El tratamiento del cáncer de próstata confinado en un órgano ha consistido en extirpar, irradiar o congelar la glándula para intentar curar la enfermedad. En los casos más avanzados, el objetivo ha sido controlar el cáncer al menos durante algún tiempo mediante terapia hormonal... o quimioterapia. El diagnóstico precoz y la mejora de las técnicas de tratamiento en los últimos años han permitido, sin duda, obtener mejores resultados. Sin embargo, es interesante señalar que el diagnóstico precoz del cáncer de próstata y/o el tratamiento precoz del mismo no han mejorado la supervivencia específica del cáncer de próstata ni la supervivencia global del mismo.
Sin embargo, la clave para curar el cáncer de próstata vendrá en última instancia de la comprensión de las bases genéticas de esta enfermedad. Los genes, que son segmentos de ADN situados en los cromosomas, determinan las características de los individuos. Por ello, los investigadores de los centros de investigación se han centrado en identificar y aislar el gen, o los genes, responsables del cáncer de próstata. Los estudios han desvelado algunos de los vínculos genéticos con la enfermedad. Ahora se llevarán a cabo estudios para intentar bloquear, o modificar, los genes ofensivos para prevenir o alterar la enfermedad. Por último, una vacuna para tratar el cáncer de próstata. -- Sipuleucel-T (Provenge). No existe ninguna vacuna para prevenir el cáncer de próstata.
