¿Quiere proteger sus articulaciones de los daños causados por la AR? Manténgalas en buena forma con algunos cambios en su estilo de vida. La dieta, el ejercicio y el uso de las herramientas adecuadas pueden marcar una gran diferencia.
Perder peso
Si tienes kilos de más, sé amable con tus articulaciones y deshazte de algunos. El peso corporal añadido pone más tensión en tus caderas, rodillas y pies. Esos kilos de más pueden dificultar el control del dolor articular y los síntomas de la AR.
Manténgase activo
El ejercicio regular ayuda a que tus articulaciones funcionen como deben, alivia la rigidez y la fatiga. Fortalece los músculos que sostienen las articulaciones. Una ventaja adicional: reduce las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas, que suelen acompañar a la AR.
Pero hay que tener cuidado. Demasiado ejercicio, o el tipo equivocado, puede ser malo para ti si tus articulaciones están inflamadas o dañadas. Haga cosas que supongan la menor cantidad de peso corporal para sus articulaciones. Prueba a nadar, hacer bicicleta estática y levantar pesos ligeros. Tu médico o fisioterapeuta puede ayudarte a diseñar un programa adecuado para ti.
Dejar de fumar
La ayuda para su AR es una razón más para dejar el tabaco. Las investigaciones demuestran que fumar puede dificultar el tratamiento de la enfermedad. Estudios recientes descubrieron que los fumadores con artritis reumatoide tenían menos probabilidades de beneficiarse de dos tratamientos comunes: el metotrexato y ciertos fármacos biológicos.
Elija herramientas que den descanso a sus articulaciones
Los dispositivos de ayuda pueden ayudar a aliviar la tensión de tus articulaciones dañadas y protegerlas de lesiones. Por ejemplo, utilice un bastón en el lado opuesto de la articulación de la rodilla o la cadera con AR. Puede quitarte entre el 20% y el 30% del peso y hacerte más estable.
También puedes probar con bolígrafos, lápices y cepillos de dientes con mangos gruesos que faciliten su sujeción. Para reducir la tensión en los hombros, utiliza herramientas que te ayuden a alcanzar los objetos de las estanterías altas.
Evite la tensión en una sola articulación
Utiliza tus articulaciones grandes y fuertes para prescindir de las más pequeñas y frágiles. Prueba estos consejos:
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Lleva un bolso de hombro en lugar de un clutch o bolso de mano.
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Sujeta las bolsas de la compra con los brazos, cerca del cuerpo. No las agarre con las manos.
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Sujeta los objetos pequeños con las palmas de las manos en lugar de con los dedos.
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Utiliza las dos manos o el hombro para abrir puertas pesadas.
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Sujete los objetos con las dos manos en lugar de una.
Practicar una buena postura
Protege las articulaciones de tus hombros, caderas y rodillas. Cuando levantes, mantén la espalda recta y los pies bien separados. Dobla las rodillas y las caderas, no la cintura.
Cuando estés en una silla, apoya los pies en el suelo. Mantenga las rodillas y las caderas dobladas en un ángulo de 90 grados. Siéntate erguido y levanta el pecho.
Come bien
Aunque no existe una dieta específica para aliviar la artritis reumatoide, algunos nutrientes pueden ayudar a proteger las articulaciones:
Ácidos grasos omega-3. Los estudios demuestran que pueden ayudar a reducir la inflamación que acompaña a la AR. Algunas buenas fuentes son los pescados grasos como el salmón, el arenque, el atún y las sardinas. También puedes probar con suplementos de aceite de pescado, pero pregúntale a tu médico en primer lugar.
Calcio y vitamina D. Muchas personas con AR no obtienen suficiente cantidad de estos nutrientes. Ambos son importantes para tener huesos fuertes y articulaciones sanas. También ayudan a evitar la osteoporosis, que es más probable cuando se tiene AR. La mayoría de los adultos necesitan entre 1.000 y 1.200 miligramos de calcio y entre 600 y 800 unidades internacionales de vitamina D al día. Prueba con alimentos ricos en nutrientes como las verduras de hoja verde, la soja, el salmón y el queso.