La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad dolorosa y de larga duración en la que el sistema inmunitario ataca los tejidos del cuerpo. Puede provocar una inflamación que hincha y deforma las articulaciones y desgasta los huesos.
La AR afecta a todo el cuerpo. Además de las articulaciones, puede dañar la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos, entre otros.
Algunas personas padecen también otras enfermedades junto con la AR. He aquí algunas de las afecciones que pueden aparecer.
Ojos
Además, los medicamentos que alivian la inflamación y el dolor y retrasan el empeoramiento de la AR también pueden provocar afecciones oculares como el glaucoma y las cataratas y, en raras ocasiones, cambios en la pigmentación que conducen a la pérdida de visión. Si toma hidroxicloroquina o un corticosteroide, asegúrese de visitar a su oftalmólogo al menos una vez al año.
Otras afecciones oculares que se observan en la AR son la epiescleritis (inflamación de la epiesclera, el revestimiento exterior de las paredes del ojo) y la escleritis (inflamación de la esclerótica, la parte blanca del ojo).
Corazón y vasos sanguíneos
La AR puede aumentar la probabilidad de que las arterias se endurezcan y se obstruyan, así como la inflamación e irritación del fino revestimiento que rodea el corazón.
Cuando se padece AR, aumenta la probabilidad de sufrir un ataque al corazón o un ictus. Estos trastornos se producen cuando la placa de los vasos sanguíneos dañados por la AR se desprende y bloquea otros vasos.
La AR también puede provocar problemas en las válvulas cardíacas, nódulos en el corazón, insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular (FA).
Un estudio de 10 años realizado en Taiwán muestra también que las personas con AR tienen más probabilidades de sufrir una trombosis venosa profunda (TVP) o una embolia pulmonar (EP), dos tipos peligrosos de coágulos sanguíneos. Las razones de este mayor riesgo no están claras.
Síndrome del túnel carpiano
La inflamación de la AR puede afectar al revestimiento de los tendones de la muñeca. Ejerce presión sobre el nervio que va del antebrazo a la muñeca y la mano (nervio mediano).
Si esto ocurre, es posible que tenga hormigueo, entumecimiento o debilidad, los síntomas del síndrome del túnel carpiano. Los medicamentos que combaten la inflamación pueden ayudar a calmar el dolor.
Osteoporosis
Esta enfermedad de adelgazamiento óseo puede ser el resultado de la inflamación a largo plazo de la AR. Las investigaciones demuestran que los adultos mayores que han tenido osteoporosis durante mucho tiempo también tienen más probabilidades de padecer AR. El ejercicio con pesas, una dieta nutritiva y la medicación son tratamientos para la osteoporosis. En el caso de la AR, es posible que tenga que elegir tipos de ejercicios con peso que no sean de alto impacto, como caminar, hacer senderismo, nadar o hacer ejercicios aeróbicos en el agua.
Depresión
Las personas con AR son más propensas a sufrir depresión. Podría haber muchas razones para ello, incluyendo el estrés de manejar una condición crónica que puede ser dolorosa y afectar su vida diaria. Conozca los signos de la depresión y busque ayuda de su médico o de un consejero autorizado. Los síntomas de la depresión incluyen:
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Sentirse triste o sin valor
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Perder el interés por las cosas que habitualmente disfrutas
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Problemas de sueño (dormir demasiado o tener problemas para dormir)
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Poca energía
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Cambios de peso
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Pensamientos de suicidio (Hay ayuda disponible las 24 horas del día llamando a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255).
El tratamiento de la depresión puede incluir terapia, medicamentos y cambios en el estilo de vida.
Hígado y riñones
El problema aquí no es todo de la AR en sí, sino los efectos secundarios del tratamiento por tomar ciertos medicamentos durante mucho tiempo. Los medicamentos más comunes para la AR que causan problemas de salud son:
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Acetaminofeno
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Ciclosporina
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Metotrexato
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AINEs
Su médico revisará su hígado y sus riñones para asegurarse de que funcionan bien.
Pulmones
En el 80% de las personas con AR, los pulmones están afectados en algún grado, pero normalmente no lo suficiente como para causar síntomas. No es frecuente, pero si es grave y duradera, puede provocar problemas respiratorios y una enfermedad llamada fibrosis pulmonar, que empeora con el tiempo. Aunque no hay cura, tratamientos como la medicación, la oxigenoterapia y el asesoramiento pueden ralentizar la enfermedad.
Problemas gastrointestinales
No es frecuente, pero algunas personas con AR tienen también otra enfermedad autoinmune. Entre ellas, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII): La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Los investigadores aún están estudiando la conexión.
O puede tener problemas gastrointestinales debido a una medicación que toma para Crohns o debido a una infección.
Piel
La AR puede causar nódulos reumatoides, que son bultos justo debajo de la piel. Son del mismo color que el resto de la piel y pueden variar de tamaño.
Diabetes de tipo 1
Los científicos han identificado un gen que aumenta las probabilidades de padecer diabetes de tipo 1, así como AR. Las personas con otros tipos de diabetes también podrían tener AR, y viceversa, pero el riesgo no parece ser mayor que el de otras personas.
Cáncer
Algunas investigaciones demuestran que las personas con AR son ligeramente más propensas a padecer algunos tipos de cáncer, como el linfoma, que las personas sin AR. No está claro si el riesgo está relacionado con el uso prolongado de ciertos medicamentos o con la propia AR.