Aunque no hay una dieta específica para la AR, lo que comes puede influir mucho en cómo te sientes, tanto física como mentalmente. No es de extrañar que los alimentos refinados con alto contenido en sal, azúcar y conservantes puedan provocar la inflamación que provoca la hinchazón y el dolor. Además, favorecen el aumento de peso, lo que supone una carga adicional para las articulaciones. La salud mental también se ve afectada: Estos alimentos están relacionados con enfermedades como la ansiedad y la depresión.
Mientras tanto, una dieta basada en alimentos integrales con un mínimo de procesamiento ayudará a mantener la inflamación a raya. Esta forma de comer es fundamental para proteger la salud del corazón; con la AR, el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca es casi el doble que el de alguien que no la padece. Reducirá las posibilidades de desarrollar enfermedades como la diabetes de tipo 2. También mejorará su estado de ánimo.
No es necesario seguir una dieta específica, aunque todos estos alimentos saludables forman parte de las dietas mediterránea y DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión). Cuando hagas la compra, piensa:
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Frutas y verduras
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Frijoles y legumbres
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Cereales integrales no refinados
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Frutos secos
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Pescados grasos
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Carnes magras ?
Si esto es un cambio drástico de la forma en que comes ahora, trabaja estos alimentos con el tiempo. Y para planificar las comidas a largo plazo, no dudes en recurrir a las verduras enlatadas o congeladas: Su valor nutricional es muy parecido al de las frescas.
Añade algunos de estos artículos a tu lista de la compra, o imprime esta lista y llévala contigo a la tienda.
Produce
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Verduras de hoja oscura: Mostaza, col, lechuga romana, espinacas, col rizada.
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Tomates
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Pimientos
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Coles
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Cebollas
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Brócoli
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Zanahorias
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Patatas
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Aguacate
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Bayas: Arándanos, fresas, frambuesas
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Naranjas, pomelos, limones, limas?
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Kiwi
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Uvas
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Manzanas
Carnes/Mariscos/Proteínas
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Pescado con alto contenido en ácidos grasos omega-3: salmón, atún, arenque, vieiras
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Aves de corral magras: pollo, pechugas de pavo
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Alubias y lentejas
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Tofu
Lácteos (incluye productos de leche de coco o de frutos secos)
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Yogur griego bajo en grasa
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Leche baja en grasa
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Kéfir bajo en grasa
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Queso bajo en grasa: feta, Parmigiano-Pecorino, brie, chevre
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Tzatziki
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Hummus
Conservas y productos secos
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Verduras en conserva
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Tomates en conserva
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Panes integrales
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Harinas de grano entero
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Avena (cortada con acero, enrollada o irlandesa)
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Legumbres/frijoles: lentejas, cannellini, riñón, garbanzos
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Frutos secos: almendras, nueces, pino, pistacho
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Aceite de oliva virgen extra
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Arroz integral
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Especias
Congelador
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Verduras (sin salsas añadidas)
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Frutas (sin azúcares añadidos)
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Aves de corral magras (pollo, pechugas de pavo)