Del médico Archivos
Cuando su artritis reumatoide le deje agotado, reactive sus niveles de energía con los movimientos adecuados. El ejercicio, la alimentación sana y los buenos hábitos de sueño son armas secretas en tu lucha contra la fatiga.
Mueve tus músculos
Puede parecer contraintuitivo, pero el ejercicio regular puede ayudarte a contraatacar el cansancio extremo. Fortalece tus músculos, lo que elimina parte de la tensión de tus articulaciones dañadas. También aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que le hace estar más alerta. Y si te mantienes activo durante el día, también puede ayudarte a dormir mejor por la noche, para que tu cuerpo pueda recargarse.
Jean Foster, que padece AR desde hace 14 años, ha aprendido esta lección de primera mano. Hace algún tipo de ejercicio todos los días. "Esto hace maravillas con mis niveles de energía porque duermo mejor y tengo menos estrés", dice. "Si estoy cansada o rígida, estar sentada en la misma posición lo empeora".
Caminar, montar en bicicleta y nadar son actividades que hacen que el corazón bombee, pero son fáciles para las articulaciones. En un estudio de la Universidad de California en San Francisco, las personas con AR que llevaban podómetros y llevaban la cuenta de los pasos que daban cada día se cansaban menos que las que no lo hacían.
Foster también intenta ser inteligente con los demás entrenamientos que realiza. "Si corro, voy por senderos para que mis articulaciones tengan un impacto más suave", dice esta residente de 32 años de Boulder, CO. "Si hago yoga y me duelen ciertas articulaciones, modifico mis posturas".
Tómate descansos cuando los necesites
Si haces demasiado ejercicio o lo haces con demasiada intensidad, a veces puede ser contraproducente. Puede dejarte más cansado que cuando empezaste. Y si estás en medio de un brote de AR, incluso las actividades normales pueden ser demasiado para tu cuerpo.
"Lo que yo llamaría sentido común tiene enormes beneficios", dice la doctora Susan Goodman, profesora asociada de medicina clínica en la Facultad de Medicina Weill Cornell. "Si estás agotado sólo con las tareas domésticas, pide ayuda a alguien. Si te sientes realmente agotado, échate una siesta o tómate un día libre en el trabajo".
También puedes utilizar dispositivos que te ayuden a moverte con más facilidad, como un bastón o una férula, que quitan tensión a tus articulaciones y pueden ayudarte a sentirte menos agotado.
Dormir mejor
Parece una obviedad, pero es posible que tengas fatiga porque no estás durmiendo bien. Incluso una noche dando vueltas en la cama puede afectar a cómo te sientes durante el día. "Para los pacientes con AR es más difícil perder el sueño que para otras personas", dice Goodman.
Conseguirás dormir más si adoptas los hábitos correctos a la hora de acostarte. Asegúrate de que tu dormitorio esté oscuro y fresco, y evita mirar el móvil o ver la televisión en la cama, dice Goodman. Si el dolor no te deja dormir, habla con tu médico para saber si hay mejores formas de controlar tus síntomas.
Levantar el ánimo
La AR y algunos de los medicamentos que la tratan aumentan el riesgo de depresión, lo que puede hacer que te sientas más cansado de lo habitual.
Un terapeuta puede ayudarle a controlar su salud emocional. Un psiquiatra también puede recetarte antidepresivos si lo considera adecuado para ti.
Goodman también recomienda unirse a un grupo de apoyo para hablar con otras personas que tienen artritis reumatoide. "Pueden hacer que te sientas menos aislado si lo estás pasando mal", dice, y te ayudan a encontrar diferentes formas de afrontar los retos que conlleva la AR.
Revisa tus medicamentos
Pregunte a su médico si alguno de los medicamentos que toma podría desempeñar un papel en su fatiga. Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los antihistamínicos y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden hacer que te sientas somnoliento.
Además, tenga en cuenta que la AR es un trastorno autoinmune, lo que significa que hace que el sistema inmunitario del organismo, la defensa de su cuerpo contra los gérmenes, trabaje horas extras. Esto puede hacer que te sientas agotado, casi como si estuvieras luchando constantemente contra la gripe. Los medicamentos que impiden que el sistema inmunitario trabaje tanto pueden ayudarte a sentirte mejor en general y a aumentar tus niveles de energía.
Elija alimentos saludables
Coma comidas equilibradas que tengan muchas frutas, verduras y proteínas magras. Esto te dará un flujo constante de energía a lo largo del día.
Evita los alimentos con alto contenido en grasa y azúcar, y vigila el tamaño de las raciones. Si engordas, te sentirás más lento y los síntomas de la artritis reumatoide pueden empeorar.
Encuentre la causa principal
Tus niveles de energía se ven afectados por muchas cosas diferentes cuando tienes AR. Algunas están directamente relacionadas con tu enfermedad, pero otras no. "Creo que la principal estrategia para controlar la fatiga es tratar de averiguar qué la está causando", dice Goodman. "Entonces usted y su médico pueden abordarlo en su origen".
Desde que fue diagnosticada, Foster dice que se ha vuelto buena en aprender lo que hace que sus síntomas de AR mejoren o empeoren. "Cada vez que tengo un brote, pienso en lo que he hecho diferente en los últimos días", dice. "Educarme a mí misma sobre mi condición, y entender cómo impacta en mi cuerpo, ha sido muy útil para mantener mis niveles de energía".