El Grupo Internacional de Estudio del Síndrome de las Piernas Inquietas describió los siguientes síntomas del síndrome de las piernas inquietas (SPI):
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Extrañas sensaciones de picor, hormigueo o "arrastre" que se producen en la profundidad de las piernas; estas sensaciones también pueden producirse en los brazos.
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Una necesidad imperiosa de mover las extremidades para aliviar estas sensaciones
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Inquietud: pasearse por el suelo, dar vueltas en la cama, frotarse las piernas
Los síntomas pueden aparecer sólo al acostarse o sentarse. A veces, los síntomas persistentes empeoran al acostarse o sentarse y mejoran con la actividad. En casos muy graves, los síntomas pueden no mejorar con la actividad.
Otros síntomas del SPI son los siguientes:
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Alteraciones del sueño y somnolencia diurna
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Movimientos involuntarios, repetitivos, periódicos y espasmódicos de las extremidades que se producen tanto durante el sueño como mientras se está despierto y en reposo; estos movimientos se denominan movimientos periódicos de las piernas del sueño o trastorno de movimientos periódicos de las extremidades. Hasta el 90% de las personas con SPI padecen también esta afección.
En algunas personas con SPI, los síntomas no se producen todas las noches, sino que aparecen y desaparecen. Estas personas pueden pasar semanas o meses sin síntomas (remisión) antes de que los síntomas vuelvan a aparecer.