Hábitos saludables para bajar de peso después del bebé

¿Empiezas a pensar en perder el peso del bebé? Cambiar algunos de los hábitos alimentarios que adquiriste durante el embarazo puede ser la clave.

No hay prisa ni presión por volver a tu antigua talla en un tiempo determinado. Cuando estés preparada, utiliza estos seis consejos para poner en marcha un plan que te ponga en el camino de la pérdida de peso saludable.

1. Deja de comer por dos

Aunque no te hayas tomado en serio este viejo refrán, es posible que te hayas pasado un poco con las calorías mientras estabas embarazada. Pues bien, ahora es el momento de reducirlas, a menos que estés amamantando.

Para la mayoría de las madres recientes, entre 1.800 y 2.400 calorías diarias es lo correcto, dependiendo del nivel de actividad. Las madres que dan el pecho deben añadir entre 450 y 500 calorías más al día.

No hace falta que cuentes cada bocado que comes (¿quién tiene tiempo?), pero sí que te mantengas dentro de un rango calórico razonable cada día si quieres perder peso.

Descárgate una aplicación para contar calorías que haga los cálculos por ti. Pero si el seguimiento diario le parece demasiado agotador, concéntrese en encontrar un puñado de alimentos y tentempiés que piense comer con más frecuencia.

Asegúrate de que tus platos favoritos sean fáciles de preparar, sabrosos y bajos en calorías.

2. Controla los antojos

Durante el embarazo, las hormonas estaban detrás de tu repentino deseo de comer patatas fritas a la barbacoa a puñados o de mojar tus pepinillos en tazones colmados de helado de menta. Ahora que has dado a luz, el agotamiento físico y la falta de sueño pueden hacer que busques comida basura.

Controla tu hambre para evitar las ganas de derrochar. Guarda rodajas de fruta o palitos de verdura en la nevera o el congelador para tener una opción de tentempié rápido y saludable. Además, elige alimentos que te mantengan lleno durante más tiempo, como un puñado de frutos secos.

Las proteínas son una buena opción para saciarse. Acompáñala de un carbohidrato de combustión lenta para obtener una fuente de combustible de larga duración. Ejemplos: pollo a la parrilla envuelto en una pita de trigo integral, o huevos revueltos y queso en una tostada de pan integral.

3. Evita tomarte las calorías

Los batidos, las bebidas proteicas, los zumos enriquecidos y los batidos son formas rápidas de cargarse de calcio que fortalece los huesos y de frutas y verduras ricas en nutrientes durante el embarazo. Sin embargo, estas bebidas también están cargadas de azúcar y calorías que no necesitas ahora.

Para reducirlas, sustituye el helado por leche desnatada y yogur helado bajo en grasa. Intenta también beber más agua durante el día. Te llenará, dejando menos espacio para las bebidas con alto contenido en grasa o los alimentos poco saludables. ¿Te apetece un refresco? Rocía un poco de zumo de limón o de lima en el agua con gas para disfrutar de un placer burbujeante.

4. Haz que tu proteína sea magra

Necesitabas proteínas adicionales durante el embarazo para ayudar a tu bebé a crecer grande y fuerte. Pero si has echado demasiados filetes a la parrilla, ahora es el momento de retroceder un poco. Excederse en el consumo de carne roja con alto contenido en grasa se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer.

Sigue necesitando de dos a tres raciones de proteínas al día, pero asegúrese de no tomar más de 3 o 4 onzas por ración, de fuentes magras como carne magra, pescado y pavo.

5. Reduzca los extras

Puede que un poco de mantequilla o nata no te pareciera gran cosa cuando tenías un bebé a bordo, pero ahora no necesitas toda esa grasa saturada extra. Cambia a aceites más saludables, como el de canola y el de oliva. Y utiliza métodos de cocción que no te pesen. Hornea, asa o cocina a la parrilla, no frías.

6. Empieza a moverte

Es difícil motivarse para moverse cuando la barriga te pesa. Ahora que tu carga se ha aligerado, es hora de ponerse en marcha de nuevo.

Consulta primero a tu médico para asegurarte de que tu cuerpo está preparado para volver a la rutina de ejercicios. Si has tenido una cesárea, tu cuerpo puede tardar un poco más en recuperarse.

Empieza poco a poco con ejercicios sencillos como los Kegel (para fortalecer los músculos del suelo pélvico) y estiramientos. Cuando te sientas capaz de hacerlo, puedes empezar a levantar las piernas, hacer abdominales y realizar actividades aeróbicas como caminar.

El ejercicio te ayudará a perder el peso del embarazo más rápidamente que la dieta. Así que saca a tu bebé a pasear varias veces a la semana o apúntate a una clase de gimnasia para mamás.

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