Si tienes esquizofrenia y oyes voces, debes saber que no es un síntoma infrecuente en las personas que padecen esta enfermedad. Hasta el 80% de las personas diagnosticadas de esquizofrenia tienen también este síntoma.
Los médicos las llaman alucinaciones auditivas. Es como si alguien le hablara, pero no está allí. Las voces parecen muy reales y pueden distraer y estresar. Esto puede afectar a su calidad de vida en general. En casos graves, estas voces pueden desencadenar pensamientos de suicidio o violencia.
Aunque las voces desaparecen para algunos, para muchos nunca desaparecen del todo. Pero es posible aprender a manejarlas y recuperar el control de la vida cotidiana.
¿Qué tratamientos pueden ayudar a escuchar las voces?
Los medicamentos recetados y la terapia de conversación pueden ayudar.
Medicamentos. Los medicamentos antipsicóticos se prescriben comúnmente para la esquizofrenia y pueden ayudar de varias maneras. Los medicamentos pueden:
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Ayudarle a ignorar algunas de las críticas que pueda escuchar
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Haz que las voces sean menos aterradoras
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Hacer que las voces sean menos intrusivas o estén en tu cara
Disminuir el impulso de interactuar con las voces o escucharlas
Los medicamentos funcionan de forma diferente para cada persona. Dígale a su médico si no cree que su medicación le está ayudando. Puede que te cambien a otro o que te cambien la dosis. También puede probar una combinación de medicamentos.
También es importante dar a la medicación que estás tomando la oportunidad de hacer su trabajo. Si el médico dice que puede tardar 2 semanas, 3 meses o el tiempo que sea en hacer efecto, hay que dejar pasar ese tiempo antes de decidir probar otra cosa.
Terapia cognitivo-conductual (TCC). En este caso, un profesional de la salud mental le ayuda a analizar lo que significan las voces, cómo le hacen sentir y cómo controlan lo que piensa de sí mismo.
La TCC puede:
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Ayudarle a enfrentarse a ellas
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Ayudarte a construir el control sobre las voces
Disminuir la ansiedad por escuchar voces
Si no puedes ir en persona, busca opciones de telesalud. De este modo, podrás recibir ayuda desde la comodidad de tu casa. Si no estás seguro de cómo empezar, pregúntale a tu médico.
Terapia Avatar. Se trata de una nueva forma de terapia conversacional en la que se utiliza tecnología informática para crear un avatar, o versión animada, de las voces que escuchas. El avatar puede ser humano o no humano. También puede construirse para imitar el género, el tono y el acento de las voces que escuchas. El objetivo de la terapia con avatar es utilizar la forma generada por ordenador de tus voces para aprender formas de resistirlas y ganar más autocontrol. El terapeuta suele sentarse en otra habitación y está ahí para apoyarte si lo necesitas.
Algunos estudios a pequeña escala han demostrado que la terapia con avatar puede ayudar a que las voces aparezcan con menos frecuencia y a aliviar el estrés general. Pero se necesita más investigación para saber cuán efectiva es y los efectos a largo plazo. Este tipo de terapia puede ser adecuada para ti si sigues escuchando voces incluso con medicación. Suele durar 6 semanas, con sesiones de 30 minutos una vez a la semana.
Grupos de apoyo. Esto puede ayudarte a ponerte en contacto con otras personas que también oyen voces o viven con problemas similares relacionados con la esquizofrenia. Puedes crear una comunidad y encontrar apoyo, a la vez que compartes lo que te funciona para gestionar tu vida diaria con esta enfermedad. La Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI) es un buen recurso de apoyo.
Estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMT). Es un procedimiento indoloro y no invasivo en el que se coloca una bobina electromagnética en el cuero cabelludo, cerca de la frente. La bobina envía pulsos magnéticos que estimulan las células nerviosas de esta zona. Los expertos no están del todo seguros de cómo funciona, pero creen que afecta a las regiones del cerebro que controlan el estado de ánimo y la depresión. Las investigaciones sugieren que las sesiones de RTMS pueden ayudar a que las voces aparezcan con menos frecuencia y sean menos intensas. Incluso puede mantener las voces a raya hasta 3 meses después del tratamiento. Se necesita más investigación.
Cuáles son algunos consejos de autoayuda para la esquizofrenia?
Las formas en las que puede intentar controlar los efectos de las voces incluyen:
Buscar distracciones. Mantenerse ocupado o concentrarse en otra cosa para mantener la mente ocupada puede ayudar. Esto puede ahogar las voces o distraerte de ellas.
Las opciones incluyen:
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Rompecabezas o juegos
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Escuchar música
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Leer un libro
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Ver la televisión
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Escribir
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Tareas domésticas
Prueba varias cosas para ver qué te funciona mejor.
Vocalización. Hablar en voz alta puede ayudar a evitar que las voces inunden tus pensamientos y causen problemas. Además de hablar, puedes tararear melodías, cantar o leer en voz alta.
Lleva un diario. Anota cada vez que oigas voces, cómo te hacen sentir y qué efecto tienen en tu salud mental y física. Intenta anotar la fecha, la hora y el lugar. Anota lo que estabas haciendo justo antes de que empezaran las voces. Esto puede ayudarte:
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Reconocer un patrón si lo hay
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Construir la conciencia de sí mismo
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Encontrar lo que desencadena las voces
Compartirlo con tu médico o terapeuta también puede darles una mejor idea de la ayuda que necesitas.
Evita las drogas y el alcohol. Pueden empeorar los síntomas y desencadenar paranoia o alucinaciones visuales (cuando ves cosas que no existen). Las drogas y el alcohol también pueden afectar a la eficacia de la medicación antipsicótica.
Encuentre formas de relajarse. Los síntomas de la esquizofrenia tienden a empeorar si estás estresado. Prueba técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración consciente para controlar el estrés y reducir la ansiedad.
Sea asertivo. Si las voces están ganando el control de sus acciones y pensamientos, intente responder con confianza. Por ejemplo, puedes decir en voz alta: "Estoy demasiado ocupado para hablar ahora mismo" o "Puedo hablar después de las 7 de la tarde".
Practica la escucha selectiva. Las voces pueden ser a menudo positivas o negativas. Intenta prestar atención o participar sólo cuando las voces sean positivas. Esto puede requerir tiempo y práctica. Habla con tu médico o terapeuta si no estás seguro de cómo hacerlo.
Llama al 911 o dirígete al hospital más cercano si las voces se vuelven demasiado fuertes, malas o peligrosas.