Artritis reumatoide y alimentación: Mitos y realidades

Mito: Evitar las verduras "Nightshade".

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Se dice por ahí que los tomates, las berenjenas, las patatas y los pimientos pueden empeorar los síntomas de la AR. Tómate este consejo con pinzas. No hay pruebas sólidas de que los alimentos de la familia de las solanáceas sean un problema. Así que no se salte estas verduras de colores brillantes que están cargadas de nutrientes. Al igual que con todos estos mitos y hechos, debe consultar con su médico para obtener el mejor consejo para su tratamiento y estilo de vida.

Realidad: comer pescado para frenar la inflamación

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No puedes equivocarte con el salmón, el atún, la caballa y las sardinas. Están cargados de ácidos grasos omega-3, que son superestrellas en la lucha contra las articulaciones sensibles y la rigidez. Incluso pueden permitirte reducir la medicación, con el visto bueno de tu médico, por supuesto. Para obtener los máximos beneficios, intente comer al menos una ración de 3 a 6 onzas de pescado un par de veces a la semana.

Mito: el vinagre de sidra de manzana reduce el dolor

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Es un remedio casero muy popular para las articulaciones doloridas, pero no sigas a la multitud en este caso. A pesar de que se afirma que un nutriente llamado betacaroteno puede combatir la AR, no hay pruebas de que lo haga. E incluso si ese ingrediente fuera útil, sólo hay una pequeña cantidad en el vinagre de sidra de manzana. Es mejor utilizarlo para aliñar la ensalada.

Dato: La fibra es tu amiga

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No dudes en hincarle el diente a los alimentos con mucha de esta materia. Es una buena forma de ayudarte a combatir la AR. Los estudios demuestran que puede reducir los niveles de una sustancia química llamada proteína C reactiva (PCR), que es un signo de inflamación. ¿Cuánto necesitas? Llena un cuarto de tu plato con cereales integrales y la mitad de tu plato con frutas y verduras en cada comida.

Mito: Aléjate de los cítricos

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No hay pruebas de que suprimirlos de tu menú mejore los síntomas de la AR. Si evitas estas frutas, te perderás nutrientes clave como la vitamina C, que ayuda a construir nuevo cartílago en tus articulaciones. Así que adelante, disfruta de ese pomelo matutino: hace bien al cuerpo.

Dato: el té verde puede retrasar el daño articular

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Si eres un fanático de esta bebida, hazlo. Aunque no hay pruebas científicas sólidas al respecto, el té verde rebosa de nutrientes que calman la inflamación y alivian el dolor... Aún es necesario investigar más, pero algunos de los antioxidantes del té verde podrían frenar la destrucción del cartílago. Otro bloquea la producción de... moléculas que se sabe que causan daños en las articulaciones. Para aprovechar al máximo la bolsa de té, déjala en remojo en agua caliente durante 5 minutos. Si quieres, enfríalo y añade una rodaja de limón y una cucharada de miel.

Mito: los lácteos empeoran la AR

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No tienes que eliminar la leche, el queso o el yogur de tu dieta. No hay muchas pruebas de que tus articulaciones se sientan mejor si te saltas esos alimentos. Y ten en cuenta que algunos medicamentos para la AR aumentan el riesgo de osteoporosis, por lo que no querrás perderte los beneficios de los lácteos para el fortalecimiento de los huesos.

Dato: las judías combaten la inflamación

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Tienen mucho a su favor. Por un lado, tienen un alto contenido en fibra y en proteínas para el desarrollo muscular. Pero hay más. Vienen cargadas de nutrientes que refuerzan tu sistema inmunitario, como el ácido fólico, el hierro, el magnesio, el potasio y el zinc. Las alubias pintas y las alubias rojas son las que mejor se adaptan a tus necesidades.

Mito: las dietas de alimentos crudos frenan la AR

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Es un plan alimentario ultrarrestrictivo y no merece la pena. Es cierto que un estudio realizado en la década de 1990 descubrió que las personas que seguían una dieta crudivegana -con algunos probióticos añadidos- obtenían cierto alivio de sus síntomas. Pero en general, no frenó el progreso de su enfermedad.

Hecho: los alimentos procesados no son buenos

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Mientras que los ácidos grasos omega-3 ayudan a aliviar la inflamación, los ácidos grasos omega-6 pueden hacer lo contrario. Se encuentran en aceites como el de maíz, cártamo, cacahuete y vegetales. Y también aparecen en muchos aperitivos. Una solución fácil: Elimina de tu despensa las patatas fritas, las galletas y los productos de panadería envasados. En su lugar, abastécete de cosas más saludables como frutas frescas, verduras crudas, hummus, frutos secos o palomitas.

Mito: Las pasas remojadas en ginebra alivian el dolor

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Puede sonar extraño, pero algunas personas juran que es un remedio para el dolor de la AR. La supuesta ciencia detrás de por qué funciona: El azufre utilizado para conservar las pasas puede prevenir el daño articular, y las bayas de enebro -que dan sabor a la ginebra- son antiinflamatorias. Aunque este remedio popular probablemente no le hará daño, no es probable que le alivie el dolor.

Dato: El jurado aún no se ha pronunciado sobre el gluten

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Existe una relación entre el gluten y el dolor articular? En el caso de las personas con un trastorno llamado enfermedad celíaca, sin duda la hay. Pero para la AR, la respuesta no está tan clara. Mucha gente dice que sus síntomas mejoran cuando lo eliminan de su dieta, pero no hay muchas investigaciones que lo respalden. Aun así, puede merecer la pena hablarlo con tu médico.

Mito: la dieta correcta cura la AR

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Si una dieta afirma que puede acabar con tu enfermedad para siempre, ten cuidado. Algunos planes de alimentación pueden ayudar a aliviar síntomas como el dolor de las articulaciones y la rigidez matutina, pero no van a hacer que su enfermedad desaparezca. Un cambio en tus hábitos alimentarios funciona mejor cuando forma parte de una estrategia de tratamiento general que elaboras con tu médico.

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