Ahora que estás embarazada, puede que te preocupen los riesgos de sufrir un aborto espontáneo. La mayoría de los abortos espontáneos se producen por razones que no puedes controlar. De hecho, a menudo es difícil determinar la causa exacta. Conocer las causas de los abortos espontáneos puede tranquilizarte y ayudarte a mejorar tus posibilidades de tener un embarazo sano y a término.
A continuación te presentamos un resumen de cuatro de las causas más comunes de aborto espontáneo.
Causa nº 1: Cromosomas anormales
Más de la mitad de los abortos espontáneos en las primeras 13 semanas de embarazo se producen por un problema en los cromosomas de los bebés. Los cromosomas contienen los genes que determinan los rasgos únicos de los bebés, como el color del pelo y de los ojos. Los bebés no pueden crecer con normalidad con un número incorrecto de cromosomas o con los que están dañados.
Aquí tienes otras cosas que debes tener en cuenta sobre los cromosomas anormales:
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No hay forma de evitar que se produzcan problemas cromosómicos.
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A medida que envejece, especialmente después de los 35 años, aumenta el riesgo de sufrir problemas cromosómicos específicamente, y de sufrir un aborto espontáneo en general.
Los abortos espontáneos por problemas cromosómicos no suelen repetirse en futuros embarazos.
Causa nº 2: afecciones médicas.
Un aborto espontáneo durante las semanas 13 a 24, el segundo trimestre, suele ser consecuencia de un problema de la madre. Estos son algunos problemas de salud que aumentan el riesgo de que una mujer sufra un aborto espontáneo.
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Una infección como el citomegalovirus o el sarampión alemán.
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Enfermedades crónicas mal controladas como la diabetes o la hipertensión arterial.
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Enfermedad tiroidea, lupus y otros trastornos autoinmunes.
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Problemas con el útero o el cuello uterino, como fibromas; un útero de forma anormal; o un cuello uterino que se abre y ensancha demasiado pronto, llamado cuello uterino incompetente.
Causa nº 3: estilo de vida
Tus hábitos como futura mamá pueden aumentar el riesgo de aborto. Estos son algunos hábitos peligrosos para los bebés en desarrollo:
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Fumar. Algunos estudios muestran un mayor riesgo de aborto espontáneo incluso si sólo fuma el padre.
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Consumo excesivo de alcohol
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Consumir drogas ilegales
Causa nº 4: Peligros ambientales
Además del humo de segunda mano, ciertas sustancias presentes en tu entorno, en casa o en el trabajo, también pueden poner en riesgo de aborto a tu embarazo. Entre ellas se encuentran:
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Plomo en las tuberías de agua antiguas o en la pintura de las casas construidas antes de 1978.
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Mercurio liberado por termómetros rotos o bombillas fluorescentes.
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Disolventes como diluyentes de pintura, desengrasantes y quitamanchas y barnices.
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Pesticidas para matar insectos o roedores.
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Arsénico que se encuentra cerca de los vertederos o en el agua de algunos pozos.
Asegúrese de hablar con su médico sobre esto. Puede que descubra que sus riesgos no son tan grandes como cree.
Qué puedo hacer para proteger mi embarazo?
Aunque no hay una forma segura de prevenir el aborto espontáneo, puedes tomar medidas para ayudar a garantizar un embarazo saludable:
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Hazte una revisión previa a la concepción.
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Realice visitas prenatales periódicas para que su médico pueda ayudar a prevenir y tratar cualquier problema a tiempo. Haga que el cuidado de los problemas de salud existentes sea una prioridad. Sus esfuerzos darán a sus bebés la mejor oportunidad de salud.
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Frena los hábitos de vida peligrosos. Si no puedes dejarlo por ti mismo, habla con tu médico para que te ayude a dejarlo.
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Pregunte a su médico sobre el riesgo que supone el medio ambiente y cómo protegerse.
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Pregunte a su médico si debe acudir a un especialista en obstetricia, como un perinatólogo, especialmente si tiene más de un aborto espontáneo. Estos médicos están especializados en embarazos complicados.
Ten en cuenta que puedes hacer todo "bien" y aun así tener un aborto espontáneo. Intenta no añadir culpa o autoculpabilidad a tu carga emocional. Entre el trabajo con tu médico y los cambios saludables en tu estilo de vida, puedes estar tranquila sabiendo que has hecho todo lo posible para tener un embarazo saludable.
