La psoriasis puede afectar a algo más que a la piel. La aparición de las manchas inflamadas puede hacer que se sienta incómodo con los demás. Sentirse estresado por estar en grupos o por ponerse en situaciones en las que habrá mucha gente puede ser un síntoma de ansiedad social.
Si no se trata, la ansiedad social puede afectar a su bienestar general y a su calidad de vida. Sin embargo, existen recursos y herramientas para ayudarte a manejarla.
Es común que las personas se sientan ansiosas de vez en cuando. Pero si esa sensación aparece a menudo y afecta a tu vida diaria, podría ser algo más que timidez. De hecho, podría tratarse de una afección médica que su médico puede diagnosticar y tratar.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, el trastorno de ansiedad social es un tipo común de ansiedad que provoca mucho miedo o preocupación por ser observado, juzgado o humillado por los demás. Básicamente, puede impedirle vivir plenamente su vida debido a la preocupación por lo que puedan pensar los demás.
Si padece ansiedad social, puede experimentar:
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Miedo en situaciones sociales en las que alguien pueda ver las lesiones y manchas en su piel.
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Miedo a hablar en público por lo que alguien pueda pensar de tu piel.
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Evitar interacciones como conocer gente nueva, tener citas, entrevistas de trabajo, responder a una pregunta en clase o hablar con gente en el trabajo.
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Incapacidad para hacer cosas cotidianas, como comer o beber, delante de los demás.
El estrés de alejarse constantemente de posibles situaciones sociales puede pasarle factura mental. La ansiedad social puede conducir a la soledad y puede ponerte en mayor riesgo de depresión.
Si crees que puedes estar experimentando ansiedad social, asegúrate de hablar con tu médico o con un profesional de la salud mental sobre ello.
Los síntomas de la psoriasis varían de una persona a otra. Dado que se trata de una enfermedad en la que los síntomas suelen ser visibles, puede hacer que se sienta avergonzado o, en algunos casos, puede afectar a su salud mental. Puede sentirse:
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Ansioso
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Avergonzado
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Cohibido
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Juzgado por los demás
Aunque la investigación sobre la relación entre la psoriasis y la ansiedad social es limitada, un pequeño estudio de 2016 descubrió que el 46% de los participantes tenía ansiedad por la interacción social. Alrededor del 47% tenía algún nivel de ansiedad o miedo a lo que los demás pensaran de ellos en función de la enfermedad de la piel.
La estigmatización puede ser un factor de ansiedad social con la psoriasis. Las investigaciones demuestran que algunas personas creen falsamente que la psoriasis es contagiosa o infecciosa. Pero esto no es cierto.
Otro estudio descubrió que la ansiedad social entre los adultos con psoriasis estaba relacionada en gran medida con la autoestima. En el caso de aquellos cuyos síntomas psoriásicos comenzaron cuando tenían 18 años o menos, su ansiedad social estaba más relacionada con el estigma asociado a la enfermedad.
El estrés psicológico, como la ansiedad social, se ha relacionado durante mucho tiempo con la psoriasis. El estrés es un desencadenante común de un brote y también puede empeorar el picor.
Una amplia encuesta realizada a más de 32.000 personas con psoriasis demostró que el 46% de los síntomas psoriásicos reaccionaban al estrés, y que el 54% de los síntomas se agudizaban antes de un acontecimiento estresante.
Sin embargo, los expertos afirman que la relación entre el estrés y el inicio de los síntomas psoriásicos o de un brote es una línea muy fina y puede ser compleja.
Si te han diagnosticado ansiedad social, o si te encuentras tenso en situaciones sociales, aquí tienes algunos trucos para controlar ese estrés:
Intenta hacer ejercicios de respiración. Cuando estás ansioso o preocupado, tus patrones de respiración pueden cambiar. Intenta respirar larga y profundamente por la nariz y dejarla salir por la boca. Esto puede ayudar a regular la respiración y a aliviar el dolor de estómago. Los ejercicios como la meditación, el yoga y el tai-chi están diseñados para ralentizar tus movimientos y ayudarte a concentrarte en la respiración.
Aprende a relajar tu cuerpo. Sentirse al límite puede tensar los músculos de la cara y el cuerpo. Para relajar los músculos, intenta concentrarte en grupos individuales de músculos de la cara o el cuerpo. Trabaja para reconocer cómo se sienten cuando están tensos e intenta relajarlos. La tensión suele afectar sobre todo a la cara, el cuello, los hombros, los brazos y las piernas.
Prueba con imágenes visuales. Si conocer a alguien, ir a la escuela o al trabajo, hablar en un escenario o hacer una presentación le produce ansiedad, las imágenes visuales pueden ayudarle a reducir los nervios. Intente imaginar la acción de antemano cuando esté relajado. Ensayar una situación social en su cabeza, incluyendo lo que puede temer, puede ayudarle a prepararse para ella y a manejarla mejor en la realidad.
Reconozca los pensamientos negativos. La preocupación o el miedo constantes a lo que los demás puedan pensar sobre tu piel pueden llenar tu cabeza de pensamientos negativos. Esto puede convertirse en un patrón y afectar a tu calidad de vida. Para combatirlo, primero tendrás que aprender a reconocerlo.
Los pensamientos negativos pueden parecerse a:
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Generalizar en exceso: Asumir que todas las experiencias negativas están relacionadas con su psoriasis.
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Catastrofismo: Saltar siempre al peor de los escenarios.
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Personalización: Sentirse molesto por eventos o incidentes que pueden no tener nada que ver con usted o su condición.
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Ignorar los pensamientos positivos: Pasar por alto las buenas interacciones o los cumplidos.
Encuentre formas de responder a las preguntas sobre su psoriasis. Si alguien le pregunta sobre su piel, si puede, explique la enfermedad autoinmune. Esto puede ayudar a romper con las creencias erróneas y ayudarle a sentirse más fuerte.
Únase a un grupo de apoyo. Conéctese a un grupo de apoyo a la psoriasis donde pueda conocer a personas con ideas afines que puedan compartir experiencias vitales similares, y que puedan ofrecerle consejos.
Busque ayuda profesional. Si no es capaz de controlar sus sentimientos de ansiedad y éstos afectan a su calidad de vida, hable con su dermatólogo o con un terapeuta o asesor autorizado. Los médicos y los profesionales de la salud mental pueden ayudarle a sentirse mejor.
Si usted o un ser querido tiene pensamientos suicidas, llame a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-TALK (8255).