Su médico le ha dicho que tiene artritis reumatoide. Es natural que esté preocupado por el futuro, pero ya ha dado un paso importante: Obtener el diagnóstico correcto.
¿Y ahora qué? Puede hacer una serie de cosas para afrontar los retos que supone tener AR en su vida.
Averigüe más
Hay mucho que aprender sobre la AR. Por ejemplo, antes de su diagnóstico, su primer síntoma fue probablemente el dolor articular. Pero a medida que la enfermedad avanza, puede afectar también a otras partes del cuerpo. Cuando sepa lo que debe buscar, podrá asegurarse de que su médico esté al tanto de los nuevos síntomas.
Hay algo más que quizá no sepa: Vivir con AR hoy en día no es lo mismo que hace 10 o 15 años. Los tratamientos han avanzado mucho desde entonces. Es probable que su calidad de vida sea mucho mejor de lo que era posible en el pasado.
Hable con su médico sobre los aspectos básicos. Y pregúntele dónde puede encontrar recursos en línea fiables que le proporcionen información más detallada.
Incluso puede asistir a clases de autocontrol comunitarias o en línea. Te enseñan a controlar los síntomas y a trabajar con ellos sin alterar demasiado tu vida.
Organízate
Usted es el punto de unión entre su médico de cabecera y su reumatólogo (especialista en artritis). Cada uno necesita saber lo que hace el otro. Esto es especialmente cierto si también recibe tratamiento para otras enfermedades como la diabetes, las cardiopatías y la hipertensión.
Una vez que haya elegido a sus médicos, hable con alguien de cada consulta para asegurarse de que tienen líneas de comunicación abiertas. Su compañía de seguros puede incluso proporcionarle alguien que le ayude a coordinar su tratamiento.
Hable de los objetivos del tratamiento
Usted y su médico trabajarán juntos para establecer una serie de objetivos de tratamiento que se ajusten a su estilo de vida, junto con un plan para alcanzarlos.
Un enfoque común es "tratar hasta el objetivo", o T2T. Esto significa que usted reevalúa su tratamiento cada pocos meses para ver cómo se acerca a sus objetivos. Entonces, junto con su médico, puede ajustar el tratamiento en consecuencia.
Por ejemplo, puedes decidir objetivos como:
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Menos dolor diario
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Menos hinchazón diaria
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Mejora de la amplitud de movimiento y de la fuerza
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Mejor calidad de vida
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Mejora que dura al menos 3 años.
Para que esto funcione, debes ser abierto con tu médico sobre todos tus síntomas y tu estilo de vida.
Ponte en movimiento
La actividad física regular parece ayudar con los síntomas de la AR. También es bueno para tu salud mental. Y disminuye el riesgo de padecer otras afecciones como la diabetes y las enfermedades cardíacas.
No es necesario entrenar para una maratón. Unos 30 minutos al día están bien. Incluso puedes dividirlo en tres sesiones de 10 minutos al día. Sólo trata de sumar al menos 150 minutos a la semana.
Puede que le preocupe que ciertos tipos de ejercicio empeoren su AR. Si no está seguro de cómo hacer ejercicio de forma segura, busque programas de ejercicio diseñados para personas con enfermedades articulares e inflamatorias. Busque en Internet, consulte con su YMCA local o centro comunitario, o pida a su médico que le indique la dirección correcta.
Dejar de fumar
Fumar tiende a empeorar los síntomas de la AR. También puede impedir que algunos tratamientos funcionen tan bien como deberían. Además, es más difícil hacer ejercicio cuando se fuma. Busque en Internet recursos que le ayuden a dejar de fumar. (SmokeFree.gov es un buen lugar para empezar).
Mantenga un peso saludable
Sólo 10 libras de más pueden poner hasta 40 libras más de presión en las articulaciones dolorosas e hinchadas como las rodillas y las caderas. Y cuando se pierde peso, se pierde grasa. Menos células grasas pueden significar menos hormonas que inflamen tus articulaciones.
Habla con tu médico sobre el rango de peso adecuado para tu salud y tipo de cuerpo.
Elige alimentos saludables
Una alimentación sana puede disminuir la inflamación que a veces provoca el dolor articular. Elija alimentos integrales en lugar de procesados. Las verduras, las frutas, las proteínas magras, los cereales integrales y los lácteos bajos en grasa deben constituir la mayor parte de su dieta.
Ciertos alimentos pueden ayudar a combatir la inflamación en su cuerpo. Entre ellos se encuentran:
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Pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa
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Frutos secos
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Tomates
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Aceite de oliva
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Verduras de hoja verde
Obtenga apoyo si lo necesita
Puede ser abrumador recibir un diagnóstico serio como la AR. No dude en pedir ayuda.
Conéctese con otros en un grupo de apoyo en persona o en línea (pruebe la Red de Artritis Live Yes! de la Fundación de la Artritis). O pide a tu médico que te derive a una terapia de salud mental personalizada.