Los síntomas más comunes de todos los tipos de artritis reumatoide juvenil, también llamada ARJ o artritis idiopática juvenil (AIJ), son la hinchazón, el dolor y la rigidez persistentes de las articulaciones, que suelen empeorar por la mañana o después de la siesta. Otros síntomas pueden ser:
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Fiebre que aparece y desaparece
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Menos apetito
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Pérdida de peso
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Anemia
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Erupción con manchas en los brazos y las piernas del niño
El dolor puede limitar el movimiento de la articulación afectada. Muchos niños, especialmente los más pequeños, no se quejan de dolor.
La ARJ suele afectar a las rodillas y a las articulaciones de las manos y los pies. Uno de los primeros signos de advertencia de la enfermedad es la cojera por la mañana debido a la rigidez de la rodilla.
Además de los síntomas articulares, los niños con una forma de la enfermedad llamada ARJ sistémica tienen fiebre alta y una ligera erupción cutánea. La erupción y la fiebre pueden aparecer y desaparecer rápidamente. La ARJ sistémica puede provocar la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y otras partes del cuerpo. En menos de la mitad de los casos, pueden verse afectados los órganos internos, incluido el corazón y, muy raramente, los pulmones.
La inflamación de los ojos es una complicación potencialmente grave que a veces se produce en niños con otro tipo de ARJ, denominada ARJ pauciarticular. Las enfermedades oculares, como la iritis y la uveítis, no suelen producirse durante un tiempo después de que el niño contraiga la ARJ por primera vez.
Normalmente, hay periodos en los que los síntomas de la ARJ mejoran o desaparecen ("remisiones") y otros en los que los síntomas empeoran ("brotes"). La enfermedad es diferente en cada niño. Algunos pueden tener sólo una o dos reagudizaciones y no volver a tener síntomas. Otros sufren muchos brotes o tienen síntomas que nunca desaparecen.
Algunos niños con ARJ pueden tener problemas de crecimiento. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de las articulaciones afectadas, el crecimiento de las articulaciones afectadas y de los huesos adyacentes puede ser demasiado rápido o demasiado lento. Esto puede hacer que una pierna o un brazo sean más largos que el otro. La estatura del niño puede verse afectada y su crecimiento general puede ser más lento de lo normal. También se sabe que se producen anomalías en la mandíbula. Los médicos están estudiando el uso de hormonas de crecimiento para tratar este problema.