Cuando piensa en la artritis reumatoide (AR), quizá piense en la rigidez y el dolor de las articulaciones. Pero quizá no sepa que las complicaciones pueden darse en otras partes del cuerpo.
El mismo proceso que daña las articulaciones puede causar problemas en los ojos, los pulmones, la piel, el corazón, los vasos sanguíneos y otros órganos. Y los medicamentos que tomas para la AR pueden tener efectos secundarios.
Puedes controlar las complicaciones de la artritis reumatoide. Sólo tienes que asegurarte de prestar atención a los problemas a tiempo y recibir el tratamiento adecuado.
Efectos en la piel
Pueden aparecer bultos de tejido llamados nódulos reumatoides. Suelen aparecer en la piel, especialmente en los codos, los antebrazos, los talones o los dedos. Pueden aparecer de repente o crecer lentamente. Los nódulos pueden ser un signo de que su artritis reumatoide está empeorando. También pueden formarse en lugares como los pulmones y el corazón.
También hay vasculitis, que es la inflamación de los vasos sanguíneos. Produce manchas en la piel que parecen úlceras. Cuando afecta a las arterias más grandes, puede provocar daños en los nervios, problemas para usar los brazos o las piernas, o daños en los órganos internos.
Pueden aparecer otros tipos de problemas cutáneos relacionados con la AR, por lo que siempre debe informar a su médico de cualquier cosa nueva que aparezca o brote.
Complicaciones oculares
La artritis reumatoide puede afectar a los ojos de varias maneras. Es frecuente la inflamación de la epiesclera, una fina membrana que cubre la parte blanca del ojo. Suele ser leve, pero el ojo puede enrojecer y doler. La escleritis, una inflamación de la parte blanca del ojo, es más grave y puede provocar la pérdida de visión.
La AR también supone un riesgo de padecer el síndrome de Sjogren. Este síndrome se produce cuando el sistema inmunitario ataca las glándulas que producen las lágrimas. Puede hacer que sus ojos se sientan arenosos y secos. También puede manifestarse como piel seca, tos seca o sequedad vaginal. Es posible que tenga que utilizar lubricantes para los ojos o tomar medicamentos. Sin tratamiento, la sequedad ocular puede provocar infecciones y cicatrices en la conjuntiva, que es la membrana que cubre el ojo, y en la córnea.
Dolor en el cuello
Se sabe que la artritis reumatoide causa dolor en las articulaciones de los dedos y las muñecas. Pero también puede afectar a otras partes del cuerpo, como el cuello. Si sientes el cuello rígido y te duele al girar la cabeza, podría ser tu AR.
Algunos ejercicios sencillos pueden ayudar. Habla con tu médico sobre los mejores tratamientos para aliviar tu dolor de cuello.
Enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos
La pericarditis, o inflamación de la membrana que rodea el corazón, suele aparecer durante los brotes. Los brotes son momentos en los que la AR empeora.
Si se produce con frecuencia, la pericarditis puede hacer que la membrana se vuelva más gruesa y tensa. Esto puede interferir en la capacidad del corazón para funcionar como debería.
También pueden formarse nódulos reumatoides en el corazón y afectar a su funcionamiento.
La inflamación del propio músculo cardíaco, denominada miocarditis, es una complicación poco frecuente.
La artritis reumatoide puede aumentar la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. También aumenta el riesgo de sufrir un ictus. Esto está probablemente relacionado con la inflamación a largo plazo.
Las enfermedades cardíacas no siempre presentan síntomas antes de una crisis. Su médico puede detectar algunos problemas durante un chequeo y puede recomendar cambios en el estilo de vida o medicación.
Enfermedad de la sangre
La artritis reumatoide o algunos de los medicamentos que la tratan pueden hacer que no tenga suficientes glóbulos rojos sanos, que transportan el oxígeno por el cuerpo. Esto se llama anemia. Los síntomas de la anemia incluyen:
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Fatiga
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Latidos del corazón rápidos o irregulares
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Falta de aliento
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Mareos
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Dolores de cabeza
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Debilidad
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Calambres en las piernas
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Insomnio o falta de sueño
La trombocitosis es otra complicación de la AR. Se produce cuando la inflamación provoca niveles elevados de plaquetas en la sangre. Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre para detener las hemorragias, pero un exceso de ellas puede provocar trastornos como un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco o coágulos en los vasos sanguíneos.
