La esquizofrenia y sus genes

La esquizofrenia es un tipo de psicosis, lo que significa que no siempre se puede distinguir entre lo que es real y lo que es un pensamiento dentro de la cabeza. A veces se da en familias, y los expertos dicen que parte de la razón puede estar en tus genes.

Cómo se siente la esquizofrenia

Cuando tienes esquizofrenia, puedes tener alucinaciones, es decir, periodos en los que ves o escuchas cosas que no existen fuera de tu mente. También puede tener delirios, que son creencias que no están basadas en la realidad.

Otros síntomas que puedes tener son:

  • Pensamientos confusos basados en alucinaciones o delirios.

  • Problemas para hablar con claridad

  • Falta de comportamiento orientado a la consecución de objetivos

  • Problemas para pensar en la información o para prestar atención

  • Falta de interés en la vida cotidiana

  • Falta de higiene personal

  • Deseo de evitar a la gente, incluso a los amigos y a la familia

Normalmente, simplemente no sabes que tus pensamientos se han vuelto engañosos o paranoicos, y suelen ser los amigos, la familia o los profesionales de la salud quienes deben señalarlo e intentar guiarte hacia el tratamiento.

Una combinación de medicación, terapia de conversación y otros apoyos puede mejorar la salud mental y la calidad de vida de muchas personas con esquizofrenia. Hable con su médico si sospecha que hay síntomas en usted o en un ser querido.

Causas genéticas

Los expertos creen que puede haber una relación entre la esquizofrenia y tus genes, un código químico que heredas de tus padres y que vive en cada célula de tu cuerpo. Este código ayuda a determinar todo, desde el color de los ojos y la altura hasta partes de tu personalidad.

En algunos casos, un cambio en un solo gen -los científicos conocen al menos 10 posibles- puede aumentar el riesgo de padecer esquizofrenia entre cuatro y 50 veces, dependiendo del gen.

En otros casos, la causa puede ser la supresión de un determinado conjunto de genes. Por ejemplo, la "deleción 3q29" corta 21 genes específicos y aumenta el riesgo 40 veces.

Sólo una de cada 100 personas padece esquizofrenia. Pero de cada 100 personas con la deleción 3q29, unas 40 padecerán esquizofrenia. Otra deleción, la "22q11", aumenta el riesgo unas 30 veces.

Además, hay miles de pequeñas variaciones genéticas que aumentan el riesgo de esquizofrenia en cantidades mucho menores. Por sí solas, no suponen mucho, pero pueden empezar a sumarse si se tienen suficientes.

Los científicos pueden analizar sus genes para evaluar todas estas variaciones y poner los resultados en una "puntuación de riesgo poligénico". Las personas con las puntuaciones más altas tienen ocho veces más probabilidades de padecer esquizofrenia que las que tienen las puntuaciones más bajas.

Enlaces medioambientales

Tus genes no actúan solos. Hay una serie de cosas en tu entorno, como el estrés severo, los virus y los problemas de nutrición en el útero, que pueden "desencadenar" los genes que conducen a la esquizofrenia. Y los científicos siguen descubriendo nuevos vínculos con la esquizofrenia, como la pobreza y el abuso de sustancias.

La estructura del cerebro también puede afectar al riesgo. Por ejemplo, las partes del cerebro parecen tener un tamaño diferente en las personas con esquizofrenia. Las diferencias en la forma en que estas partes se conectan entre sí podrían comenzar incluso antes del nacimiento.

Y los cambios cerebrales que se inician en la pubertad también podrían desempeñar un papel en el desencadenamiento de delirios, alucinaciones y otros síntomas en algunas personas. Incluso la forma en que el cerebro utiliza ciertos agentes de señalización, como la dopamina, podría ser una causa de la enfermedad.

No obstante, independientemente de los antecedentes familiares, no hay ningún factor genético, ambiental o físico que garantice que se vaya a padecer esquizofrenia. Hable con su médico para saber más sobre sus factores de riesgo y dónde encontrar ayuda si empieza a notar síntomas.

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