La AR en hombres y mujeres: Diferencias en los síntomas y el tratamiento

No es su imaginación. Si nota que hay más amigas suyas que tienen artritis reumatoide que los hombres que conoce, las estadísticas lo corroboran. Alrededor de 1,5 millones de estadounidenses padecen artritis reumatoide, y el número de mujeres que la padecen es tres veces mayor que el de los hombres.

Además, la enfermedad actúa de forma diferente en cada sexo. Cuanto más sepas, mejor podrás controlarla.

Cómo afecta la AR a las mujeres

La artritis reumatoide suele afectar a las mujeres a una edad más temprana que a los hombres, y también puede ser más dura. En un estudio, los investigadores descubrieron que las mujeres con AR presentaban más síntomas y más graves. Además, las mujeres del estudio no obtuvieron tan buenos resultados cuando tomaron el mismo tratamiento que los hombres.

Al principio de la enfermedad, las mujeres con AR tienen menos probabilidades que los hombres de alcanzar la "remisión", lo que significa que no tienen síntomas.

El papel de las hormonas en las mujeres

Los médicos no están seguros del papel que desempeñan las hormonas sexuales en la AR. Algunas mujeres contraen la enfermedad en momentos en que sus hormonas sexuales cambian, como después del embarazo o antes de la menopausia. Si se está embarazada, la AR puede mejorar, pero puede volver a brotar después de tener al bebé. Todo esto sugiere una relación con las hormonas.

Si das el pecho, tienes menos probabilidades de padecer artritis reumatoide. Un estudio demuestra que las mujeres que dieron el pecho durante dos años o más redujeron a la mitad el riesgo de contraer la enfermedad.

Qué significa para ti?

Para cualquier persona con AR, sea hombre o mujer, la clave es empezar el tratamiento lo antes posible. Puede detener o ralentizar la enfermedad y prevenir el daño articular y complicaciones como la osteoporosis y las enfermedades cardíacas.

El tratamiento es más que una simple medicina. También ayuda si:

  • Se mantiene en un peso saludable

  • Dormir mucho

  • Haz del ejercicio un hábito

  • Descansa cuando lo necesites

  • Come alimentos saludables

Y no olvides pedir ayuda y apoyo cuando te canses. Haz saber a tus amigos y familiares cómo te sientes y qué necesitas de ellos.

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