La artritis juvenil, también llamada artritis reumatoide juvenil o artritis infantil, es el tipo de artritis más común que afecta a los niños. Puede afectar a muchas partes del cuerpo, incluidos los ojos.
Los niños con artritis juvenil pueden desarrollar problemas en los ojos. Los problemas pueden ser causados por la enfermedad o por los medicamentos que el niño toma para la enfermedad.
El problema ocular más común es la inflamación de una parte del ojo llamada úvea. Los médicos llaman a esta enfermedad uveítis. Si afecta a partes específicas de la úvea, también puede llamarse iritis o iridociclitis.
La uveítis no tratada y grave puede dejar cicatrices en el ojo. También puede causar problemas de visión, como:
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Glaucoma, una enfermedad que provoca una presión elevada en el ojo
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Cataratas, una opacidad en el cristalino del ojo
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Daños permanentes en la visión, incluida la ceguera
La uveítis puede empezar hasta 1 año antes de que su hijo reciba el diagnóstico de artritis juvenil. O puede ocurrir al mismo tiempo, o años después. Incluso puede ocurrir años después de que la artritis juvenil esté en remisión, lo que significa que la enfermedad no está activa.
Cómo puedo saber si mi hijo está desarrollando problemas oculares relacionados con la artritis juvenil?
La inflamación ocular puede no ser dolorosa. Y los ojos no suelen estar tan rojos como en la conjuntivitis. Por ello, muchos niños con artritis juvenil que desarrollan problemas oculares pueden no tener ningún síntoma evidente.
Es raro, pero los niños pueden quejarse de visión borrosa o de que la luz les molesta. A veces, los ojos del niño pueden verse rojos o nublados. Pero este tipo de síntomas suele desarrollarse tan lentamente que el daño ocular permanente puede producirse antes de que noten cualquier problema de visión.
Para detectar a tiempo los problemas oculares y evitar que causen daños, el reumatólogo (médico especializado en el tratamiento de la artritis) programará citas frecuentes con un oftalmólogo pediátrico. Éste es un médico especializado en las enfermedades oculares de los niños.
Qué ocurrirá durante la cita de mi hijo con el oftalmólogo?
Informe al oftalmólogo sobre los medicamentos que toma su hijo. Puede obtener los nombres de los medicamentos, las dosis y las razones por las que han sido recetados por su reumatólogo.
Durante el examen ocular, el oftalmólogo pondrá gotas en los ojos de su hijo para que las pupilas se dilaten. Las gotas pueden arder un poco, pero ayudan al médico a tener una visión clara del interior de los ojos.
Para diagnosticar la inflamación del ojo, el oftalmólogo utiliza un tipo especial de microscopio. Con él, el médico dirige un fino haz de luz a un ojo cada vez para poder ver el interior de cada uno de ellos.
Es posible que el médico también le haga a su hijo una prueba de campo visual para comprobar si hay cambios en la visión. Este tipo de examen mide la visión periférica, es decir, la distancia que su hijo puede ver hacia los lados cuando enfoca su mirada en un punto central.
Debe seguir cuidadosamente las pautas de medicación que le haya proporcionado el médico de su hijo. Acuda a todas las citas con el reumatólogo y el oftalmólogo.
Con qué frecuencia debe mi hijo someterse a exámenes oculares?
Eso depende del tipo de artritis juvenil que tengan, del tiempo que lleven con ella y de los medicamentos que tomen. Pregunte a su reumatólogo por el calendario.
La uveítis es más frecuente en niños con determinados tipos de artritis juvenil, como la que los médicos llaman variante oligoarticular, en la que sólo están afectadas unas pocas articulaciones. Los niños con este tipo de artritis juvenil pueden necesitar una revisión ocular cada 3 ó 4 meses. En general, los niños con poliartritis necesitan una revisión ocular cada 6 meses. Los niños con artritis juvenil sistémica suelen necesitar una revisión cada 12 meses.
Su hijo también debe seguir con sus... exámenes oculares después de que la artritis juvenil entre en remisión.
Si aparece algún problema ocular, su hijo deberá someterse a revisiones más a menudo.
Cuál es el tratamiento de los problemas oculares relacionados con la artritis juvenil?
Su reumatólogo y su oftalmólogo trabajarán con usted en este sentido. Si tu hijo tiene uveítis, es posible que necesite un colirio recetado.
Algunos de estos colirios dilatan los ojos para mantener las pupilas abiertas y ayudan a prevenir las cicatrices.
También es posible que le receten colirios con esteroides. Por ejemplo, su hijo puede utilizar gotas de cortisona para frenar la hinchazón y reducir la inflamación. El uso prolongado de colirios con esteroides puede tener efectos secundarios graves, como glaucoma y cataratas.
Si los colirios no reducen la inflamación lo suficiente, su hijo podría tener que tomar pastillas antiinflamatorias. Para evitar los efectos secundarios a largo plazo de los esteroides, su hijo puede recibir también un medicamento como el metotrexato, que puede tomar por vía oral o en forma de inyección.
Los casos graves de uveítis pueden requerir distintos tipos de medicamentos para tratar las afecciones del sistema inmunitario.