dificultades para distinguir lo que es real y lo que no. Pueden ver cosas que no existen o tener creencias firmes que se alejan de la realidad. Entender la naturaleza de la esquizofrenia puede ayudar a los pacientes y a sus seres queridos a recuperar la sensación de control.
Culpar a la biología, no a la personalidad
Es crucial reconocer que la esquizofrenia es una enfermedad real, no un defecto de carácter, dice el doctor Philip D. Harvey, profesor de... psiquiatría... y ciencias del comportamiento en la Universidad de Miami. Con los avances en la investigación del cerebro, dice, "quedará claro que se trata de una enfermedad causada por factores biológicos".
Estudios recientes han demostrado que los cerebros de las personas que padecen el trastorno tienden a tener un aspecto y un funcionamiento diferentes a los de quienes no padecen la enfermedad mental. Los científicos sospechan que algunas de estas diferencias se desarrollan antes del nacimiento, aunque los síntomas no suelen aparecer hasta la juventud, entre los 16 y los 30 años.
Entender los síntomas
Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en tres grandes categorías: positivos, negativos y cognitivos.
Positivo no significa que algo sea bueno. Significa que alguien tiene aspectos hiperactivos y distorsionados del pensamiento. Los síntomas positivos incluyen:
Alucinaciones: ver u oír cosas que no son reales. La alucinación más común en la esquizofrenia es escuchar voces.
Delirios: creencias inamovibles pero falsas. Algunas personas creen que las siguen o las persiguen. Otros creen que son famosos o que tienen poderes sobrehumanos.
Los síntomas negativos son más sutiles. Pueden parecer signos de depresión. Por ejemplo, hablar con voz apagada y no encontrar placer en la vida cotidiana.
Las personas con síntomas cognitivos pueden tener problemas para concentrarse, recordar cosas o tomar decisiones. Esto puede dificultar el mantenimiento de un trabajo o la gestión de las actividades diarias.
"Es muy importante que la gente se dé cuenta de que los problemas cognitivos y la reducción de la motivación son síntomas de la enfermedad", dice Harvey, "y no signos de pereza".
Inicie el tratamiento de inmediato
Los médicos diagnostican la esquizofrenia cuando alguien tiene episodios psicóticos (alucinaciones o delirios) que no pueden ser explicados por el abuso de drogas u otras condiciones médicas.
Empezar a tomar un medicamento antipsicótico inmediatamente ofrece la mejor esperanza de controlar los síntomas.
"Cuanto más tiempo pase una persona sin tratamiento, mayor será el riesgo de que se produzcan daños en el cerebro y un mal resultado, afirma el Dr. Steven Jewell, profesor asociado de psiquiatría de la Universidad Médica del Noreste de Ohio.
Encuentre un terapeuta cualificado
"Siempre se hace hincapié en la medicación, pero es sólo una pieza del rompecabezas", dice Jewell. Es importante encontrar un terapeuta especializado en esquizofrenia, sobre todo cuando alguien no quiere recibir tratamiento.
"Los pacientes no entienden que están enfermos ni lo que hay que hacer al respecto. Esto hace que sea difícil mantenerlos motivados para seguir el tratamiento. El asesoramiento puede ayudar".
Una terapia eficaz enseña a los pacientes y a sus familias a conocer la enfermedad: "qué puede empeorarla, qué puede mejorarla y cómo afrontar las alucinaciones, dice Jewell.
Por ejemplo, la terapia puede ayudar a los pacientes a aprender a ignorar las voces que escuchan. El asesoramiento también debe abordar el abuso de sustancias y el retraimiento social, que son problemas comunes para las personas con esquizofrenia.
Entrenar el cerebro
Los medicamentos antipsicóticos son eficaces para reducir las alucinaciones y los delirios. Pero hacen poco por mejorar la concentración y la memoria.
Los investigadores siguen buscando los medicamentos adecuados para combatir estos síntomas, afirma Harvey. Mientras tanto, la terapia de remediación cognitiva o "entrenamiento cerebral" puede ayudar.
"Se trata de ejercicios diseñados para... entrenar el cerebro... para forzarlo a utilizar habilidades que podría no estar usando, dice Harvey. Amplían la memoria de trabajo y mejoran la velocidad de procesamiento. "Estas intervenciones realmente funcionan".
En un estudio, las personas con esquizofrenia recibieron terapia cognitiva, entrenamiento en habilidades para la vida o una combinación de ambas. Los que recibieron ambas cosas fueron los que más mejoraron su funcionamiento en casa y en el trabajo. Aprendieron a gestionar el dinero, a utilizar el transporte público y a adquirir habilidades sociales.
Ayudar a prevenir una recaída
Tres claves son:
Cumplir con la terapia.
Mantenga bajos los niveles de estrés. "Las herramientas que la mayoría de nosotros utilizamos a diario para... manejar el estrés... son igual de relevantes para alguien con esquizofrenia", dice Jewell.
No te saltes la medicación. Sigue con la dosis exacta prescrita por el médico, que suele ser la más baja necesaria para controlar los síntomas.
A veces, las personas con esquizofrenia sienten que se han recuperado de la enfermedad o no quieren medicarse. Dejar la medicación es una de las principales razones por las que sus síntomas vuelven a aparecer.
En casos como éste, Harvey sugiere utilizar medicamentos inyectables de acción prolongada que el paciente recibe cada 2-4 semanas. "Estos tienen una tasa de recaída muy baja", dice.
Mientras que los médicos o los familiares pueden no saber de inmediato si un ser querido deja de tomar las píldoras, pueden responder de inmediato si no se presenta a una inyección.
Si alguien muestra signos de recaída, Jewell recomienda manejar la situación con cuidado. "No se puede argumentar [a los pacientes] para sacarlos de un delirio: decirles que están equivocados sólo creará tensión", advierte. "Pero tampoco hay que decirles que tienen razón. Hay que encontrar la manera de ofrecerles apoyo" y hacer que vuelvan al tratamiento lo antes posible.