Si tienes artritis reumatoide (AR), puede que te preocupe su impacto en el trabajo. Tal vez le resulte más difícil realizar sus tareas. Puede que le preocupe que su empleador utilice su AR como excusa para no ascenderle o incluso para despedirle.
Los cambios en tus funciones y/o las adaptaciones en el lugar de trabajo pueden permitirte seguir trabajando. También tienes algunas protecciones legales en el trabajo.
La Ley Federal de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés) impide que cualquier empresa con 15 o más trabajadores te discrimine si tienes una discapacidad. La ADA considera que una discapacidad es cualquier impedimento físico o mental que interfiere con las actividades de la vida, como el trabajo. La AR cumple estos criterios.
Cómo puede afectar la AR a mi capacidad de trabajo?
La AR puede causar inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones. Esto puede hacer que le resulte difícil hacer cosas como alcanzar, levantar o tirar. Algunos ejemplos de cómo la AR puede afectarle en el trabajo son:
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Puede sentirse incómodo al estar sentado o de pie durante mucho tiempo.
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Puede resultarle difícil escribir o teclear, especialmente durante períodos prolongados, si su AR afecta a los dedos, las manos o las muñecas. Puede ser difícil agarrar objetos.
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Puede tener efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratar su AR, como mareos, somnolencia, fatiga y náuseas.
Cómo puedo seguir trabajando si tengo AR?
A algunas personas les resulta difícil seguir trabajando con AR. Pero hay algunas cosas que puedes hacer para que sea más fácil:
Controle sus síntomas. Si aún no está tomando medicación, empiece a hacerlo. Las investigaciones demuestran que las personas que comienzan el tratamiento farmacológico en los tres meses siguientes al diagnóstico son capaces de ser más productivas en el trabajo. Cumpla su programa de medicación y, si sus síntomas no mejoran, hable con su médico. Las personas con AR que controlan bien sus síntomas tienen menos probabilidades de necesitar una jubilación anticipada.
Pida adaptaciones. La ADA exige a las empresas que ofrezcan adaptaciones razonables a los trabajadores con discapacidad. Estas pueden incluir:
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Pasos para hacer accesible su lugar de trabajo
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Equipos ergonómicos, como un teclado especial o un software de reconocimiento de voz
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Un horario de trabajo modificado, como un comienzo más temprano o más tarde, o la posibilidad de trabajar desde casa parte o todo el tiempo
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Permitirle tener una baja médica
Cuáles son algunas adaptaciones que puedo necesitar si tengo AR?
Si necesitas adaptaciones en el lugar de trabajo, comunícaselo a tu empleador lo antes posible. Hágalo incluso si no está seguro de qué tipo de adaptación le ayudará. La ley obliga a tu empresa a colaborar contigo para encontrar soluciones. Las opciones son:
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Software de voz a texto
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Tiempo extra para completar el papeleo
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Ayudas de agarre
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Ayuda para mover objetos
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Pausas de movimiento para aliviar el dolor y la rigidez
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Un puesto de trabajo sentado/de pie para poder alternar entre ambos
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Un ordenador colocado a la altura de los ojos para evitar la tensión en el cuello
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Herramientas de trabajo al alcance de los brazos para no tener que agacharse para cogerlas
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Un teclado y un ratón ergonómicos
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Una silla de oficina ergonómica/ajustable. (Lo ideal es que sea giratoria, que tenga soporte lumbar y que haya al menos una separación de 2,5 cm entre el borde del asiento y la parte posterior de las rodillas cuando te sientes hacia atrás).
Una de las cosas más importantes que puedes necesitar es un acuerdo de trabajo flexible. Esto puede incluir:
Horarios flexibles. Si tienes más energía a ciertas horas del día, podrías solicitar horarios de entrada y salida más tempranos o más tardíos. Muchos empleadores ofrecen esta opción siempre que los empleados puedan garantizar el cumplimiento de su trabajo.
Trabajar desde casa. Su empresa puede proporcionarle tecnología que le permita acceder a todo lo que necesita para realizar su trabajo desde casa. Incluso podría descubrir que es más productivo cuando no tiene que gastar energía en los desplazamientos.
Cuando hagas una solicitud de adaptación, ponla por escrito y preséntala a tu supervisor, al representante de recursos humanos o a ambos. Debe incluir la siguiente información:
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Que tiene una discapacidad que le da derecho a las protecciones de la ADA
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Sus limitaciones específicas que interfieren en el trabajo
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Sus ideas de acomodación (Este debe ser el foco principal de su carta).
Qué pasa si creo que me están discriminando?
Cuando te entrevisten para un trabajo, o te contraten para uno, no tienes que decirle a tu empleador que tienes AR, aunque luego pidas adaptaciones. Su empleador tampoco puede:
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Negarse a contratarle o ascenderle
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Despedirlo o degradarlo
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Acosarte (por ejemplo, hacer bromas o comentarios negativos sobre tu RA)
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Pagarte menos a causa de tu discapacidad
Tu empleador tiene derecho a denegar una adaptación si supone una dificultad excesiva para la empresa. Pero aun así tienen que intentar trabajar contigo para encontrar una solución. Si te deniegan una adaptación, escribe una carta a tu empleador preguntando por qué y solicita una reunión para discutir otras opciones. A veces, los empresarios reconsideran su decisión u ofrecen una alternativa.
Si has agotado todas las vías y crees que se han violado tus derechos, puedes:
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Presentar una acusación de discriminación ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos o ante la agencia estatal de prácticas laborales justas. Es posible que tenga que hacerlo en un plazo de 180 días.
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Ponte en contacto con un abogado especializado en derechos de los discapacitados. El Colegio de Abogados de tu localidad puede ayudarte a encontrar a alguien. Puedes obtener más información aquí.
Qué pasa si ya no puedo trabajar?
Hasta un tercio de las personas con AR tienen que dejar de trabajar en la década siguiente a que se les diagnostique la enfermedad. Puede solicitar las prestaciones por incapacidad de la Seguridad Social, pero tenga en cuenta que su incapacidad tiene que ser tan grave que le impida desempeñar cualquier tipo de trabajo.
Para solicitarla, debe aportar:
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Pruebas de su médico. Esto puede incluir radiografías, resonancias magnéticas, análisis de sangre, notas del examen clínico y un historial detallado del tratamiento.
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Una descripción de su discapacidad y de dónde y cuándo ha recibido tratamiento
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Un historial laboral detallado
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Una explicación exhaustiva de su capacidad para realizar actividades de la vida diaria, como vestirse o conducir. Esto ayudará a la Seguridad Social a determinar si puede realizar otras formas de trabajo.
Puede solicitarla en persona en su oficina local de la Seguridad Social, por teléfono (800-772-1213) o por Internet (ssa.gov/benefits/disability). Si trabaja con un abogado o defensor de la discapacidad, esto puede facilitar la aceptación de su solicitud.