La psoriasis puede cambiar la forma en que uno se siente con su cuerpo, sobre todo con su pareja. Y cuando está en la ingle o en los genitales, las relaciones sexuales pueden ser dolorosas y empeorar los síntomas.
Esto no significa que tenga que evitar las relaciones íntimas. La psoriasis no debe ser un obstáculo para una vida amorosa sana y satisfactoria.
Hable de ello
Una gran parte del buen sexo es ser vulnerable. Pon tus cartas sobre la mesa con suficiente antelación para poder estar en el momento y disfrutar, en lugar de preocuparte por lo que pueda pasar o por lo que esté pensando tu pareja. El simple hecho de compartir tus preocupaciones puede ser suficiente para aliviarlas.
Cuando esté con alguien nuevo, sea sincero sobre su psoriasis. Explique que no se contagia y que no se propaga al besar, abrazar o hacer el amor. Dado que la psoriasis alrededor de la ingle y los genitales puede parecer una ETS, es posible que tenga que tranquilizar a su pareja diciéndole que no es una infección. (¿No puede responder a todas las preguntas de su pareja? Invítala a tu próxima visita al médico).
Dígale lo que se siente bien y lo que no. Si tienes un brote o el sexo es demasiado doloroso, sé sincera. El sexo es sólo una parte de la intimidad. Explora otras formas de tocarte y estar juntos. Bonus: Eso podría hacer que el sexo sea aún mejor la próxima vez.
Prepara el ambiente
La ropa interior adecuada o la lencería estratégicamente reveladora pueden ayudarte a sentirte sexy y segura. Elige ropa interior de seda, lino o algodón. Los tejidos sintéticos como el nailon o el poliéster retienen el calor y pueden pegarse a la piel seca y agrietada. Incluso pueden desencadenar brotes.
Lo mismo ocurre con las sábanas: Las fibras naturales son mejores. La ropa de cama blanca o de color claro ayudará a ocultar las escamas. Los colores oscuros no mostrarán tanto los rastros de sangre.
Por supuesto, las luces tenues o la ausencia de ellas pueden ayudar a que te sientas menos expuesto cuando descubras tu piel por primera vez. La música relajante y las fragancias tranquilizadoras como la lavanda, la vainilla, la naranja, el cedro y el incienso (de velas o de un difusor de aceites esenciales) también pueden ayudarte a relajarte. Y una vez que te pongas en marcha, es probable que tu atención y la de tu pareja se centren en otras cosas.
Utiliza lubricantes
Los lubricantes ayudan a reducir la fricción que puede hacer que el sexo sea doloroso. Asegúrese de elegir uno con etiqueta de refrigeración. Estos suelen tener menta y otras hierbas calmantes. Los lubricantes cálidos suelen llevar pimientos picantes y especias que podrían desencadenar brotes.
O haz tu propio lubricante con aceite de coco. Mantiene la piel húmeda y puede calmar el ardor y el picor.
Un preservativo lubricado también reduce la irritación. Busque los que no sean de látex; algunos tratamientos para la psoriasis genital pueden hacer que los preservativos de látex goteen o se rompan.
Cuide su piel
Después de las relaciones sexuales, limpia suavemente tus genitales y la piel sudada, y luego ponte tu medicamento para la psoriasis y una crema hidratante.
La hidratación es la clave para mantener la piel sana. Busca cremas faciales y corporales sin alcohol, fragancias o colorantes para evitar la irritación. Algunas personas confían en aceites naturales como el de coco o el de aguacate. Aplícalos después del baño o la ducha mientras la piel está todavía húmeda, y siempre que sientas la piel seca.
No tenga miedo de hablar sobre los síntomas de la psoriasis, especialmente en la zona de la ingle, ya que su médico podría no preguntar. El tratamiento puede ayudar a limpiar su piel y hacer que se sienta mejor y más cómodo con su cuerpo.
Cuídate
Tendrás una cuesta difícil de subir cuando estés ansioso o preocupado. El estrés continuo puede desencadenar un cambio en las hormonas, apagando tu deseo sexual para que te centres en la supervivencia. Y el estrés es un desencadenante habitual de los brotes de psoriasis.
Aceptar la psoriasis como parte de su vida es un paso importante. Es parte de lo que te hace ser tú, tú. La persona con la que tengas relaciones sexuales debería aceptarte y quererte a ti también. Si no le gusta, es probable que tampoco sea una persona con la que vayas a conectar de otra manera.
Considera la posibilidad de recibir asesoramiento o terapia para reforzar tu autoestima y confianza. Puedes trabajar con tu terapeuta para averiguar cómo sacar a relucir los temas relacionados con el sexo y practicar para hablar de ellos.
El ejercicio regular liberará endorfinas que mejoran tu estado de ánimo y ayudan a restablecer el equilibrio de las hormonas sexuales. También dormirás mejor y tendrás más energía. El yoga, la meditación y la risa -incluso 10 minutos al día- también pueden aliviar la tensión y restaurar la libido.
Y el sexo alivia el estrés, así que el sexo es una ventaja para todos.
Tómate tu tiempo
No te precipites en la intimidad. Cuando os hayáis dado la oportunidad de conoceros y crear confianza, os resultará más fácil ser libres y sexys entre las sábanas.
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