Los signos reveladores no pueden faltar: articulaciones dolorosas e hinchadas que empeoran con el tiempo. Los analgésicos y los fármacos que combaten la inflamación pueden tratar los síntomas de la artritis reumatoide. Pero si quiere ralentizar la enfermedad, tendrá que recurrir a otros medicamentos. Su médico puede sugerirle un medicamento que intente llegar a la raíz de su problema: un sistema inmunitario que se ha vuelto un poco loco.
DMARDs
Estos fármacos ralentizan el curso de la AR. Es posible que oiga a su médico llamarlos por su nombre completo: fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad.
Cuando se padece artritis reumatoide, el sistema inmunitario -la defensa del organismo contra los gérmenes- ataca por error a las articulaciones sanas. Los DMARD pueden ayudar a controlar este proceso. No le proporcionarán un alivio inmediato, pero con el tiempo pueden aliviar el dolor, la hinchazón, la rigidez y la fatiga.
Normalmente, el primer FAME que le recetará su médico es el metotrexato (Otrexup, Rheumatrex, Trexall, Rasuvo, Xatmep). Puede tomarlo en forma de píldora o administrarse una inyección. Puede aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones y hacer que las complicaciones sean menos probables. Tendrás que hacerte análisis de sangre periódicos para asegurarte de que el fármaco no dañe tu hígado o reduzca los recuentos sanguíneos.
Otros DMARD que frenan la inflamación y la progresión de la AR son:
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Hidroxicloroquina (Plaquenil)
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Leflunomida (Arava)
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Sulfasalazina (azulfidina, salazopirina, sulfazina)
Los médicos suelen recetar estos medicamentos en combinación.
Biológicos
Si su enfermedad es más grave, o si los DMARD tradicionales no le ayudan, su médico podría hacerle probar un tipo de DMARD llamado biológico. Estos potentes fármacos se dirigen a sustancias específicas del sistema inmunitario que causan la inflamación.
Hay un par de maneras de utilizarlos. Puedes ponerte una inyección en casa o recibirlos por vía intravenosa mientras estás en la consulta del médico. Es posible que tengas que combinar los biológicos con el metotrexato para obtener mejores resultados.
Estos fármacos pueden ralentizar la actividad de la AR en tu cuerpo para que te sientas mejor. También ayudan a frenar el daño a las articulaciones y a los órganos.
Los biológicos incluyen:
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Abatacept (Orencia)
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Adalimumab (Humira)
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Adalimumab-adbm (Cyltezo) , un biosimilar de Humira.
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Adalimumab-atto (Amjgvita), un biosimilar de Humira
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Anakinra (Kineret)
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Baricitinib (Olumiant)
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Certolizumab pegol (Cimzia)
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Etanercept (Enbrel)
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Etanercept-szzs (Erelzi), un biosimilar de Enbrel
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Golimumab (Simponi, Simponi Aria)
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Infliximab (Remicade)
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Infliximab-abda (Renflexis), un biosimilar de Remicade
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Infliximab-dyyb (Inflectra), un biosimilar de Remicade
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Rituximab (Rituxan)
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Sarilumab (Kevzara)
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Tocilizumab (Actemra)
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Tofacitinib (Xeljanz)
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Upadacitinib (Rinvoq)
Los médicos suelen recomendar que se combine un biológico con un DMARD.
Dado que los biológicos afectan a tu sistema inmunitario, puedes tener más probabilidades de contraer una infección y ciertos cánceres. También es importante vigilar cosas como la fiebre, la tos, la diarrea o las náuseas. También puede producirse una reacción cutánea en las partes del cuerpo en las que se aplican las inyecciones.
DMARDs sintéticos dirigidos
Si no respondes bien a otros medicamentos, tu médico podría probar otro tratamiento llamado inhibidor de JAK. Estos fármacos bloquean una vía de la respuesta inmunitaria del organismo. Suelen tomarse en forma de píldora. Su médico podría probar:
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Tofacitinib (Xeljanz)
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Baricitinib (Olumiant)
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Upadacitinib (Rinvoq)
Sus efectos secundarios son similares a los de los biológicos: un mayor riesgo de infecciones y algunos cánceres. Al igual que con esos medicamentos, hay que tener cuidado con la fiebre, la tos y los problemas estomacales.
Controla tu progreso
Para saber cómo están funcionando sus medicamentos, su médico puede contar cuántas de sus articulaciones están rígidas o le duelen en cada visita al consultorio. También es posible que le hagan análisis de sangre para medir las células y ver el grado de inflamación. Las radiografías o ecografías periódicas ayudan a detectar los daños en las articulaciones. Toda esta información le indica a su médico el grado de actividad de su AR y le ayuda a saber si su tratamiento está funcionando bien.
Informe a su médico si tiene algún efecto secundario. Si son graves, es posible que pruebe otro medicamento o que cambie la dosis.