Puede parecer extraño, pero es cierto. La psoriasis está relacionada con algunos trastornos digestivos que también son enfermedades autoinmunes.
Por el momento, no hay nada que pueda cambiar en su estilo de vida para evitar específicamente que contraiga uno de estos problemas digestivos que están grabados en sus genes.
La investigación sobre esta compleja relación está en curso, y aún queda mucho por aprender. Esto es lo que sabemos hasta ahora.
Psoriasis y EII
Existe una fuerte relación entre la psoriasis y la enfermedad inflamatoria intestinal, o EII. La EII incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa (CU). La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del estómago y los intestinos; la CU suele afectar a las partes inferiores del tracto gastrointestinal, el colon y el recto.
Tras analizar los patrones genéticos de decenas de miles de personas con enfermedades autoinmunes graves, los científicos están descubriendo que los mismos genes problemáticos pueden ser responsables de la psoriasis, la enfermedad de Crohn y la CU. Estas enfermedades también desencadenan la inflamación de forma similar.
La piel y los intestinos son órganos formados por tejidos que absorben las cosas con mayor facilidad, por lo que no es de extrañar que ambos sean sensibles y reaccionen a las señales de inflamación que viajan por todo el cuerpo.
Un estudio reveló que 1 de cada 10 mujeres con psoriasis desarrolla una EII. (Las probabilidades eran aún mayores en el caso de las que padecían artritis psoriásica, otra enfermedad relacionada con la psoriasis). Los enfermos de psoriasis tienen 2,5 veces más probabilidades de contraer la enfermedad de Crohn y 1,6 veces más de contraer la CU. Algunas personas contraen primero un trastorno digestivo y luego la psoriasis.
La EII y la psoriasis también comparten una conexión con la obesidad. El tejido graso parece producir sustancias químicas que modifican el funcionamiento del organismo, incluido el sistema inmunitario. Tener mucho peso de más aumenta las probabilidades de padecer psoriasis, Crohn y CU. También puede hacer que empeoren más rápidamente y que los tratamientos sean menos eficaces.
Psoriasis y enfermedad celíaca
Cuando se padece la enfermedad celíaca, no se puede digerir el gluten, una proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada. La enfermedad celíaca puede dañar tu intestino delgado e impedir que absorba nutrientes clave.
La probabilidad de contraer la enfermedad celíaca es casi 3 veces mayor entre las personas con psoriasis. Aproximadamente 4 de cada 100 la padecen. Las investigaciones demuestran que cuanto más altos son los niveles de anticuerpos específicos relacionados con la enfermedad celíaca, peor suele ser la psoriasis.
Síntomas de la mancha
Esté atento a los signos de problemas digestivos y comuníqueselo a su médico para que le haga pruebas y cambie su plan de tratamiento, si es necesario.
Los síntomas de la EII (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa) incluyen:
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Diarrea
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Calambres en el vientre
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Sangre en las cacas
Más información sobre los síntomas, tipos y causas de la EII.
Los síntomas de la enfermedad celíaca o de la sensibilidad al gluten en adultos pueden incluir:
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Diarrea
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Caca con mal olor
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Fatiga
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Sensación de debilidad, mareo o falta de aliento
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Manos y pies fríos
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Articulaciones doloridas y adoloridas
Puede confundir la enfermedad celíaca con la artritis psoriásica, porque ambas pueden causar dolor en las articulaciones y fatiga. Su médico puede pedir un análisis de sangre que mida los niveles de anticuerpos para comprobar si el gluten le afecta. Lea más sobre cómo averiguar si tiene la enfermedad celíaca.
Cómo controlar ambas enfermedades
A menudo es útil contar con un especialista llamado gastroenterólogo así como con un dermatólogo en su equipo de atención médica. Usted y su equipo pueden decidir qué tratamiento es el adecuado para usted en función de la gravedad de sus síntomas y de los efectos secundarios de la medicación que esté dispuesto a soportar.
El mismo fármaco puede servir tanto para la psoriasis como para la EII. Pero algunos medicamentos biológicos son más propensos que otros a desencadenar un brote en alguien que ya tiene una EII.
Seguir una dieta sin gluten ha ayudado a algunas personas a eliminar sus lesiones de psoriasis y a controlar la celiaquía. Es más, no consumir gluten ha ayudado a las personas que han dado positivo en las pruebas de sensibilidad al gluten, aunque no tengan ningún síntoma o signo de enfermedad celíaca.
Los hábitos saludables -incluyendo una dieta nutritiva y ejercicio regular- pueden ayudarte a sentirte mejor, a reducir la probabilidad de tener brotes y a obtener un mejor resultado del tratamiento. Por supuesto, tome su medicación según las indicaciones. No fume y limite el consumo de alcohol. Busque formas de aliviar el estrés, quizá uniéndose a un grupo de apoyo.
Informe a su médico de cualquier síntoma nuevo o cambiante.