Cuando la artritis reumatoide se dispara, es importante prevenir el daño a las articulaciones. Esté atento a los signos de problemas y aprenda los pasos para mantenerse sano.
Señales de daños en las articulaciones
Si tiene hinchazón y rigidez todos los días, es más probable que tenga daños que alguien que tiene estos síntomas con menos frecuencia.
Puedes tener daños aunque no sientas dolor, pero la hinchazón de la articulación es un signo fiable. También lo es una sensación de sensibilidad cuando se presiona.
Además, presta atención al tiempo que sientes las articulaciones rígidas por la mañana. Pregúntate al levantarte: "¿Cuánto tiempo tardaré en sentirme lo más suelto posible durante el día?". Cuanto más tiempo se sienta rígido, más probable es que su AR esté activa.
Cuando el revestimiento de tu articulación empieza a tener problemas, puede dar a tu articulación una textura blanda. Esto puede continuar incluso cuando no tenga un brote. Acuda a su reumatólogo si nota que esto ocurre.
Hábitos que ayudan
Como el tratamiento de la artritis reumatoide ha mejorado con los años, muchos expertos creen que la mayoría de las personas que la padecen ahora sufrirán menos daños en las articulaciones que antes. Tome estas medidas para mejorar sus probabilidades de evitar problemas a largo plazo.
Trátese a tiempo.
Gran parte de los daños que acaban siendo graves comienzan poco después de saber que se tiene AR. Cuanto antes comience el tratamiento, menores serán las posibilidades de tener problemas.
Visite a su médico con frecuencia.
Tendrá menos daños si acude a su reumatólogo varias veces al año.
Haz ejercicio.
Fortalece tus articulaciones. Tu médico o fisioterapeuta te ayudará a elaborar un plan que sea seguro y se adapte a tu estado físico.
Descansa cuando lo necesites.
Debes encontrar un equilibrio entre el tiempo de inactividad y el ejercicio. Asegúrate de no excederte cuando hagas ejercicio.
Utiliza un bastón en la mano opuesta a la cadera o rodilla dolorida.
Frena el desgaste de tus articulaciones.
Si fumas, deja de hacerlo.
Habla con tu médico para que te aconseje cómo acabar con el hábito del tabaco.