El síndrome de Feltys es una complicación inusual de la artritis reumatoide. Se produce cuando el bazo aumenta de tamaño y el recuento de glóbulos blancos es bajo. Puede aumentar el riesgo de linfoma, un cáncer de los ganglios linfáticos.
Problemas pulmonares
La artritis reumatoide puede causar inflamación en los pulmones, lo que puede conducir a la pleuritis, una condición que hace que la respiración sea dolorosa.
También pueden formarse nódulos reumatoides en los pulmones. Suelen ser inofensivos, pero pueden provocar problemas como colapso pulmonar, tos con sangre, infección o derrame pleural, que es la acumulación de líquido entre el revestimiento del pulmón y la cavidad torácica.
Las enfermedades pulmonares intersticiales, que implican la cicatrización del tejido pulmonar, y la hipertensión pulmonar, un tipo de presión arterial alta que daña las arterias del pulmón y el corazón, pueden ser complicaciones de la AR. En raras ocasiones, el medicamento metotrexato, que toman muchas personas con AR, también puede causar problemas pulmonares. Es posible que no note ningún síntoma, por lo que su médico puede querer hacerle pruebas para detectar problemas.
Osteoporosis
La osteoporosis hace que los huesos sean frágiles y delgados, por lo que es más probable que se rompan. Las personas con AR corren un mayor riesgo de padecerla. La enfermedad también puede provocar la pérdida de masa ósea, al igual que algunos medicamentos, como los esteroides. Además, si el dolor de la AR le hace ser menos activo, es más probable que sufra osteoporosis.
Los síntomas de la osteoporosis incluyen dolor de espalda, postura encorvada, espalda superior curvada y fracturas. También puedes perder altura.
Diabetes
Las investigaciones demuestran que la AR aumenta el riesgo de padecer diabetes en un 50% aproximadamente. Y la diabetes aumenta el riesgo de padecer artritis, incluida la AR y otros problemas relacionados, en aproximadamente un 20%.
Los expertos no están seguros de por qué estas dos enfermedades están relacionadas. Hay varias cosas que pueden influir:
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La AR y la diabetes tipo 1 son enfermedades autoinmunes.
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Tanto la AR como la diabetes causan inflamación.
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La rigidez y el dolor de la AR pueden impedirle realizar suficiente actividad física, un factor de riesgo para la diabetes tipo 2.
Algunos medicamentos que tratan la AR también afectan al riesgo de diabetes. Los esteroides y las estatinas pueden elevar el nivel de azúcar en sangre y aumentar la probabilidad de padecer la enfermedad. Pero otros medicamentos para la AR pueden proteger contra ella, como la hidroxicloroquina, el abatacept (Orencia) y un grupo de medicamentos llamados inhibidores del TNF.
Infecciones
Puede contraer más infecciones si tiene artritis reumatoide. Esto podría deberse a la propia enfermedad o al medicamento inmunosupresor que la trata.
Efectos emocionales
Vivir cada día con el dolor de una enfermedad crónica puede pasar factura. Un estudio muestra que casi el 11% de las personas con artritis reumatoide tenían síntomas de depresión. Cuanto más grave era la AR, más depresión sentían los participantes. Los síntomas incluyen:
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Sentimientos profundos de tristeza, ansiedad, vacío, desesperanza, inutilidad o culpabilidad
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Pérdida de interés por las cosas que antes disfrutabas
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Insomnio
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Problemas para concentrarse o tomar decisiones
Si tiene artritis reumatoide y se siente ansioso o deprimido, coméntelo con su médico. Hay muchas cosas que pueden ofrecerte que te ayudarán a sentirte mejor.
Protéjase de las complicaciones de la AR
Puede que no se le ocurra mencionar problemas como la depresión, el dolor de pecho o la sequedad de ojos al médico que le trata la artritis reumatoide, pero debería hacerlo. Todos estos problemas pueden estar relacionados con la enfermedad.
Es posible que necesites diferentes médicos y tratamientos para controlar tu AR y atender cualquier problema nuevo que surja. Comenta siempre los nuevos síntomas con tu médico.