AR y enfermedad periodontal: ¿Cuál es la relación?

La artritis reumatoide (AR) y la enfermedad de las encías son afecciones aparentemente no relacionadas. Pero las investigaciones demuestran que ambas tienen ciertas bacterias en común. Estos gérmenes, como el P. gingivalis y el Aggregatibacter actinomycetemcomitans (Aa) C, pueden desencadenar tanto la enfermedad periodontal como la inflamación propia de la AR.

Un estudio reveló que, si se padece AR, se tiene el doble de probabilidades de padecer enfermedad de las encías que quienes no la padecen. Otro estudio descubrió que el 65% de las personas con AR también tenían enfermedad de las encías, en comparación con sólo el 28% de las personas sin AR. En ambos estudios, los expertos descubrieron que la gravedad de la enfermedad periodontal también era peor en las personas con AR.

Cuál es la relación entre la AR y la enfermedad periodontal?

Los investigadores descubrieron que la AR podría no empezar en las articulaciones. En cambio, los datos muestran que la enfermedad inflamatoria podría ocurrir debido a los autoanticuerpos C que reaccionan con su propio cuerpo, en lugar de las infecciones C que se producen en otras partes de su cuerpo (como su tracto digestivo o sus pulmones).

Los microbios de la boca crean autoanticuerpos. Esto ocurre porque un tipo de bacteria de la boca, llamada P. gingivalis, contiene peptidil-arginina deiminasa (PPAD), una enzima que cambia las proteínas del organismo. Una vez que se produce este cambio, el cuerpo ve las proteínas como una amenaza. Los expertos llaman a este proceso citrulinación. Puede provocar la creación de anticuerpos contra las proteínas del revestimiento de las articulaciones. La citrulinación hace que las proteínas tengan más probabilidades de provocar una respuesta inmunitaria que dañe el revestimiento de esta articulación.

Los expertos han encontrado bacterias de la boca en el líquido entre las articulaciones (llamado líquido sinovial) en personas con AR y otras formas de artritis. Creen que la bacteria se desplaza a través del tejido gingival dañado, entra en el torrente sanguíneo y luego se escapa a otras partes del cuerpo.

La P. gingivalis puede provocar una aparición más temprana, una progresión más rápida y una AR más intensa. Por ello, los huesos y cartílagos podrían resultar más dañados.

Pero aún no está claro si una condición conduce directamente a la otra. En cambio, los expertos tienen dos teorías principales sobre cómo la AR y la enfermedad periodontal se afectan mutuamente:

  • En algunas personas, una respuesta inmunitaria contra las proteínas citrulinadas podría dar lugar a la AR. Esto también podría ser la razón de la inflamación en el cuerpo con AR. Esta teoría sugiere que la enfermedad periodontal puede causar AR.

  • La AR podría afectar a las encías, al igual que daña las articulaciones. Esta podría ser la razón por la que algunas personas con AR grave también tienen enfermedad de las encías. Esta teoría implicaría que la AR puede conducir a la enfermedad periodontal.

Cuáles son los síntomas de la AR y la enfermedad periodontal?

Los estudios demuestran que los síntomas y otros factores de la enfermedad periodontal (como el sangrado de las encías, la gingivitis y la profundidad de las bolsas dentales) son más intensos en las personas que también padecen AR. Asimismo, suele haber más P. gingivalis en el organismo justo antes de que empiecen a aparecer los síntomas de la AR.

La gravedad de la enfermedad periodontal suele estar en consonancia con la actividad de la AR. Esto significa que si su AR es más activa, es probable que su enfermedad periodontal también empeore.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad periodontal y la AR?

Aunque cada afección tiene la suya propia, la enfermedad periodontal y la AR pueden compartir algunos de los mismos factores de riesgo. Estos pueden incluir:

Factores de riesgo genéticos. Si tiene un gen llamado HLA-DRB1, puede tener más riesgo de padecer ambas afecciones. Este gen indica a su cuerpo cómo fabricar un tipo de proteína que ayuda al funcionamiento de su sistema inmunitario.

Factores ambientales. El nivel socioeconómico, la obesidad y el tabaquismo pueden aumentar las probabilidades de padecer AR o enfermedad periodontal. El tabaquismo también empeora la enfermedad de las encías y la AR si ya se padece una o ambas enfermedades.

Prevención y tratamiento de la enfermedad periodontal con AR

Las investigaciones sugieren que las terapias no quirúrgicas de la enfermedad periodontal, como los tratamientos con láser o la limpieza profunda bajo la línea de las encías, mejoran algunos factores de la AR. Un estudio analizó a personas con enfermedad periodontal que tienen AR con actividad de la enfermedad de moderada a alta y baja. En el caso de la AR con actividad de la enfermedad de moderada a alta y baja, los expertos descubrieron que las terapias no quirúrgicas para la enfermedad periodontal pueden reducir su:

La velocidad de eritrosedimentación/proteína reactiva. Se trata de un marcador de las afecciones inflamatorias. Los médicos los utilizan para diagnosticar y controlar la AR.

Los niveles del factor de necrosis tumoral (TNF). El TNF es una proteína que causa inflamación en el cuerpo. Desempeña muchas funciones en el ciclo vital de las células.

Puntuación de la actividad de la enfermedad. Mide el grado de actividad de su AR en una escala de 0 a 10. Permite a su médico calibrar su respuesta a un determinado tratamiento.

Por otro lado, puede haber una relación entre la gravedad de su enfermedad periodontal y la utilidad de la medicación para la AR. La inflamación prolongada de las encías podría afectar a la eficacia de la medicación para la AR. Por ello, es posible que tenga más síntomas de AR, ya que su tratamiento no tendrá tanto éxito.

Para controlar o prevenir la enfermedad periodontal, es importante que visite a su dentista con regularidad. Esto es especialmente cierto si tiene AR. Cuanto más rápido detecte su médico la enfermedad de las encías, más rápido podrá tratarla.

La mejor manera de prevenir la enfermedad periodontal es mediante una buena higiene bucal y limpiezas dentales regulares con su dentista o higienista dental (aproximadamente cada 6-12 meses).

Si tiene AR, su dentista puede sugerirle que programe visitas más frecuentes. Es importante que le digas a tu médico si notas algún tipo de sangrado u otros cambios en tu rutina de cepillado y uso del hilo dental.

Si su médico descubre que tiene una enfermedad leve de las encías, su plan de tratamiento será bastante sencillo. Tendrás que mantener una buena rutina de higiene bucal: cepillarte los dientes al menos dos veces al día (por la mañana y por la noche) y usar el hilo dental una vez al día (por la noche). También es posible que te den otros consejos para cuidar tus dientes y encías.

Lo más probable es que también le hagan una limpieza dental profunda. Esto eliminará la placa. Pueden mostrarte la mejor manera de limpiar tus dientes y evitar la acumulación de placa. El médico tendrá en cuenta los obstáculos que pueda tener debido a su AR.

Si la enfermedad de las encías es grave, el médico le dará un tratamiento dental adicional. Esto puede incluir la cirugía.

Mucha gente no se da cuenta de que tiene una enfermedad de las encías. Por ello, es importante que te revises los dientes y las encías a menudo en un espejo. Busque cambios de color o textura. Para prevenir la enfermedad periodontal y los efectos que pueda tener en la AR, informe siempre a su médico si observa algún cambio en su salud bucal.

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