Aunque la rigidez articular es un síntoma clásico de la artritis reumatoide (AR), también puede darse por otros motivos.
Si se trata de AR, la rigidez articular y otros síntomas como el dolor o la fatiga tienden a desarrollarse y empeorar a lo largo de varias semanas o meses. Suele ser más evidente por la mañana. Suele remitir al cabo de una o dos horas, pero puede durar todo el día. Puede sentirlo en estas zonas:
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Dedos y manos
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Muñecas
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Codos
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Rodillas
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Tobillos
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Pies
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Hombros
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Caderas
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Mandíbula
Haz un seguimiento y díselo a tu médico
Haz una lista de tus síntomas y de cuándo se producen. Los notas después de una actividad concreta o a primera hora de la mañana?
Anota cuándo empezó la rigidez de tus articulaciones y pregúntate también:
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Comenzó de forma repentina?
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Aparece y desaparece?
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Es doloroso?
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Ha cambiado de intensidad con el tiempo o se ha desplazado a nuevas articulaciones?
Acuda al médico si la rigidez, el dolor o la hinchazón de las articulaciones dura más de dos semanas. Es posible que te remitan a un reumatólogo, un médico especializado en artritis y otras enfermedades de las articulaciones, los músculos y los huesos.
En su cita, comparta su lista de síntomas y mencione también cualquier cosa que no esté relacionada con sus articulaciones, como la fatiga o la pérdida de peso.
Es posible que el médico le pida que mueva la articulación para ver su rango de movimiento. También comprobará si la articulación está hinchada, agrandada o sensible.
Es posible que también le hagan algunos análisis de sangre para ayudar a averiguar cuál es el problema.
Tratamiento
Si tiene AR, el tratamiento temprano puede limitar en gran medida el daño articular. Su plan de tratamiento probablemente incluirá estas partes clave:
Medicamentos.
Hay diferentes tipos de medicamentos que tratan la artritis reumatoide. Es posible que necesite tomar más de uno. Algunos impiden que la enfermedad empeore. Otros alivian los síntomas de rigidez y dolor articular.
Fisioterapia
y el ejercicio.
Estos te ayudarán a moverte mejor y con menos dolor. También puedes utilizar calor húmedo (como una ducha caliente) para aflojar las articulaciones rígidas, y bolsas de hielo (o incluso una bolsa de guisantes congelados) para frenar las articulaciones inflamadas
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Las técnicas de relajación también alivian la tensión muscular. Un terapeuta ocupacional puede enseñarte a realizar actividades cotidianas.
También es importante llegar a, y permanecer en, un
peso saludable
para no forzar las articulaciones. Si no estás seguro de cuál debe ser tu objetivo de peso, pregunta a tu médico.
Toma el ritmo.
Alterne entre períodos de descanso y de actividad. Al menos una vez al día, mueva suavemente sus articulaciones a través de su rango de movimiento. Si es necesario, utilice dispositivos de ayuda para facilitar sus tareas diarias.