De los archivos médicos
La primera vez que Stephanie Himel-Nelson se quedó embarazada, en octubre de 2000, fue por accidente. Estaba estudiando derecho y la fecha del parto coincidía con su examen de abogacía. "Me sentí realmente desgarrada y en conflicto con ello", recuerda.
Sólo cuando abortó, Himel-Nelson y su marido, reservista de la Marina, sintieron la pérdida. "Cuando tuve ese aborto, nos dimos cuenta de que realmente queríamos ser padres y queríamos que fuera cuanto antes", dice. Al cabo de un par de años, ella y su marido empezaron a intentar concebir, esta vez de forma intencionada.
Al principio de su segundo embarazo, Himel-Nelson sufrió otro aborto. Y luego otro. Después de la tercera pérdida de su embarazo, "estábamos realmente deprimidos", dice. "Hablamos de nuestras opciones. Hablamos de adoptar".
Se calcula que entre el 8% y el 20% de los embarazos acaban en aborto. En el pasado, a las mujeres que abortaban se les decía que esperaran de 2 a 3 meses. Hoy el pensamiento ha cambiado, ya que varios estudios demuestran que no hay mayor riesgo con intervalos más cortos entre embarazos.
"No hay ningún beneficio médico en la espera", dice el Dr. John R. Sussman, ginecólogo y obstetra que ejerce en New Milford, CT. Algunas parejas se unen a un grupo de apoyo o se someten a una terapia de duelo para ayudarles a sobrellevar su pérdida.
Después de perder un bebé, las mujeres a menudo se preocupan por abortar a su siguiente hijo. Cuando empieces a intentar concebir -especialmente después de un segundo o tercer aborto- tu médico probablemente te recomendará pruebas para asegurarse de que no hay ningún problema con tus cromosomas, tu sistema inmunitario o tu útero.
Justo en medio de las pruebas para averiguar el motivo de sus abortos, Himel-Nelson se quedó embarazada. En septiembre de 2004 nació su hijo Hollis. "Fue la sensación más increíble del mundo", dice. "Como que me olvidé de todo lo que había pasado antes". Seis meses más tarde, volvió a quedarse embarazada y dio a luz a su hijo menor, Holden.
"Date permiso para estar triste", dice. "Tendrás tu final feliz de una forma u otra... ya sea la familia que esperabas o algo diferente".
Hacia un embarazo saludable
No puedes controlar muchas de las causas del aborto espontáneo, dice Sussman. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a garantizar un embarazo saludable.
Prohibir los malos hábitos. Si todavía fumas, deja de hacerlo mientras puedas. Este mal hábito puede duplicar el riesgo de aborto. Beber más de un par de tazas de café con cafeína (o refrescos) al día también se ha relacionado con la pérdida del embarazo. Para estar segura, pásate al descafeinado.
Mantente fresca. Tener más de 30 grados de fiebre puede aumentar las probabilidades de aborto. No puedes evitar ponerte enferma, pero si tienes fiebre, toma Tylenol para bajarla. Sussman también aconseja a sus pacientes embarazadas que no se metan en jacuzzis.
No te arriesgues. El traumatismo de un accidente puede acabar incluso con el embarazo más sano. Ponte siempre el cinturón de seguridad en el coche. No practiques el esquí, los deportes de contacto ni otras actividades potencialmente peligrosas hasta que nazca el bebé.
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