APS grave: artritis mutilante

La artritis mutilante es la forma más grave y dolorosa de la artritis psoriásica (APS). Se cree que afecta a alrededor del 5% de las personas con PsA. Algunos informes sugieren que hasta el 16% de las personas con PsA pueden padecerla.

La artritis mutilante puede afectar a las manos, las muñecas, las rodillas y los pies. Ataca y destruye las articulaciones que conectan los tendones y ligamentos a los huesos de los dedos de las manos y los pies. Los dedos se acortan debido a la rotura de los huesos. El término médico para esto es osteólisis. Con el tiempo, conduce a una deformidad permanente y a la discapacidad de la zona afectada.

Causas y factores de riesgo de la artritis mutilante

La artritis mutilante es poco frecuente. Para entender lo que la provoca, tendrás que entender la PsA.

La APS es una enfermedad crónica y autoinmune que se produce cuando el sistema inmunitario ataca los tejidos y las células sanas. Esto hace que las articulaciones se inflamen.

Los expertos no están seguros de qué es lo que desencadena la respuesta inmunitaria, pero creen que los genes o las cosas del entorno, como los virus o las bacterias, pueden desempeñar un papel.

Las personas que padecen psoriasis, una enfermedad cutánea que provoca enrojecimiento, picor e inflamación de la piel, tienen un mayor riesgo de desarrollar APS. Alrededor del 40% de las personas con APS tienen un familiar con psoriasis o artritis.

La artritis mutilante suele darse en personas que han tenido PsA durante mucho tiempo. La pérdida de hueso en las articulaciones hace que los huesos sean más cortos. La piel de la zona crea entonces lo que parecen "dedos telescópicos" o "lápiz en taza", donde se pueden meter y sacar los dedos como si fueran un telescopio. Las deformidades articulares también se llaman "manos de cristal de ópera". Esto es más común en los hombres que en las mujeres y ocurre más a menudo en personas que desarrollan artritis mutilante a una edad más temprana.

Síntomas a tener en cuenta

Los síntomas de la PsA incluyen:

  • Rigidez en las manos o en los pies

  • Articulaciones dolorosas con enrojecimiento, calor e hinchazón en el tejido circundante

  • Aspecto de "salchicha" en los dedos de las manos o de los pies

Los síntomas de la artritis mutilante más grave incluyen:

  • Dolor intenso e inflamación en las articulaciones de las manos y los pies

  • Pérdida de hueso alrededor de las articulaciones de las manos, las muñecas o los pies

  • Acortamiento o telescopaje de los dedos de las manos y de los pies

  • Deformidades en las manos y los pies

  • Problemas con su rango de movimiento en la zona afectada

  • Fusión del hueso (anquilosis)

  • Dislocación parcial (subluxación)

  • Alteraciones en las uñas como picaduras, lesiones o abolladuras

  • Dolor de espalda

  • Dolor de cuello

  • Fatiga

  • Sarpullido

  • Dolor de pies

La artritis mutilante suele aparecer entre los 30 y los 50 años. A menudo ocurre en personas que han tenido psoriasis durante más de 10 años.

Si nota síntomas de artritis mutilante, acuda al médico lo antes posible, ya que las deformidades pueden ser permanentes. Las personas que reciben un tratamiento temprano suelen tener mejores resultados.

Cómo se diagnostica la artritis mutilante?

No hay una prueba específica para diagnosticar la APS. Su médico hará un diagnóstico basado en observaciones, sus síntomas y un proceso de eliminación. Los síntomas de la APS pueden ser similares a los de otras enfermedades articulares como la artritis reumatoide, la gota y la artritis reactiva.

Si su médico le ha diagnosticado APS, le vigilará para determinar si se convierte en artritis mutilante. Si nota que sus síntomas han cambiado, debe hablar con su médico.

Es posible que le hagan un análisis de sangre y que le realicen pruebas de imagen como una resonancia magnética y una radiografía para comprobar si hay deformidades óseas y articulares.

Opciones de tratamiento

La artritis mutilante puede causar daños permanentes en las articulaciones y limitar su rango de movimiento. Es importante detectarla lo antes posible para poder empezar el tratamiento.

Los objetivos del tratamiento de la artritis mutilante incluyen:

  • Frenar la pérdida de hueso

  • Evitar que las articulaciones se deterioren

  • Aliviar la inflamación de las articulaciones

  • Reducir el riesgo de desarrollar otras afecciones como enfermedades cardíacas, depresión y obesidad

  • Mejorar su calidad de vida

  • Preservar su rango de movimiento

Juntos, usted y su reumatólogo elaborarán un plan de tratamiento adecuado para usted.

Este puede incluir:

Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos fármacos ayudan a combatir la inflamación y el dolor. Probablemente tendrá que tomar AINE durante varias semanas antes de ver sus efectos completos.

Inyecciones de glucocorticosteroides. Se trata de esteroides que se administran mediante inyecciones. Pueden ayudar a combatir la inflamación de las articulaciones y el dolor. Las inyecciones de esteroides suelen tener menos efectos secundarios que los esteroides que se toman por vía oral.

Biológicos. Tu médico puede recetarte estos medicamentos si tienes problemas con tu rutina diaria. Los biológicos reducen la inflamación y suprimen el sistema inmunitario. Suelen empezar a funcionar en dos semanas, pero pueden pasar hasta tres meses para que notes una mejora. Los biológicos incluyen medicamentos como abatacept, secukinumab y ustekinumab.

Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD). Estos medicamentos, también conocidos como "no biológicos", incluyen la ciclosporina, la leflunomida, el metotrexato, la sulfasalazina y otros. Su médico puede recomendarle el metotrexato si tiene varias articulaciones inflamadas. Puede recibir este medicamento en forma de pastillas o inyecciones. Si tiene efectos secundarios mientras está tomando metotrexato, su médico puede indicarle que pruebe otro medicamento no biológico en su lugar.

Informe a su médico si tiene efectos secundarios o si sus tratamientos no están funcionando. Es posible que tenga que cambiar de medicamento. También le sugerirán cambios en su estilo de vida, incluida la pérdida de peso si lo necesita. La pérdida de peso puede ayudar a que los tratamientos funcionen mejor.

Cirugía. Si su APS es lo suficientemente grave, su médico puede recomendarle una intervención quirúrgica para sustituir los huesos dañados por piezas de plástico o metal. La intervención quirúrgica puede devolverle la funcionalidad a sus extremidades y reducir el dolor, pero no puede detener la inflamación. Si te operan, tendrás que acudir al médico con regularidad para controlar las nuevas articulaciones. Es posible que siga necesitando medicamentos recetados para el dolor y la inflamación.

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