Cáncer de próstata en personas mayores

Por Matt McMillen

Con la excepción del cáncer de piel, el cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común entre los hombres de EE.UU. En 2022, casi 270.000 hombres serán diagnosticados de cáncer de próstata, según estimaciones de la Sociedad Americana del Cáncer.

La edad media de diagnóstico es de 66 años. Pero a medida que se envejece, aumentan las posibilidades de desarrollar la enfermedad. La cuestión de si hay que detectar el cáncer de próstata y si hay que tratarlo se complica con la edad. Y, si se es mayor, la enfermedad puede ser más mortal.

Según las directrices de la Sociedad Americana de Oncólogos Clínicos, el cáncer de próstata es más del doble de probable en personas mayores de 70 años que en personas más jóvenes. También tienen más de cuatro veces más probabilidades de padecer un cáncer de próstata avanzado. Y tienen más probabilidades de morir a causa de la enfermedad.

Pero tenga en cuenta que la edad es sólo un número. Aunque el riesgo aumenta con cada cumpleaños, no hay una edad concreta en la que el cáncer de próstata sea más peligroso. Cuando usted y su médico discutan el diagnóstico y las opciones de tratamiento, la atención no debe centrarse sólo en su edad cronológica -el número de años que lleva vivo- sino en lo que se denomina su edad biológica.

La edad biológica significa, básicamente, su estado de salud actual en función de factores como sus genes, su estilo de vida y su entorno. ¿Está usted en forma y sano? ¿O tiene otras enfermedades que afectan a su salud en general? Esto puede ayudar a predecir cuánto tiempo vivirá con buena salud.

Por ejemplo, dos hombres de 70 años tienen la misma edad cronológica. Pero si uno de ellos ha fumado toda su vida, su edad biológica es probablemente mayor. Tiene un mayor riesgo de morir por problemas de salud relacionados con el tabaquismo, como enfermedades cardíacas y pulmonares.

Un hombre con una edad biológica más baja puede tener más probabilidades de beneficiarse del tratamiento del cáncer de próstata. De hecho, las directrices recomiendan ofrecer el tratamiento sólo a quienes se espera que vivan 10 o más años, independientemente de su edad. Si lo son, las decisiones de tratamiento son las mismas que para las personas más jóvenes.

Debe recibir tratamiento para el cáncer de próstata?

Cuando le diagnostican un cáncer de próstata, tiene varias opciones. Puede recibir varios tipos de tratamiento para el cáncer, como la terapia de privación hormonal, la cirugía o la radiación. O puede prescindir de él, al menos al principio.

No todas las personas a las que se les diagnostica un cáncer de próstata llegan a desarrollar síntomas que afecten a su vida. Gracias a las pruebas de detección, el diagnóstico precoz es habitual. Pero el cáncer de próstata puede no progresar hasta años después del diagnóstico.

Como el cáncer de próstata suele crecer muy lentamente, las personas mayores suelen tener más probabilidades de morir por otras causas antes de que se convierta en una amenaza. En estos casos, el tratamiento puede ser más perjudicial que beneficioso debido a los posibles efectos secundarios, como problemas de erección e incontinencia. Además, cuanto mayor sea la persona, más probable es que tenga otros problemas médicos, lo que puede hacer que la cirugía, por ejemplo, sea más arriesgada.

Si tiene un mayor riesgo de morir por algo distinto al cáncer de próstata, su médico probablemente le recomendará la espera vigilante. Esto significa que se ocupará de los síntomas molestos siempre y cuando se presenten. El objetivo es mantenerle cómodo y aumentar su calidad de vida, más que intentar detener la enfermedad en sí.

Si es más joven y tiene un cáncer de próstata de bajo riesgo, su médico puede recomendarle la vigilancia activa. Al igual que con la espera vigilante, no recibirá tratamiento inmediato. Pero se someterá a pruebas periódicas para asegurarse de que el cáncer sigue creciendo lentamente. Si se vuelve agresivo, puede comenzar el tratamiento.

Cómo difiere el tratamiento cuando se es mayor?

A medida que se envejece, aumentan las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como las cardiopatías y la diabetes. Eso puede dificultar las decisiones de tratamiento. Por ejemplo, la terapia de privación hormonal (también llamada terapia de supresión de andrógenos) se utiliza habitualmente para frenar el crecimiento del cáncer de próstata. No es una cura, pero puede evitar que el cáncer empeore, al menos durante un tiempo.

El problema: algunos estudios, aunque no todos, demuestran que aumenta el riesgo de padecer presión arterial alta (hipertensión), diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Incluso puede aumentar las probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca. La terapia de privación hormonal también plantea otros problemas. Puede debilitar los huesos (una enfermedad llamada osteoporosis), lo que aumenta la probabilidad de fracturas. También puede provocar problemas de pensamiento. Usted y su médico tendrán que sopesar los riesgos del tratamiento frente a sus posibles beneficios.

Un estudio de 2008 analizó a más de 200.000 hombres con cáncer de próstata de entre 65 y 84 años. Los investigadores descubrieron que sólo los hombres con los casos más avanzados de cáncer de próstata tenían más probabilidades de morir por su cáncer que por otra causa. Los hombres del estudio tenían muchas más probabilidades de morir de insuficiencia cardíaca que de cáncer de próstata en fase avanzada.

Si le han diagnosticado un cáncer de próstata, debería hablar con su médico sobre los riesgos y beneficios de la espera vigilante o la vigilancia activa.

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