Cuando se tiene artritis reumatoide (AR), se sabe que cada día puede ser diferente. Algunos son más fáciles que otros. Y los días difíciles pueden ser realmente duros. Por eso puede ser tan útil planificar para simplificar el día a día.
Estos atajos, herramientas y trucos pueden ayudarte a hacer las cosas con menos dolor y estrés. Ahorrarás energía, aliviarás la tensión de tus articulaciones y te mantendrás organizado.
Escuche a su cuerpo
Cuando sintonizas con lo que sucede en tu interior, estás mejor preparado para ajustar tus planes para cuidarte bien.
Presta atención al dolor. Si tienes un dolor que dura más de una hora o notas que una actividad ha hecho que se te hinchen las articulaciones, son señales de que puede haber sido demasiado para tu cuerpo. Da un paso atrás o replantea cómo puedes hacer la misma tarea con menos estrés la próxima vez.
Toma el ritmo. Cada día con AR puede ser un poco como un maratón. Es aconsejable que te pongas un ritmo para no estar corriendo todo el tiempo y agotado. Independientemente de lo que esté haciendo -trabajo, tareas, recados-, procure llevar un ritmo medio y haga muchos descansos.
Muévete con inteligencia. Cambia la forma en que utilizas tus articulaciones para no someterlas a tanta tensión y así tendrás menos dolor y menos lesiones. Prueba estos sencillos consejos: Coloca los pies ligeramente separados cuando estés de pie. O coloca un pie un poco por delante del otro para ayudarte a mantener el equilibrio. Si tienes que estar de pie durante un rato, apóyate en una pared o en una silla para descargar tu cuerpo.
Prepárate para un menor estrés físico. Si trabajas en un escritorio, coloca una almohada o toalla enrollada en la parte baja de la espalda mientras estás sentado. Utiliza un reposapiés o una caja baja para mantener las caderas, las rodillas y los tobillos doblados en un ángulo de 90 grados. Si permaneces sentado o de pie demasiado tiempo en un mismo sitio, puedes quedarte rígido. Levántate, muévete y estírate a menudo. Toma descansos cuando los necesites.
Haz que las tareas del hogar sean más manejables
Utiliza esta hoja de trucos para las tareas.
Divide las tareas y repártelas a lo largo de la semana: la colada un día, la fregona otro. Y puede que incluso tengas que dividir las tareas en varios días, quizá eligiendo un piso por día o eligiendo hacer solo tres de las seis cargas totales de ropa.
Invierte en herramientas que te faciliten las cosas. Las escobas, aspiradoras y plumeros ligeros y fáciles de manejar harán que las tareas sean más fáciles para tus articulaciones y para ti.
Haz que tus productos de limpieza sean más fáciles de transportar. Vierte algunos de los envases más grandes en frascos más pequeños y utiliza un caddie o bandeja rodante para trasladarlos de una habitación a otra.
Limpie con cuidado. Dobla con las rodillas y no con la espalda. Siempre que sea posible, utilice un movimiento de empuje (fregar, barrer) en lugar de un movimiento de arrastre. Utilice protectores de rodilla si necesita estar de rodillas o alterne la rodilla que tiene la presión. Alterne entre los trabajos que requieren estar de pie y sentados.
Haga los recados de forma eficiente
Planifique con antelación y coloque los recados más importantes al principio de la lista, y luego por nivel de importancia. Si el dolor o el cansancio te frenan, habrás hecho primero los más importantes. Deja el resto para otro día.
Haz una lista de tus recados y de lo que necesitas en cada lugar para no llegar a casa y darte cuenta de que te has dejado algo que tendrás que volver a buscar otro día.
Pide en línea los artículos a granel y pesados para que te los entreguen en casa.
Cocinar de forma sencilla
Invierte en una olla a presión, una olla de cocción lenta u otro aparato para que puedas echar los ingredientes y dejar que hagan el trabajo por ti.
Compra y prepara varias comidas a la vez cuando te sientas bien. De este modo, puedes guardar más en el frigorífico o en el congelador para sacarlas en los días difíciles.
Cuelga las ollas y sartenes y otros utensilios de uso frecuente en la pared, para no tener que agacharte a buscarlos en un armario.
Invierte en una batidora de mano ligera para facilitar el batido y otras tareas de mezcla.
Ten un plan de apoyo. Si cocinar es demasiado en un mal día, ten en mente artículos saludables por si tienes que recurrir a la comida para llevar.
Prueba con herramientas para aliviar la presión
Los dispositivos de ayuda pueden suponer una gran diferencia en tu comodidad y en tu capacidad para hacer cosas con facilidad. Desde los de alta tecnología hasta los de la vieja escuela, considera invertir en:
-
Una silla de ducha robusta, un cabezal de ducha extraíble y barandillas
-
Una almohadilla térmica (ten una a mano en cualquier habitación donde te relajes)
-
Una herramienta de agarre extensible para abrir puertas y alcanzar objetos
-
Utensilios de cocina y otros utensilios de fácil agarre
-
Aditamentos para su volante y/o palanca de cambios que facilitan su sujeción
-
Un bastón extra para tener en el coche