Por Debra Fulghum Bruce, PhD
Después del cáncer de piel no melanoma, el cáncer de próstata es el más común entre los hombres estadounidenses. También es muy tratable si el médico lo detecta a tiempo. Sin embargo, para muchos hombres, los tratamientos estándar para el cáncer de próstata -medicación, radiación y cirugía- suelen tener efectos secundarios.
Debido a esos efectos secundarios, algunos hombres se preguntan si hay algún tratamiento de medicina alternativa para el cáncer de próstata que pueda ser útil.
Por ejemplo, ¿es posible que los suplementos dietéticos -como las vitaminas, los minerales y las hierbas- puedan ayudar a tratar el cáncer de próstata o a retrasar su empeoramiento? ¿Podrían retrasar la aparición de esta enfermedad en primer lugar? Los ensayos clínicos siguen investigando estas cuestiones.
Otros hombres están interesados en explorar los tratamientos de mente y cuerpo, como el yoga, la meditación y los masajes, para aliviar los efectos secundarios del tratamiento y el estrés de un diagnóstico de cáncer. No hay mucha investigación sobre estos enfoques, pero algunos estudios han encontrado beneficios mentales y físicos.
A medida que vaya aprendiendo sobre los tratamientos alternativos, es posible que también los oiga llamar tratamientos complementarios. Mucha gente utiliza ambos términos para describir una terapia no convencional que se utiliza junto con un tratamiento médico estándar. (Eso es lo que es un tratamiento complementario. En sentido estricto, un tratamiento alternativo es algo que se utiliza en lugar de un tratamiento estándar).
Si le han diagnosticado cáncer de próstata, escuche a su médico convencional. Ellos le guiarán en su régimen de tratamiento utilizando las últimas terapias contra el cáncer de eficacia probada.
Algunos tratamientos complementarios o alternativos para el cáncer de próstata pueden ser perjudiciales cuando se utilizan con los tratamientos estándar contra el cáncer. Consulte siempre a su médico antes de utilizar cualquier suplemento natural. Así podrá asegurarse de que no se mezclen mal con su tratamiento habitual contra el cáncer.
Esto es lo que dice la investigación sobre los suplementos y las prácticas de cuerpo y mente que se han estudiado para el cáncer de próstata.
Licopeno
El licopeno es un potente antioxidante. Se encuentra en gran cantidad en algunas frutas y verduras, especialmente en los tomates cocidos. Algunos estudios demuestran que las personas que consumen dietas ricas en tomates y otras frutas con alto contenido de licopeno tienen menores tasas de cáncer. Algunos investigadores creen incluso que el licopeno puede ralentizar el crecimiento de los tumores de próstata. Pero los resultados de varios estudios no han sido consistentes.
Se puede obtener mucho licopeno de los alimentos comunes. Los investigadores no han observado ningún efecto secundario ni han sugerido ninguna precaución a la hora de consumir este "supernutriente" como parte de una dieta equilibrada.
Zumo de granada
En estudios con roedores, los científicos han demostrado un efecto positivo de la granada en la reducción del crecimiento de células cancerosas en ratones. Los estudios en células humanas son igualmente prometedores. Esto ha llevado a algunos investigadores a recomendar la realización de más estudios sobre el extracto de granada para su uso terapéutico en personas.
Se puede beber zumo de granada y comer la fruta entera como parte de una dieta equilibrada y saludable. Ninguna de las dos cosas es perjudicial si las disfrutas con moderación.
Té verde
Tiene unos compuestos vegetales llamados polifenoles que pueden influir en los tumores, pero no hay muchos datos sobre su eficacia.
Un estudio realizado en China sugirió que beber mucho té verde podría ayudar a reducir las posibilidades de que se desarrolle un cáncer de próstata. Otros estudios no han encontrado una relación entre el té verde y el riesgo de cáncer de próstata entre los hombres japoneses o los japoneses-americanos que viven en Hawai.
Un ensayo clínico con personas con cáncer de próstata no encontró ningún beneficio antitumoral.
Extracto de hongo shiitake
En un pequeño estudio de hombres con cáncer de próstata avanzado, los investigadores hicieron que los participantes tomaran un extracto de setas shiitake por vía oral cada día durante 6 meses. Acabaron concluyendo que el extracto por sí solo no era un tratamiento eficaz.
Pectina cítrica modificada (PCM)
La pectina es un carbohidrato que se encuentra en muchas plantas y en las cáscaras de las manzanas, los cítricos y las ciruelas. Esta forma modificada de la misma se descompone en pequeñas moléculas para ayudar al tracto digestivo a absorberla.
En animales, la PCM ha impedido que las células cancerosas de la próstata se extiendan a otras partes del cuerpo. Pero hasta ahora, ningún estudio en personas ha demostrado que la MCP ayudara a reducir el crecimiento del tumor o a mejorar la supervivencia.
Prácticas mente-cuerpo
Hay algunas pruebas científicas de que el yoga puede ayudar con el cansancio (o la fatiga) resultante del tratamiento del cáncer. Un estudio también descubrió que los hombres en tratamiento por cáncer de próstata que tomaban clases de yoga dos veces por semana decían tener menos efectos secundarios sexuales y problemas urinarios que los que no hacían yoga.
Los efectos calmantes de la meditación y otras técnicas de relajación también pueden beneficiar a las personas con cáncer. En un pequeño estudio, la meditación de atención plena se mostró prometedora para reducir la ansiedad, el miedo y la depresión en hombres con cáncer de próstata.
La acupuntura, en la que un profesional capacitado inserta agujas muy finas en determinados puntos del cuerpo, podría ayudar a aliviar el dolor causado por el cáncer de próstata. Algunas personas que se someten a un tratamiento contra el cáncer también descubren que mejora las náuseas.
Los masajes también pueden ayudar a aliviar el dolor, la ansiedad y la fatiga. Pero recurra siempre a un terapeuta de masajes oncológicos capacitado para reducir las probabilidades de tener más problemas de salud.
Recuerda que los tratamientos alternativos no pueden sustituir a los tratamientos médicos contra el cáncer. Informe siempre a su médico cuando pruebe un tratamiento complementario.